Capitulo 4

Ya lo veremos. La veo subirse a mi auto y Víctor me entrega las llaves de un auto deportivo en color azul, ella me mira con una sonrisa de quien cree que va a ganar la carrera, ella parecía segura, o tal vez yo debería estar hechizado por ella, que exhaló autocontrol y poder.

Se da la salida y empiezo a conducir, ella estaba detrás de mí, sin siquiera mover el coche, pensé que mi coche estaba en problemas, así que paré el coche y la bocina, Víctor me mira confundido, noto que ella solo me estaba dando un tiempo, ya que ahora ella conducía a alta velocidad. Ella pasa de mí, yo acelero el coche y me pongo al lado del coche que ella está conduciendo, así que hablo en voz alta:

¿Qué fue eso? ¿Crees que soy un aficionado y tengo que estar al frente? Solo me mira y me guiña el ojo, luego me manda un beso, ¿qué cree que está haciendo? Esa mujer es audaz y muy sexy, no puedo negarlo. Acelero el coche y la cruzo, ella me alcanza y nos quedamos lado a lado, hasta que acabo distrayéndome y ella adelanta.

Olivia gana la carrera y William sale del auto y va hacia ella, sin tocarla él se queda muy cerca, colocando su cuerpo al de ella y luego dice:

El auto es tuyo, en cuanto a mandarme, no tendrás oportunidad.

-Una pena, pues lo que yo quería de ti esa noche era solo que te esforzaras en destruirme en la cama-después de oírla, la tomo en mis brazos y la pongo en el coche y conduzco lo más rápido posible, paramos frente a un hotel lujoso y ella me mira y dice:

-Aquí traes a tus putas, yo no soy eso, entonces o me llevas a tu casa, o me olvidas y sales de mi coche. Ella era bastante audaz e inteligente, confieso que no imaginaba que ella iba a hacer eso, yo apenas la miré, enseguida puse mi mano en su muslo. -Crees que voy a caer en tus juegos, yo no llevo ninguna mujer a mi casa, mucho menos una que conocí no tiene ni siquiera veinticuatro horas.

¿- Lástima William, tenía muchos planes audaces para esta noche, ahora sal de mi coche, o no vas a cumplir con nuestra apuesta?

-El coche es tuyo-yo hablo y bajo de él.

La veo acelerando y realmente yéndose, entro al hotel y voy directo a la suite que estoy acostumbrado a quedarme.

Mientras tanto en el auto...

Olivia escucha un sonido, así que se da cuenta de que era el teléfono de William.

- Dejó su celular aquí.

Ella mira la pantalla del teléfono y ve que era su madre la que lo encendía, ella sigue conduciendo, pero el teléfono sigue sonando, así que ella da la vuelta y vuelve al hotel, con la esperanza de que él siga allí.

Ella para en el coche y no lo ve delante del hotel, entonces sale y en cuanto llega a recepción pregunta:

- Señorita, ¿William se registró?

La recepcionista me mira, como si ya supiera que yo era una de las mujeres que él solía traer al hotel, entonces ella me entrega la tarjeta de la habitación, le agradezco y subo al ascensor.

Busco la habitación cuyo número coincida con el de la tarjeta que la recepcionista me entregó y luego consigo llegar a la puerta, paso la tarjeta y enseguida abro lentamente, entro y veo a William apenas en ropa interior, nuestra que visión del pecado, desvío mi mirada, pero él viene rápidamente hacia mí y me agarra en sus brazos, apenas soltándome en la cama, yo hasta quisiera hablar que no, pero él baja su boca lentamente con su lengua paseando por mi barriga, llegando hasta mi pantalón y sacándola de forma devastadora.

William estaba loco de deseo por cada pedazo del cuerpo de Olivia.

- Muñequita, no saldrás de esta habitación hasta que me haya comido cada pedazo de tu cuerpo.

Ella se retorcía y no hablaba nada, solo me rascaba la espalda que ardía con los arañazos que ella dejaba, ella era toda deliciosa y yo no iba a parar hasta dejarla destruida.

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