Christopher Duran

Mi vida fue feliz hasta que cumplí doce años, me secuestro un primo de mi padre con la intención de asesinarme, pero aquellos malditos intentaron abusar de mí.

Mi padre logró encontrarme a tiempo y los asesino, incluyendo su primo.

Me volví desconfiado y frío, en el entrenamiento no pare hasta ser el mejor, había días que mis manos sangraban por las, ampollas y heridas por las armas, pero no me rendía, poco a poco volví más seguro mi ducado y me hice un nombre en el imperio.

El duque frío, así me llaman, a veces creo que hasta el emperador me tiene algo de miedo.

En cuanto a relaciones amorosas me es más difícil aún, estar con una dama, simplemente ninguna llama mi atención y tampoco caballeros.

Si hubo una dama que me interesó cuando tenía veinte años, y ella apenas quince.

Hablé con mi padre por un posible compromiso, pero él me aseguró que ella ya estaba comprometida con otro duque.

Eso me dejó aún más lejos del matrimonio, pero dos años después mi padre me obligó a casarme con la señorita Raquel Pérez.

Lo hice quería manejar el ducado y ella no sería un problema para mí, al no ver amor, ella podía obtener dinero y prestigio, pero amor no y una familia completa conmigo tampoco.

La boda llegó y con ella los problemas, pues la mejor amiga de mi ahora esposa era ella la mujer que me gustaba.

En cada reunión solíamos encontrarnos, si bien no nos dirijamos más que el saludo, mi mirada nunca dejaba de seguirla.

Raquel y yo simplemente no teníamos nada en común, yo era un témpano de hielo y ella demasiado fastidiosa con su voz chillona, siempre pidiendo más.

Escuche que ella decía, el buen matrimonio que llevábamos, cuanto la quería, consentía y mil estupideces, pero nada era cierto.

No le lleve la contraria, porque es mejor así por ahora.

Debía buscar la manera de divorciarme de ella, cada día la soportaba menos.

Pero al escudarse de su amiga, no tenía pruebas de que hiciera algo malo.

Así pasaron los meses y ella comenzó a desaparecer más tiempo, con el pretexto de que su amiga se va a casar y ella le ayudaba.

Moría de celos, la quise para mí y será de otro.

Pero un día, un rayo de esperanza llegó a mí.

Al venir ella aquí, mientras Raquel aseguraba ir a ayudarla, me dio esperanzas de poder divorciarme.

Ella aseguró que su prometido y mi esposa eran amantes.

Pero lo que me sorprendió más, fue decirme que quiere ser mi amante.

Mi amante, acaso está loca, que clase de hombre cree que soy, que va por ahí tomando mujeres para ser mis amantes.

Encima me pide ser completamente suyo, es decir exclusivo para ella, seguramente creyó en toda esa idiotez que estoy enamorado de Raquel.

Solo lo pensé un poco era mi oportunidad de enamorarla, hacer la mía y tal vez a su lado pueda superar mis miedos.

Ese es mi objetivo, juntos nos vengaríamos de esos infames.

Pero debo estar seguro de que ella se quede a mi lado cuando me divorcie.

Así le pedí, que también debía entregarse toda a mí. Estar tan cerca de ella alteró mis sentidos, por primera vez sentía deseo, quería poseerla ahí mismo, que gima mi nombre mientras...

Pero no...

Dudo un poco y salió rápidamente, tal vez pensó que al decir que sería mi amante, eso era de tomarle la mano y darle unos cuantos besos puros pero yo quiero más.

Si acepta. Estos meses serán muy interesantes.

Me divorciaré, y así tenga que secuestrarla no se casara con el imbécil de su prometido ni con otro idiota.

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Comments

Anonymous

Anonymous

esto se pone super interesante😃😃

2024-04-17

4

Otaku😎🤗Fujoshi 😏😇

Otaku😎🤗Fujoshi 😏😇

Amm, asalta cunas /Chuckle//Chuckle/

2024-05-05

1

Giselle Romero

Giselle Romero

"gritos internó"🤭

2024-05-08

0

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