Capítulo 19: Enfrentando mi pasado

Luciana

El fin de semana paso rápido, fueron tantas alegrías juntas que aun parece que estoy viviendo un sueño, decidí levantarme más temprano de lo habitual, hoy es el primer día de clase de Clara y quiero acompañarla, ella está muy emocionada, pero sé que también está nerviosa.

Al levantarme veo que mi hermana ya está bañada y vestida para irse, la noche anterior habíamos organizado sus útiles y uniformes, se veía muy feliz y tendría a Emiliano cerca, lo cual es bueno ya que la puede defender si alguien la quiere molestar.

-Clara te ves hermosa- le digo dándole un abrazo.

-Gracias hermana, todo esto es un sueño y tú lo estás haciendo posible, bueno el señor Emiliano también- me responde sonriente.

-Aprovecha esta oportunidad hermanita, estudia para que no tengas que pasar por lo que yo- le digo.

-Lucy, hoy vas a ver a ese hombre, verdad- me pregunta algo preocupada.

-Si pequeña, después de acompañarte al colegio voy a hablar con él- le respondo.

-Ten cuidado hermana, sabes que ese hombre es peligroso- me dice.

-No te preocupes, yo se defenderme, espérame, me voy a bañar para ir a preparar el desayuno y a despertar a los niños, no tardo- le digo entrando al baño.

Un rato después llegamos a la casa grande, allí estaba ya Elena en la cocina adelantando lo del desayuno, al llegar saludo a Clara, saben la quiere tantos, ambas han formado una bonita relación.

Me dirigí a las habitaciones y desperté a los gemelos, al pasar por la de Emiliano vi que ya estaba terminando de empacar sus libros, él es un hombre muy independiente, Camila estaba maquillándose para bajar a desayunar y la pequeña Sol no quería levantarse de la cama, pero no tuvo de otra, le ayudé a vestirse y a peinarse.

Los niños ya organizados bajaron al comedor, mientras yo despertaba al señor.

-Buenos días- digo tocando la puerta.

-Pasa mi amor- me responde.

Al entrar veo que esta con una toalla enrollada y el cabello húmedo, fue imposible no quedar paralizada al verlo así.

-Como dormiste mi vida- me dice acercándose a mi besando mi frente.

-Muy bien- le digo un poco nerviosa.

- Que pasa mi amor, estas nerviosa- me pregunta agarrándome de la cintura.

Yo sonrió y me pego a su pecho, esto es una tentación para mí.

-Un poco- le respondo.

-No te pongas así mi amor- dice besando mis labios.

-Hoy estas más hermosa que nunca- me dice.

-Para por favor, tenemos que bajar a desayunar, los niños nos esperan- le digo intentando zafarme.

-Te salvas por hoy, no siempre será así- me dice dándome otro beso.

-Lo espero en la cocina señor- le digo con una sonrisa.

Él sonríe al verme salir, si se sigue portando así creo que pronto caeré en la tentación.

Después de desayunar salí de la casa con mi hermana y con Emiliano, podía notar la felicidad de Clara por este nuevo comienzo, Emiliano viajo en total silencio, es tan callado y tímido, a veces me gustaría saber en qué tanto piensa.

Los acompañe hasta la puerta del colegio.

Emiliano se encargaría de guiar a Clara hasta su nuevo salón que al parecer era contiguo al de él, que estén cerca me quita un peso de encima.

Yo le pedí al chofer que me llevara a mi barrio, una cuadra antes del bar, allí me esperaba mi amiga Tania.

-Lucí, me alegra verte- me dice dándome un abrazo.

-a mi igual, como te ha ido- le pregunto.

-No muy bien, ese hombre cada día actúa más como loco, ayer golpeo a dos meseras, ten mucho cuidado amiga- me dice muy nerviosa.

-No te preocupes, vamos, llego la hora de enfrentar mi pasado- le dije

Al ingresar al bar se escuchaban los gritos de ese hombre, al parecer solo está obteniendo perdidas y esto lo tiene furioso.

-Buenos días- digo entrando a la oficina.

-Lucianita, eras lo que faltaba para terminar el día de hoy- me dice con una sonrisa.

-Estos es para usted- le digo entregándole un sobre.

Él lo abre y cuenta el dinero.

-Esto es solo la mitad de lo que me debes- me dice.

-Para el próximo mes le doy el resto- le respondo.

-Cuando regresas a trabajar- pregunta.

-Eso no va a suceder- le respondo.

Mi respuesta cambio de inmediato la sonrisa de su rostro, en sus ojos podía ver el enojo y la rabia.

Se levanta de su silla y se acerca a mi tomándome del cuello.

-De que mierda hablas Luciana, recuerda que firmaste un contrato- dice furioso.

-Suélteme- le digo intentando zafarme de su agarre.

-Esta noche quiero verte aquí a las 7 en punto, si no quieres que a tu hermana le pase algo es mejor que lo hagas- me dice arrojándome al piso.

-No lo hare, si quiere máteme aquí mismo, pero ya no le tengo miedo, el mes que entra saldo mi deuda con usted- le digo muy segura.

Ese hombre me agarra del cabello, estaba furioso.

-Ganas no me faltan Luciana, si fuera por mi hace muchos años me hubiese desecho de ti- me dice.

-Entonces hágalo, ya no tengo nada que perder- le respondo desafiante.

El me golpea y yo caigo de inmediato al suelo, al parecer hoy sería mi fin, pero por lo menos sé que mi hermana estará en un lugar seguro.

-Eso es lo que quiere eso tendrás- dice desenfundando su arma.

De inmediato escucho una voz que no sé porque se me hace conocida.

-Si valoras tu vida vas a soltar esa arma de inmediato- dice un hombre muy enojado.

-Señor, es solo una mujerzuela que no quiere cumplir con su contrato- le responde mi jefe algo nervioso.

Yo veo borroso y no puedo reconocer ese rostro ni esa voz, pero sé que forma parte de mi pasado.

-Suelta el arma y deja esa muchacha en paz, es una orden- dice el hombre misterioso

De inmediato obedece, y muy molesto guarda su arma, el hombre misterioso me ayuda a levantarme.

-Vete, y olvida esa deuda, a partir de este momento está cancelada, tienes mi palabra- me dice.

Yo miré los ojos de ese hombre y sentí que ya los había visto antes, quien es y por qué me defendió.

Salgo de la oficina muy mareada, me dolía mucho la cabeza, Tania al verme me ayudo a buscar un taxi, me iba a llevar a un hospital, pero no se lo permití, no sé qué le voy a decir a Emiliano.

Muchas gracias por la paciencia y la espera de cada capítulo, hoy actualizaré uno más.

Estoy atenta a sus comentarios.

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