Capítulo 12 La mudanza

Luciana

Al parecer mi jefe si quiere cambiar y de eso me di cuenta en el momento en que interrumpí el abrazo familiar, ver la hermosa sonrisa de los cinco fue maravilloso, quiere a sus hijos y los quiere mucho.

El almuerzo fue divertido, los niños aprovecharon para hablar con su padre de cómo les estaba yendo en la escuela, en la universidad y en sus actividades diarias; a Sol se le ocurrió la espectacular idea de salir de paseo al Zoológico, yo también fui invitada al igual que mi hermana Clara.

Cuando me comunique con ella se puso muy feliz, la verdad nunca he llevado a mi hermana al zoológico, esta es una hermosa oportunidad para ella.

Mi jefe condujo hasta la vecindad donde vivo, allí mi hermana ya nos esperaba muy bonita, los niños la saludaron con un abrazo, el joven Emiliano fue algo más tímido, y María Camila le dijo que se sintiera como parte de la familia, ver la sonrisa de mi hermana al escuchar esas palabras me hizo muy feliz.

Al llegar al zoológico mi hermana y yo estábamos muy impresionadas con el tamaño de aquel lugar, era tan hermoso, solo con ver la entrada quedamos sorprendidas.

-Luciana este lugar es maravillo- me dice mi hermana con una sonrisa.

-Nunca habías venido al zoológico Clara- pregunta la pequeña Sol.

-No pequeña, no me alcanzaba el dinero- le respondí al oído.

-No te preocupes Clara, vas a conocer muchos lugares con nosotros- le responde el señor Emiliano.

Su respuesta me sorprende mucho, no pude evitar sonreír y al mirarlo él también lo hacía.

Tuve que mirar para otro lado, para que no se diera cuenta de mis nervios.

Los gemelos empezaron a correr por el lugar, mientras Emiliano los perseguía.

María Camila conversaba con mi hermana, no sé de qué, pero ambas sonreían.

Y el señor y yo teníamos a Sol de la mano comprando los boletos para ingresar.

Nunca en mi vida había disfrutado tanto de un paseo como lo hice hoy, ver a mi hermana sonreír fue maravilloso, comimos de todo lo que nos podíamos imaginar y lo que más me alegro el alma fue ver como el señor compartió con sus hijos, ver la felicidad de los más pequeños y lo diferente que se veían los grandes hablando con su padre, quien ya no se veía como el hombre frio e intimidante de la primera vez que lo encontré en ese parking.

Regresamos a casa ya en la noche, mi jefe insistió en que mi hermana se quedara esta noche conmigo en la casa, dijo que me estaba tardando en mudarme, que era el momento de estar más cerca de los niños, para mejor comodidad, por lo que me dijo que me daba el día siguiente libre para que recogiera mis cosas y me dijo que el chofer estaba a mi disposición.

El señor fue a acostar a los niños, mientras yo llevaba a mi hermana a la casita.

-Pero este lugar esta hermoso, Luciana, estás segura de que acá vamos a vivir- me dice mi hermana muy sonriente.

-Si Clara, acá vamos a vivir de ahora en adelante, pórtate bien por favor, mira que el señor y los niños han sido muy buenos con nosotros- le digo.

-La verdad sí, Lucí, estás enamorada del señor Emiliano- me pregunta mi hermana.

- ¿Por qué dices eso Clara? - le respondo algo tímida.

-No lo sé hermana, lo mirabas extraño, sonreías y te sonrojabas- me dice.

-Si así fuera, sería algo imposible hermana, ven vamos a tu habitación, mañana tenemos que ir a casa temprano, es el momento de mudarnos- le respondo con una sonrisa.

Clara al ver su habitación se quedó sorprendida, en realidad era un lugar muy bonito y tenía su propio baño, nunca en la vida mi hermana había estado en un lugar así.

Al día siguiente salimos muy temprano de la casa, llegamos a la vecindad y recogimos las pocas cosas que teníamos, ya que los muebles eran de aquel lugar, nos despedimos de tita asegurándole que la visitaríamos seguido, ella cuidó a Clara por muchos años y estamos muy agradecidas.

El auto no iba lleno, solo cargábamos nuestra ropa, los libros de la escuela de mi hermana y la foto de nuestros padres.

Al llegar a la casa Elena nos esperaba para ayudarnos a sacar las cosas del auto, nos acompañó hasta nuestras habitaciones y nos ayudó a organizar las cosas en los closets.

-Bienvenidas a su nuevo hogar- nos dice Elena.

-muchas gracias por todo has sido muy buena con nosotras- le respondo dándole un abrazo.

-Sé que eres buena Luciana, al igual que tu hermana, y además desde que llegaste le has hecho mucho bien a esta familia- me dice- bueno el señor te está esperando en el despacho, hoy es la reunión de los gemelos, ve con el que yo me encargo de Clara- responde con una sonrisa.

De inmediato salgo al despacho para hablar con el señor, ya no recordaba la reunión en la escuela de los gemelos.

-Señor, buenos días, puedo pasar- pregunto al tocar la puerta.

-Sí, pasa por favor te estaba esperando- me responde.

-Una disculpa, me demoré un poco más de lo pensado, pero ya estoy aquí para irnos a la reunión- le respondo.

-No te preocupes, quiero comentarte algo acerca de una decisión que acabo de tomar acerca de Clara- me dice.

-Qué pasa con mi hermana, hizo algo malo- pregunto algo asustada.

-No, no es eso, quiero que lleves los documentos de tu hermana vamos a inscribirla en el colegio donde esta Emiliano- me dice mirando su computador.

-Señor, pero yo no tengo como pagar un lugar así- le respondo algo avergonzada.

-No te preocupes, yo me encargaré- me responde con una sonrisa…

En ese momento quedé muda, no sabía que decirle, ni como agradecerle esto que estaba haciendo por mi hermana, mi corazón latía desenfrenado, esta batalla la estoy perdiendo a pasos agigantados.

Muchas gracias por leer...

Quedo atenta a sus comentarios...

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