Vida vieja por vida nueva.

....NARRADOR....

El reencuentro de los hermanos Tumbler, fue tan maravilloso, los días pasaban y Serena estaba completamente feliz y competa, tenia a su nana, a su hermano, a la tía Anastacia y el gran amor de su vida.

Las cosas en la mansión estaban en total calma, Elio en sus negocios se movía con cautela y sigilo, haciendo crecer más el imperio Villa, mientras en casa Serena le enseñaba a manejar las armas por seguridad de él y todos los que lo rodean.

Así fueron avanzando un par de meses, donde se notaba una Serena más dormilona y hambrienta, su nana y la tía al verla ellas sospechaban de que vendría el heredero do la familia Villa, la llevaron al médico y las sospechas d las dos señoras fueron más que acertadas pero lo extraño es que no tenía ascos, ni mareo, al llegar a casa se dieron cuenta que los síntomas faltantes los tenía Elio, ya que lo vieron pálido afirmando que algo le cayó mal provocandole vómitos.

Serena al darle la noticia a su esposo junto a su hermano, en la casa se podía escuchar algarabía de pura felicidad por la llegada de un nuevo integrante.

Mientras ellos estaban felices, en las Vegas estaba el señor George al borde de la calle, Sonia lo había abandonado por no tener más solvencia dejándolo a la deriva, con la tristeza de haber perdido a Serena, culpándose por alejarla de esa manera, pero si no lo hacía sus bajos instintos lo manejarían dañando al único amor de su vida.

Pero aun así se sentía culpable por sentir eso hacia su hija, pero por más que quiso desprender ese sentimiento su mente y corazón se aferraron a ese enfermizo amor.

Mientras él se seguía culpando, recibiría su condena en vida, quedando en la calle, vagando por las hermosas calles de las Vegas, el tiempo avanzaba y un día bajo el puente un indigente lo atacó por robarle la cobija, hiriéndolo a muerte con un cuchillo.

Quedando tirado al pie de puente, viendo su vida pasar por sus ojos, sintiendo extinguirse de a poco hasta que solo cerró sus ojos, yacía el cuerpo sin vida de George Tumbler, tirado bajo un puente, sosteniendo en su mano empuñada el único recuerdo de aquel amor verdadero donde le dio dos hijos entregando la suya, para que él pudiera ser feliz, el camafeo donde aún guardaba la fotografía de su amada esposa Nameida.

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SERENA.

Estoy tan feliz tener junto a mí a mi hermano y mi nana, compartiendo mi nueva vida con mi familia esperando la llegada de mi pequeño Eleazar, será niño y estamos a solo dos meses de conocerlo, poder cargarlo y llenarlo de mucho amor algo fundamental y que a Elio y a mí nos hizo mucha falta, pero ahora nos tenemos, dándonos amor y apoyándonos en todo.

Elio esta que no cave de la felicidad, él se a encargado de decorar la habitación de nuestro hijo, pero en ocasiones exagera casi me quiere meter en una burbuja para cuidarme, pero lo entiendo a mí también me da temor que le suceda algo a mi hijo, seremos papás primerizos, pero de una cosa estoy completamente segura que él será amado por todos.

..... MESES DESPUÉS...

Estaba sentada en la sala cuando un dolor intenso se hizo presente haciéndome gritar, mi hermano estaba alarmado no sabía que hacer Elio no estaba e casa, había salido de viaje y aún faltaban dos días para que llegara.

Estaba en un completo grito intentando levantarme, pero mis piernas no respondían y solo le grité a mi toto para que reaccionara.

- toto, ve por nana y la tía- él asintió más que preocupado.

No tardaron ni cinco minutos cuando estaban junto a mí ayudándome, camine para ir a la salida, pero creo que no alcanzaré a llegar al hospital.

- tía, creo que ya viene, nana ayúdame- mi nana asintió, diciéndoles a todos lo que tenían que traer mientras llenaban el jacuzzi.

Sabía mi nana que en su pueblo fue partera y tiene el conocimiento solo será en lo que nace mi bebé y poder ir al hospital, la tía me llevó hasta el baño donde estaba todo listo, me ayudo a desvestirme mientras las contracciones me hacían gritar de dolor por ser tan frecuentes, me metí al jacuzzi.

Mi hermano estaba junto a mi dándome apoyo mientras por el teléfono oía la voz de mi esposo, y solo fue cuestión de minutos que mi nana dijo que pujara y lo hice más de tres ocasiones, sentía mi intimidad partirse hasta que en un solo segundo escuché un llanto fuerte mi bebé había nacido, me sentía cansada, pero muy feliz.

Tenía a mi pequeño sobre mi pecho apreciando su pequeño rostro tan hermoso y solo comencé a llorar sin control, me llevaron al hospital, donde mi bebé tendría atención médica, hasta que nos llevaron a una habitación, mi nana se quedó junto a mí hasta quedarme dormida.

Me desperté un poco desorientada al escuchar el llanto de mi hijo y al ver sonreí, era Elio sosteniendo a su hijo con una gran sonrisa, al darse cuenta que me desperté solo me lo llevo para poder amamantarlo, mientras lo hacía me dejó un beso en mi cabeza.

- gracias mi amor me haces feliz, soy un hombre completo y solo por ti- nos dimos un pequeño beso y contemplamos a nuestro hijo acariciando sus pequeñas mano.

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