CAPITULO 17

Any: Ya vamos para la clínica. Estoy preocupada. Espero que todo salga bien. Siento la mano de mi madre y dice: "Confiamos en que todo salga bien. Recuerda los momentos más lindos dentro del quirófano y que todos vamos a estar pendientes de ti". - Luisa.

"Si, madre. Gracias", y me quedé pensando en lo hermoso que estaba Marco anoche en la cena.

Estaba para chuparse los dedos. Ay, Dios, en qué pienso. Llegamos y Marta me recuerda llamar a Marco. Lo llamé y le dije que lo extrañaba mucho.

Marco: Mi ángel, ¿estás segura de que no quieres que vaya? Dejo todo por ti.

Any: Ay, amor, tan exagerado. Ayuda a tu papá, por favor, ya que no estoy en la empresa. Bueno, te amo. Me van a dejar el vuelo si sigo hablando contigo.

Marco: Bueno, recuerda que te amo. Cuando llegues, llámame para saber cómo llegaste.

Marta: Ja, ja, ja, parecen unos tortolitos.

Mateo _ Hija, no te olvides, todos estaremos aquí cuando despiertes.

Any: _ Sí, papi, los amo también. Gracias por apoyarme. Sé que no estaban de acuerdo, pero yo quiero borrar este ciclo de tantos años.

Enfermera: Buenas, ¿me permiten? Ya vamos a llevarla al quirófano. Esperen a los familiares en la sala de espera. Gracias.

Todos le dieron un fuerte abrazo y besos.

Al entrar al quirófano, los papás de Any se estaban comunicando con sus consuegros. Ellos también estaban muy preocupados, pero estaban dando ánimo desde la distancia. Margarita se comprometió a pasar por la clínica más tarde.

En el quirófano, el procedimiento salió bien. Lo que no sabía Any es que el cirujano a cargo era un amigo de la infancia. Cuando el colega le pidió una opinión, él enseguida, por el nombre, supo que era ella y le pidió a su colega que lo dejara ingresar a la cirugía.

Médico: Claro, Isaac, te dejo, pero ya sabes las reglas. Lo personal queda fuera del quirófano.

Isaac: Sí, te lo agradezco.

Así fue. Claro dio opiniones muy acertadas. Él es cirujano. Platicó y, de tanto insistir, le tomó unas puntadas que no se le ven, si no la tiene demasiado cerca.

Su colega quedó muy impresionado y satisfecho porque así ella no se sometería a otra cirugía, ya que ella quería que retiraran todo lo que pudieran, pero no creyó que fuera un trabajo impecable.

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Por otro lado...

Marco, no lo calentaba ni siquiera el sol. Él quería ir con Any y esta dichosa reunión para poder cerrar el trato con los franceses y estar leyendo todos los movimientos de este enemigo silencioso. No se ha podido hacer nada porque no hay pruebas. El único que las tiene es José.

Fabián, está siendo investigado para saber a qué país se fue hace tres años y parece que cambió su identidad. Esto hace que la tarea sea más difícil.

Fabián, habló con un colega y le dijo que el reconocimiento facial era más fácil en estos momentos, pero también más costoso. Sin embargo, su colega le aseguró que no importaba, ya que él era su as bajo la manga. La reunión fue un poco difícil, pero al final se llegó a un acuerdo.

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En la clínica, Any ya había salido de cirugía después de seis horas largas para su familia. La enfermera y el doctor informaron que todo había salido muy bien, incluso mejor de lo esperado. Esperarían tres horas más en la sala de recuperación y luego la llevarían a su habitación.

Mateo agradeció al doctor, quien respondió que era su trabajo y se verían en la habitación.

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