CAPITULO 11

La llamada que recibieron no les gustaba mucho, pero era cada mes. Decidieron ir y querían más aumento en las ganancias. Querían ir a París de vacaciones y derrochar comprando en las pasarelas.

Loraine_ Yo lo detesto, pero es el único que nos ha ayudado a salir de la ruina. Mis padres me han regalado, y yo que hago siempre los números están en rojo.

Jessica _ Sí, igual mis padres me amenazan que le van a dar el cargo a mi hermana menor. Siempre me recalca que porque no nací como hombre.

Ella decide ir en un solo auto, cómo siempre. Todo está lleno de mucha música. Subieron a la VIP y ya las conocen.

Loraine: Hola bombón, ¿cómo está?

Daniel _ Muy bien chicas, y ahora mejor vamos a los cuartos privados.

Jessica _ No espera un momento, tenemos que hablar contigo. Queremos el 50% de las ganancias, no quiero el 30%.

Daniel _ Hecho, lo que quieran. - 💭 jajajaja esto era lo que necesitaba para que las demanden con José y quedó limpio.

Loraine: 💭 Qué raro, aceptó así de fácil.

Se dirigieron a la habitación y pasaron sus horas juntos. Daniel, después de estar satisfecho, llamó a José para el nuevo trato.

José _ ¿Estás seguro? Loraine, nos está haciendo la auditoría en toda la empresa, es muy arriesgada.

Daniel _ ¡Haz lo que digo!.

Lo que no sabía Daniel, es que él se iba esa misma noche del país. Desde que comenzaron las auditorías, él había sacado a su familia y él los alcanzaba hoy.

En la clínica...

Margarita _ Por favor, doctor, dígame qué tiene. Él estaba bien feliz como nunca.

Doctor _ Tuvo un colapso mental de tanta alegría. No es nada grave. Bajos analgésicos , en un par de horas puede llevárselo a casa.

Arturo _ Gracias, doctor.

Doctor _ De nada. Amor, cálmate. Él está bien, es lo más importante. Ese es el amor, jajaja - cuando sentí un codazo.

Sebastián _ Madre, ven acercate la abrazó y le dio besos en la frente. Tranquila, acá estamos todos nosotros como siempre.

Margarita _ Gracias, hijo. - También la abraza Sonia.

Sonia: Tenemos que celebrar que nuestro hermano tiene novia y amor de su vida... suspiró.

Habían pasado dos horas. El doctor le colocó calmantes para que se relajara y, cuando despertara, le haría una revisión y, si todo estaba mejor, le daría de alta.

Marco: "Mmmmm, qué dolor de cabeza". "Hijo, ¿qué te duele?" "Madre, siento dolor y ardor a la vista".

Margarita: "Doctor, doctor, venga".

Marco: "Madre, no grites, no hay el botón de emergencia".

Arturo: "Amor, ¿qué pasa? Se escuchan los gritos en la recepción".

Margarita: "Le duelen los ojos y tiene ardor".

Doctor: "Díganme qué tiene el paciente".

Marco: "Doctor, tengo dolor de cabeza, ardor en la vista, pero siento pesados los ojos". "Vamos a revisar".

Cuando el doctor prende la lamparita de mano, dice Marco: "¿Qué es eso? Veo algo borroso, pasó rápido, pero lo percibo".

Doctor: "Es buena señal. Vamos a hacer unas placas y vamos a aplicar medicamentos desinflamatorios y llamar al oftalmólogo, así tienes un mejor diagnóstico. Relájate, cierra los ojos para no esforzarte".

Todos estaban sorprendidos, menos claro Arturo. Su hijo le había comentado los otros síntomas y también se los comentó al doctor.

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