Capítulo cuatro

Las horas pasaban, bueno eso creía yo, la angustia era mucha, ya habían llegado mis hermanas estaban a mi lado tratando de calmarme, yo gritaba a todo aquel que se me acercaba.

"Son unos inútiles!! No sirven para nada y tu, tu date por despedida, quiero tu renuncia en este momento, no fuiste capaz de hacer una sola cosa, por Dios iba tras de ti, como no se dio cuenta caray" le gritaba a mi secretaria que solo temblaba y no emitía ni una sola palabra.

"Cálmate por favor hermano, todos cometemos errores, la niña estaba dormida, así la dejo Lulú, y no puedes despedirla solo por ese error, dime quien iba a pensar que Lizzy iría tras de ella si estaba dormida, eh?, así que deja ya tu histeria que no llegarás a nada" dice Tessa.

"Señor tiene una llamada de recepción, hay una señorita que quiere hablar con usted" dice temblando Lulú, lleva tres años trabajando conmigo y hasta ahora la llamo por su nombre, para mí solo era señorita Álvarez.

"No estoy para nadie, que vengo otro día y menos si es una desconocida" le digo mirándola con furia.

"Dame yo atiendo" le dice Mónica y toma el Teléfono

"Si dime Sara, quien es la señorita que busca a mi hermano, me la pasas por favor, gracias".

"Si gracias, espere un momento bajo, no dígale a la chica de recepción que te deje subir al último piso, espero y no mienta y quiera sacar provecho de esta situación, si está bien" vuelve a decir Mónica.

"Quien era y que quería" pregunta Tessa, yo estaba en llamada con el detective que anteriormente le había llamado y estaba en la búsqueda de mi pequeño tesoro.

"Una chica que trae a Lizzy, pero dice que viene dormida y la quiere entregar personalmente" responde Mónica, me levanto como cuál resorte de la silla en la que me acaba de sentar.

"En donde está, porque no lo dijiste antes, voy por ella" le dije.

"Cálmate ya viene subiendo, esperemos que sea Lizzy, viene con un guardia de seguridad" dice Mónica.

En eso se abre el elevador, y ahí estaba una chica como de unos veintitantos años, morena de ojos negros más hermosos que había visto, pero viene con una mirada fría que da miedo.

Extraña: buenas tardes, me puede decir quien es Alan Gutiérrez?" Dice muy enojada que hecha chispas por esos ojos que me hipnotizaron, en lo que las traidoras de mis hermanas me señalan y se acerca a mí con Lizzy en los brazos viene dormida o muerta me empecé a desesperar".

"Que le has hecho, te voy a refundir en la cárcel, dame a mi hija, si algo le hiciste yo mismo te mato", le quito de los brazos a mi pequeña y empiezo a revisar para ver si no tiene algún golpe o un rasguño y esa mujercita solo hablaba quien sabe cuantas cosas que de sus ojos salían llamadas de fuego.

"Que padre es tan irresponsable que deja a una indefensa niña abandonada, con hambre, si claro típico de los hombres y sobre todo de los ricos y poderosos que con solo con mover un dedo pueden hacer lo que quieren y dejar tirado a seres inocentes, si no quieren responsabilidad lo bueno sería que se castraran las bo**s o amararse el pe** y dejar de andar haciendo hijo y después no hacerse responsable", dice esta mujercita sin dejar de hablar, mis hermanas reían de todo lo que decía y me la quedé viendo y sobre todo veía esos labios carnosos que me invitaban a besar, moví la cabeza en negación, calma Alan que piensas esta mujer te está ofendiendo y tú pensando en llevártela a la cama.

"Buenas tardes, señorita, mi nombre es Mónica, fue conmigo con quien hablo hace rato, si sabemos que mi hermano es un troglodita y que no tiene quieto lo que tiene ahí abajo, pero ahora lo que más nos interesa saber como es que encontró a nuestra princesita" Mónica.

"Perdón señoras, mi nombre es Montserrat Jacobo, esta linda señorita estaba llorando en una de las bancas del parque, yo iba caminando rumbo a una entrevista de trabajo por aquí cerca, a empresas Monarez" dice esta mujer y yo hago puño mis manos al escuchar el nombre de mi competencia la empresa de mi peor enemigo.

"Bueno eso ya no importa, ya buscaré otro empleo, lo importante es que vi a esta hermosura, me acerque y le pregunte su nombre y porque lloraba, me dijo que se llama Lizzy y lloraba porque tenía hambre y estaba perdida, le pregunté por su mamá o su papá y me dio el nombre de este señor, irresponsable que no sé por qué tiene hijos si no los sabe cuidar y darles de comer" vuelve a despotricar en mi contra, sí que me tiene coraje.

"Continúe, y déjeme decirle que no soy ningún irresponsable y se lo puedo demostrar" le digo acercándome a ella peligrosamente sin tomar en cuenta que estaban mis hermanas y ella se hizo hacia atrás.

"Que más da, bien le seguiré contando, le dije que la llevaría a comer primero y luego la llevaría con su papá, fuimos a un puesto de tacos, le di de comer y después le pregunté si sabía su dirección, algún número de teléfono o donde trabaja su papá, me dijo el nombre de esta empresa y aquí la traje, en el camino se quedó dormida en mis brazos, bueno ya cumplí, me retiro y una disculpa si cause molestias y usted, cuídala mejor, nunca la deje sola, compermiso me retiro" dice así nada más y camina hacía el elevador, solo la quedamos viendo, mis hermanas no dicen nada, me ven y voltean a ver hacía el elevador tratando de decir algo y no se animan.

"Que?, se van a quedar ahí paradas, Lulú llame al médico que venga a mi oficina" le digo mientras Camila con una sonrisa de burla.

"Jaja, eso estuvo intenso, la vas a dejar ir así? esa es la mujer que merece ser mi cuñada, que tenga las agallas para aplacar al amargado de mi hermano, si tu no les das trabajo yo le doy en mi empresa" Camila

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