(20)

"Loy"

Puede que en un principio no quería afrontar la paternidad, pero ahora que sé que ese hijo está en camino, no hago otra cosa que no sea pensar en él. En el como será, a quien se parecerá he incluso si será niña o niño.

La realidad es que la noticia me tomó por sorpresa al igual que a Laini, pero sin duda sé que seremos los mejores padres que ese pequeño o pequeña pueda tener.

Nos dirigimos nuevamente a casa de mis padres, pues luego de que hicieran las pases, Laini quería compartir ésta noticia con ellos también.

- ¿Ese no es el chofer de los Jones?- Preguntó mi esposa y asentí. - Es extraño, son pasadas la 1 de la madrugada.

- Al parecer mi abuela no pudo esperarse hasta mañana para echarlos a la calle. - Respondí, para luego bajar de el carro y rodearlo, abriéndole la puerta a mi esposa he invitándola a bajar también.

Al dirigirnos a la puerta, no pude entender el porque habitaba mucho silencio, después de todo si mi madre estaba allí, no dejaría que los desalojen como si nada.

- ¡Rayos! - Me quejé, luego de tantear mis bolsillos y recordar que la llave la dejé adentro.

- ¿Que sucede? - Preguntó Laini y suspire.

- Me he dejado la llave dentro cuando salí para llevarte. - Respondí, viéndolo sonreír.

- Mi amor, una cerradura jamás fue problema para mi. - comentó, para luego quitarse uno de sus aretes, enderezar la punta y meterlo por la cerradura.

No entendía lo que quería hacer, pero su cara de concentración me decía que debía de quedarme en silencio y esperar a que terminara de hacer lo que sea que esté haciendo.

- Bingo. - Dijo con una sonrisa, abriendo la puerta como si nunca hubiera tenido seguro.

- ¿Como es que..?

- Las repuestas para después, cariño. - Respondió con una sonrisa y se adentró sin más.

Caminamos muy despacio hasta la sala y oímos la voz de mi abuela.

- No quiero volver a verlos cerca jamás. - Mencionó y me incliné viendo a mi padre, madre y hermanas sentados en el sofá con sus cabezas bajas.

- Mamá, sabes que también pertenezco a la familia. - Habló mi padre. - Y aunque estuvieras enfadada ahora, nadie de mi familia te hizo algo como para que quieras desquitar tu enojo de ésta manera.

- ¿Que eres de la familia dices? - preguntó mi abuela, con una sonrisa burlona.- Cuando te fuiste hoy dejaste bastante en claro que no querías permanecer más en nuestra familia, ahora que sabes que tendremos el apoyo de los Wisth y los Wesley para levantar la nueva empresa, quieres volver. - Comentó y voltee mi mirada a Laini, quien mantenía una sonrisa en su rostro. (" Definitivamente ella y las esposas de mis amigos tenían un plan aparte para hacerlos vender. ") - Ya te lo he dicho, recojan todas sus mugrosas pertenencias y se van de ésta casa.

- ¡No es justo, abuela! - Se quejó Rosa. - No tenemos a donde ir.

- Ese no es mi problema.

- Resulta ser que la anciana de la familia es tan despiadada con su propio hijo. - Comentó mi esposa, mientras caminaba a ellos.

- Laini..

- Pero no se preocupe. - Añadió, volviendo su mirada a mis padres y sin tomar importancia a mi intento de detenerla. - Mamá, papá, no necesitan absolutamente nada de los Jones, hay un lugar al que pueden ir y en el cual pueden quedarse el tiempo que quieran.

- Hija, no es que menospreciemos tu invitación pero.. No queremos invadir su espacio. - Respondió mi madre mientras se acercaba a ella. - Tú y Loy ya tienen la vida resuelta y...

- He vivido con ustedes durante casi tres años, no me molestaría darles lugar en nuestra casa. - Respondió mi esposa, tomando sus manos con dulzura. - Ande, vayan por sus cosas que aquí los esperamos.

Y como si sus palabras fueran mas confiables que cualquier otra cosa, mamá asintió y subió en compañía de Rosa, papá y Loren, quienes también empacarían sus pertenencias.

- Desde que se han ido de nuestra familia, te has vuelto muy arrogante. - Comentó mi abuela, dirigiendo su mirada a mi esposa.

- Señora Jones, usted será tratada como se merece. - Se limitó a decir, sin borrar la sonrisa de su rostro. - Cariño, llama a Agust y dile que mande a el chofer para recoger a tus padres, nosotros llevaremos a Loren y Rosa.

- Pero.. - dudé por un momento, viéndola girar su mirada seria a mi.

Mientras ella y mi abuela se veían de forma aterradora, yo llamé a Agust y solicité lo que mi esposa pedía, despues de todo creo que sería la mejor forma de salir rapidamente de éste ambiente tan pesado.

(...)

Al esperar por unos 10 minutos, pudimos oír el sonido de una bocina fuera y vi a mi esposa sonreír.

- Mamá, papá, despidanse de la anciana Jones. - Pidió con seriedad. - Después de esto, será la última vez que tenga la posibilidad de estar tan cerca de ustedes. - Finalizó, dando media vuelta para luego dirigirse a la puerta.

- ¡Detente ahí mocosa! - Gritó mi abuela, mientras caminaba detrás de Laini. - ¿¡Con que derecho te atreves a..!? - Y sus palabras quedaron atoradas. Supongo que estaba tan sorprendida como yo, al ver aquella limusina fuera de la casa. - ¿Que.. Que es esto? - Preguntó.

- Señor y soñara Jones, pasen por aquí. - Dijo amablemente el chofer, dejándome ver a mis padres asentir. - Señora Laini, ¿ustedes..?

- Despreocúpate, iremos detrás de ti en nuestro carro. - Respondió mi esposa, volviendo su mirada a mis impresionadas hermanas. - Preguntales a ellas si prefieren ir allí.

- ¡Ni falta hace preguntar! - Exclamó Rosa, corriendo a la puerta de la Limusina para luego subir junto a mis padres.

- Yo iré con ustedes. - Respondió Loren y asenti.

- Señora Jones, que disfrute la casa y todo lo que le queda. - Añadió mi esposa, para luego dirigirse a nuestro carro y montarse en el.

Decidí seguirla sin añadir nada al asunto, oyendo a mi abuela llamarnos una y otra vez, pero definitivamente ninguno de nosotros querría regresar luego de ser echados por ella misma.

Mientras íbamos de camino, voltee mi mirada a Laini quien solo sonreía mientras tocaba su vientre.

- Laini, ¿ Estás segura de que quieres que mamá y Rosa..?

- Loren. - La Interrumpió Laini, volteandose a verla. - Pronto serás tía y madrina.

- ¿Que? - preguntó mi hermana y reí mientras giraba mi mirada a la ventanilla.

- Tú hermano y yo seremos padres. - Añadió y juro que en éste momento rogaba por tener un para de audífonos, solo para proteger mis oídos del fuerte gritó que Loren dió.

- ¡No lo puedo creer! ¡Seré tía! - Añadió y voltee mi mirada a mi esposa, quien reía ante las palabras y el actuar de mi hermana. - Espera.. ¿Dijiste que también seré madrina?

- Si Loren, también serás la madrina. - Respondió mi esposa y ésta vez tuve que estacionar el carro para cubrir mis oídos.

- ¡LOREN! - la reprendi, oyendo a mi esposa reír aún más.

(....)

Momento después nos encontrábamos por fin en la mansión, lugar que mis padres vieron sin poder creer al igual que Rosa.

- Laini,  ¿ Tú vives aquí? - preguntó Rosa y vi a mi esposa negar con una sonrisa.

- Loy y yo optamos por vivir en una casa más pequeña, más amoldada a nuestra pequeña familia. - Respondió, tomando mi mano y caminando a la puerta de la mansión. - Pero si les gusta, pueden quedarse el tiempo que quieran. - Añadió, abriendo las puertas de la mansión he invitándolos a pasar.

El asombro en el rostro de mis padres aumentó aún más, mientras que Rosa no podía dejar de decir "no puedo creerlo".

- Mi señora. - Dijo Agust una vez llegamos a la sala.

- Agust, dejame presentarte a mis suegros y cuñadas. - Dijo mientras señalaba a mis padres y hermanas. - Papá, mamá, cuñadas, él es Agust, el encargado de la mansión y de muchas otras tareas vinculadas a la familia.

- Un placer conocerlos. - Dijo Agust con amabilidad.

- El gusto es todo nuestro. - Respondieron todos al unísono.

- Agust se encargará de cuidarlos bien el tiempo que decidan pasar aquí, es uno más de mi familia y espero que también lo acepten. - Añadió Laini y vi a toda mi familia asentir.

- Tú.. ¿Vivías aquí? - preguntó Rosa.

- Solo hasta que mi querido abuelo decidió echarme de casa. - respondió con una sonrisa.

- N-no comprendo. - Formuló mi madre.

- Permitanme presentarme bien. - Añadió mi esposa. - Soy Laini Libia, la heredera de la familia Libia, dueña de todas y cada una de las empresas, mansiones, casas, tierras y vehículos que mi familia tiene. - agregó y no pude explicar la sorpresa en el rostro de mi madre y hermana, pues mi padre y Loren ya estaban al tanto de eso.

- E-entonces tú..

- Usé el apellido de mi madre cuando me presente aquella vez, pero creó que el abuelo Jones sabía muy bien quien era.- Contó Laini y se limitaron a seguir preguntando.

- Yo.. - mencionó mi madre, luego de un breve silencio. - Aún no puedo creer que traté mal a la hija de la familia más poderosa en nuestra ciudad.

- Mamá..- dijo Laini tomando sus manos. - No quiero que te culpes por lo sucedido, eso ya es pasado y aparte de ello sé que la anciana Jones tuvo mucho que ver en tu comportamiento y el de Rosa, ahora dejemos ese asunto en el pasado y enfoquemosnos en el hermoso presente que nos aguarda. - añadió con una sonrisa y vi a mi madre asentir con lágrimas en sus ojos. - Rosa. - voltea su mirada a mi hermana. - Agust te llevará a conocer tu habitación y si necesitas algo, puedes buscar en mi antigua habitación, hay muchos vestidos que creo te gustarán mucho.

- ¡Siii! ¡Gracias cuñis! - Respondió, para luego tomar la mano de Agust y obligarlo a correr con ella escaleras arriba.

Todos reimos al ver la cara de Agust cuando fue jalado por Rosa, realmente fue muy graciosa.

- Agust preparará su habitación. - Dijo a mis padres, quienes asintieron. - Tomen asiento, hay algo muy importante que queremos decirles.

- ¿Que cosa? - preguntó mi madre, mientras se sentaba junto a mi padre y nos veía a ambos con preocupación.

- No es nada malo mamá. - respondí mientras abrazaba a mi esposa por detrás. - Lo que sucede es que Laini y yo... Vamos a ser padres. - añadí, viendo a mi madre colocar ambas manos en su boca mientras que mi padre sonreía ampliamente.

- ¡No lo puedo creer! - mencionó mi madre, poniéndose de pie y abrazandonos a ambos. - Seré abuela.

- Y yo la madrina. - Dijo Loren, provocandonos una pequeña risa.

- Muchas felicidades a ambos. - añadió mi padre, dandonos también un abrazo. - Era hora de que tuvieran un hijo. - agregó sonriendo. - Ya me imagino a tu madre corriendo de un lado a otro con la míni versión tuya.

- ¡Ja! Me dijiste. - dijo mi madre. - Está más que claro que malcriare a mi nieto, pero él no hará correr a su abuelita, será muy obediente.

- Él o ella. - Comenté, viéndolos asentir a ambos.

Me sentía feliz al tener a mi familia con nosotros y me llenaba el alma saber que nuestro pequeño o pequeña... Llegó justo cuando todo el conflicto con mis padres fue solucionado.

(....)

Ya que era muy tarde, aprovechamos a pasar lo que restaba de la noche en la mansión.

Mamá, papá y mis hermanas ya se encontraban durmiendo al igual que Laini, pero yo por una extraña razón no podía dormirme.

Voltee mi mirada a Laini y sonreí al recordar la cara que puso cuando el doctor nos dijo que seríamos padres.

Sé que lo primero que pensó, fue que yo me disgustaría con la noticia pero no, pasó exactamente lo contrario.

Pese a que no estuviera preparado para ser padre, el saber que nuestro pequeñito o pequeñita viene en camino, me llena el corazón de alegría y la cabeza de imaginación, tratando de saber como será su rostro, mezclando el de Laini y el mío para darle la forma.

- Bebé.. - Dije muy bajito, mientras ponía una mano en el vientre de mi esposa y acercaba mi rostro a él. - Papá te espera con muchas ansias. - añadí. - Puede que tal vez no sea un padre perfecto, pero prometo que daré todo de mi para que un día puedas decir con orgullo "ese es mi papá". Los protegeré de todo, sin importar quien se interponga en mi camino, porque tú y mamá... Son lo que complementa mi vida.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***