(19)

" Laini"

Tanto Loy como yo, no podíamos creer lo que veíamos en aquella videollamada que Loren nos hizo seguro que a escondidas.

Es que era algo de no creer para nosotros. Mi suegra después de odiarme sin razón durante los últimos casi tres años, repentinamente me defendió de la anciana Jones.

No esperamos mucho, decidimos aprovechar a visitar su casa y averiguar si realmente era como decía o solo estaba actuando pero... No, mi sorpresa aumentó al ver que seguía haciéndolo, diciéndole a Loy que no se divorciara de mi, que de ser necesario ella misma me rogaría para que no dejara a mi marido.

- Así que eso fue lo que pasó. - Terminó de decir mi suegra, luego de que nos contara lo sucedido.

- Pero ¿Porque actuaste de esa forma mamá? después de todo la abuela siempre optó más por Gabriel. - Dijo Loy y asentí. (" No importaba cuanto el abuelo Jones deseó que Loy fuera el que se encargue de esa empresa, para la anciana Jones valía más Gabriel que cualquir otro de sus nietos.")

- No iba a dejar que ensuciaran el nombre de mi único hijo, ellos merecían que alguien les dijera la verdad una vez en sus vidas. - Respondió mi suegra y también asentí, incluso si yo hubiera estado allí defendería el nombre de mi esposo.

- Apoyo tu decisión cariño. - Dijo mi suegro. - Pese a que sabías que de ahora en adelante no podría darte los mismo gustos, defendiste a tu familia con garras y dientes. - agregó y reí junto a Loy y mis cuñadas al ver el gesto amargo que mi suegra puso en su cara.

- De igual forma no me arrepiento. - Contestó ella, para luego verme. - Te he tratado injustamente Laini, solo por querer darle el gusto a esa...

- ¡Chis! - La interrumpió mi suegro y todos volvimos a reír.

- No tiene de que preocuparse mamá. - Respondí tomando sus manos. - Siempre supe que su actuar y el de mi cuñada, fueron manipulados por la anciana Jones. - Sonreí. - Por ello jamás les he guardado rencor a ustedes.

- ¿Solo a nosotros? - Preguntó Rosa y me puse de pie.

- Ustedes son la familia de Loy, ellos los parientes. - Aclaré. - Por lo tanto mi venganza los deja completamente excluidos de eso. - Sonreí aún más. - Mi punto son ellos.

- ¿De que hablas? - Preguntó mi suegro viéndome con preocupación. - Laini, no sirve de nada que trates de meterte con ellos. - suspira. - Pese a todo, no queremos que salgas herida de esto, ellos están rodeados de personas poderosas.

- ¿Poderosas? - preguntó Loren, con una corta risa. - Poderosos son los Wisth y los Wesley.

- Si, eso lo sabemos. - Comentó Rosa. - ¿Pero quien nos asegura que no vayan a aliarse con ellos?

- Porque yo..

- Porque ellos son nuestros amigos. - Me interrumpió Loy y volteo a verlo con confusión. - Gracias a que me hice amigo de Sahun Wesley, tuve la dicha de conocer a Logan Wisth y por ello tenemos más oportunidad de enfrentar a la abuela. - Añadió.

- No importa lo que quede por hacer. - Intervino mi suegro. - Tu abuela a decidido vender las empresas Jones.

- ¿ Cómo? - Preguntó Loy y él asintió. - ¿Pero porque?

- La heredera de los Libia decidió comprar la empresa, al parecer es la única salida que les dió después de que ella no les diera la oportunidad de remediarse por la bocota suelta de Gabriel. - Respondió Rosa y bajé mi mirada con una sonrisa. (" Así que van a venderme la empresa.")

- Bueno, es una pena que la empresa del abuelo se halla visto envuelta en la torpeza de Gabriel. - Comenté, viendo a mi esposo con tristeza. - Lo siento mucho por ti cariño, después de todo se que considerabas esa empresa como único recuerdo del abuelo. - Agregué, viéndolo bajar su mirada entristecido. ("¡Guau! Realmente no sé porque mi esposo no se dedicó a la actuación, puedo asegurar que le iría muy bien en eso.")

- Dejemos ese tema de lado y compartamos una cena. - Propuso mi suegra y asentí poniéndome de pie.

- ¿Que desean cenar? Lo prepararé. - Dije y rapidamente mi suegra empezó a negar una y otra vez.

- Tú eres mi visita Laini, ésta vez seré yo quien prepare la cena. - Añadió con una sonrisa y asentí de igual manera. - Ustedes dos. - Dijo a Rosa y Loren. - Me acompañarán a preparar una deliciosa cena para su hermano y cuñada.

- Si mamá. - Respondió Loren.

- ¡Pero mamá! Sabes que yo no se hacer ni un huevo frito. - Se quejó Rosa y todos reimos.

- No te preocupes hermanita, todo en esta vida se aprende. - Dijo Loy, colocando ambas manos en los hombros de Rosa. - Andando, yo seré tu guía.

Y con las risas de mi suegra y Loren, los cuatro se dirigieron a la cocina dejándonos solos a mi suegro y a mi.

Una vez quedamos completamente solos, voltee a verlo notando como observaba la fotografía del abuelo Jones con tristeza.

- Creo que papá no podrá descansar en paz. - Comentó. - Esas empresas son el trabajo de toda su vida y..

-Sé lo que significaban esas empresas para el abuelo, papá. - Lo interrumpí, viendo de igual manera la fotografía. ("Lo echaba mucho de menos, él me dió el cariño que ni mi propio abuelo quiso darme.") - ¿Usted cree que él lo sabía? - Pregunté, viendo a mi suegro voltear a verme.

- ¿Que cosa, cariño? - Preguntó y sonreí con tristeza, volviendo mi mirada a la fotografía.

- Al que soy la heredera de los Libia. - Respondí y lo vi ponerse de pié muy sorprendido. - No sé la razón por la cual Loy no quería que mamá y Rosa lo supieran, pero de alguna manera creo que no quería ocultarle eso a usted. - Añadí, viéndolo sentarse de apoco sin borrar la sorpresa de su rostro. - Yo... - Suspiro. - No tenía intenciones de esconderlo. La verdad ni siquiera estaba enterada de que mi abuelo había muerto. - Sonrío bajando mi mirada. - Me enteré el día de el cumpleaños de la anciana Jones.- Lo veo. - Pero antes de asistir a la cena.

- Yo... Siento mucho tu perdida y también..

- No lo sientas papá. - Lo interrumpí.- A fin de cuentas los rumores de él anciano Libia no eran una mentira. - Rio. - Era un viejo cascarrabias que pretendía que todo se hiciera a su manera, incluso me echó de casa por haberlo enfrentado.- Bajo mi mirada.- Y fué el abuelo Jones quien me dió la posibilidad de vivir lejos de las calles.

- Y-yo no se que decir, jamás esperé que la heredera de los Libia fuera mi nuera.- Añadió y negué con una sonrisa.

- No te preocupes papá, no necesitas decir nada. - contesté. - Y no te pediré que le ocultes esto a mamá, ya que considero que entre una pareja no deben haber secretos. - aclaré viendolo asentir. - Papá. - Tomo su mano. - Prometo que les devolveré las empresas del abuelo, pero es necesario comprarlas antes de que las terminen destruyendo del todo.

- Ahora comprendo todo, no tienes que explicarme nada. - Respondió con una sonrisa, mientras daba palmaditas en mis manos. - Gracias por no desistir de tu matrimonio con Loy, por no soltar su mano cuando era lo que todos querían, por perdonarnos y seguir considerandos tu familia después de... - Veo las lágrimas caer por sus mejillas y girar su rostro en otra dirección.

- Papá... - Dije, sintiendo las lágrimas picar mis ojos. (" Sé que ahora se siente culpable por no haber intervenido cuando mi suegra y cuñada me trataban mal, pero lo entendí en su momento y lo entiendo aún más ahora. ")

- Perdoname por favor. - agregó cayendo de rodillas frente a mi y fué más que suficiente para que también yo rompiera a llorar.

- Levántate por favor, no tengo nada que perdonarte. - Pedí, pero lo vi negar mientras lloraba como un niño sin consuelo. - Papá, por favor..

- ¿Que sucede? - Dijo mi suegra, al entrar en compañía de Loy y mis cuñadas.

- Perdoname por favor, debí cuidarte como mi padre me lo pidió y sin embargo no lo hice, le fallé a él y te fallé a ti. - agregó una vez más y giré mi mirada a Loy, pidiéndole solo con eso que me ayudara.

- Papá. - Dijo Loy, una vez se acercó a nosotros. - Laini ya dejó claro que no les guarda rencor a ninguno de ustedes, deja ya el asunto.

- No puedo. - agregó y voltee mi mirada a mi suegra quien a su igual; se encontraba llorando.

- Mamá.. - Hablé, viéndola caminar a mi y abrazarme.

- No sé aún que es lo que te hizo especial para el abuelo Jones, pero todos lamentamos nuestro maltrato hacía ti. - Comentó. - Mi niña, mi pequeña y hermosa niña.

No pude soportarlo y rompí a llorar, la última vez que sentí el cálido abrazo de una madre fue a los 7 años, solo unos instantes antes de perderla.

Los brazos de mi abuela siempre fueron mi mayor refugio, pero no se comparaban a la calidez de una madre, a ese amor que te expresa a través de un abrazo.

El lugar se llenó de llanto y tristeza, de dolor y amargura, de todo lo que hacía falta sacar... Para empezar de cero.

(....)

Pensé que mi suegro aprovecharía ese momento para hablar con mi suegra sobre la verdad de todo pero no, por raro que parezca él prefirió no decir nada.

Mientras cenabamos entre risas por las locuras contadas por Rosa, somos interrumpidos por el timbre.

- Iré a ver. - Dijo Loy, poniéndose de pie.

- Deja hijo, iré yo. - Dijo mi suegro y vi a Loy asentir a medias.

Solo nos miramos entre todos sin saber quien podría llegar a interrumpir la hora de la cena, pero no sabíamos nada de eso hasta que mi suegro decidiera volver a contarnos.

- ¡NO PUEDE HACER ESO! ¡ES LO ÚNICO QUE NO PIENSO DARLE! - el fuerte grito de mi suegro nos alertó a todos, por lo que rápidamente corremos a la puerta, encontrando a Gabriel en compañía de dos oficiales.

- ¿Que está pasando? - Preguntó Loy, con su ceño fruncido.

- Pasa que ésta propiedad también pertenece a la familia Jones, por lo tanto mi abuela pidió que sean desalojados de inmediato. - Habló y lo vi con mi ceño fruncido.

- ¿¡Es que no tienes corazón, bastardo!? - Dije molesta, viéndolo sonreír con maldad. - ¡Te arrancaré la maldita cabeza! - Añadí, pero antes de si quiera llegar a abalanzarme sobre él, siento un terrible mareo.

- ¿Laini? - Oí decir a Loy y mis ojos se cerraron.

(....)

No sé bien lo que pasó, pero puedo argumentar que me he desayunado a mitad de mi pelea. Eso es lo que me decía la aguja clavada en mi brazo y el suero que colgaba.

- Laini. - Dijo Loy, acercándose rápidamente a mi.

- ¿Que fue lo que me pasó? - Pregunté agarrando mi cabeza, la cual dolía un poco.

- Te desmayaste fuera de casa de mamá. - Respondió mientras tomaba mi mano. - Me has dado un susto de muerte. - Añadió y sonreí acariciando su mejilla.

Me senté de golpe al recordar el porque me había enfadado y rapidamente me preocupé.

- ¿¡Donde estan tus padres y hermanas!? - Pregunté asustada y lo veo sonreir.

- Tranquila, ellos están en casa aún. - Contestó y negué sin comprender. - Luego de que te desmayaras, los policías decidieron dejarlos allí hasta mañana y se retiraron antes de que los demandemos por daños. - Reí junto con él. - Y pues Gabriel, luego de una paliza por parte de Loren ya no creo que le queden ganas de aparecer. - Volvimos a reír aún más, hasta que la puerta se abre dejándonos ver a un doctor.

- Buenas noches señora Libia ¿ Cómo se siente? - Preguntó y suspire.

- Aún me siento un poco mareada.

- Es normal. - Respondió. - No debe de involucrarse en problemas familiares en su estado, eso podría afectar su salud y la de su bebé. - Añadió y abrí mis ojos con sorpresa, viendo a Loy hacer lo mismo.

- ¿Dijo bebé? - Preguntamos ambos al unísono, llamando la atención de el doctor.

- ¿No lo sabían? - Preguntó y ambos nos vimos, para luego negar. - Pero... Tiene tres meses de embarazo, es raro que no lo haya notado. - Añadió confundido y me sorprendí aún más.

Con todos los cambios en mi vida y el enfoque total en el trabajo, la verdad es que ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que tuve la regla.

- Yo no...

- ¿No lo sabías? - Me preguntó Loy y negué.

Era una sorpresa para ambos, pero lo que más me preocupaba era la reacción de Loy, después de todo él dijo que no estaba preparado para ser padre.

- Eso es... - Voltee a verlo, notando unas lágrimas en sus ojos. - Realmente grandioso. - Añadió y no supe si reír o llorar. - ¡Seremos padres mi amor!

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