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" Loy"

Bueno, pudo decir que ahora no tenía problemas para que las empresas de mi esposa se asocien a las del señor Wisth, pues me dejaba bastante aliviado el echo de que fuera un hombre casado y no solo eso, también era padre de dos hermosos niños (Foto que nos mostró muy emocionada la señora Wisth.) un niño de 6 Llamado Valentin y una niña de 6 meses llamada Valeri.

En lo que a nosotros respecta, mi esposa aclaró el echo de que no teníamos hijos pero que si le gustaría tener en el futuro, algo que me dejó pensando por mucho tiempo.

Si soñaba con tener hijos, con formar una familia de si quiera tres niños pero.. Creo que aún no estamos en condiciones para tener un hijo, no por lo económico sino más bien... Porque mi familia aún sigue con sus malos tratos a mi esposa he insinuaciones para que me case con la señorita de la familia Sumer, por lo que me preocupa que pueda afectarla más en ese estado.

Cuando mencioné el echo de que no estaba preparado para ser padre, Laini me vió de una manera que no pude explicar, por otro lado la pareja frente a mi me negó dandome a entender que no tendría que haber expresado eso en voz alta.

- ¿Entonces por ello prefieren que nadie de su familia sepa aún que eres la heredera de los Libia? - Preguntó Logan luego de que mi esposa les contara la razón por la cual nuestra identidad es un secreto y ella, solo asintió.

- Apoyo tu decisión, si esa familia solo se lanza para el lado que más le conviene en cuanto a estatus, mejor es alejarse de ellos y dejar que se arrepientan luego. - Respondió la señora Lara.

- Pese a que es mi familia, estoy totalmente de acuerdo en ello. - Comenté, tomando la mano de mi esposa. - Ellos maltrataron mucho a Laini y es algo que no estoy dispuesto a perdonarles.

- No importa, de todas formas ellos pagaran. - Dijo mi esposa, soltando su mano de la mía. - Yo.. Iré un momento al tocador.

- Te acompaño. - Dijo la señora Lara y Laini asintió.

Las vi marchar a ambas y bajé mi mirada pensativo, su actuar me dió a entender que está molesta conmigo.

- Hay cosas que como hombres debemos de guardarnos para nosotros. - Oí decir a Logan y levanté mi mirada a él. - Quizás tú aún no tienes deseos de ser padre, de completar ese hermoso paso a dar pero.. También puede ser el anhelo más grande que tu esposa guarda en su corazón. - Añadió y volví a mirar la mesa.

- Nunca hemos hablado sobre el tener hijos y... Hacerlo justo ahora ni siquiera me dió tiempo a meditar mis palabras. - Respondí, viéndolo asentir.

- Es normal. -Contestó,  para luego suspirar. - Creeme que un hijo es lo más hermoso que puede pasarte en la vida y puedo decir que entre mi esposa y yo.. Fui quien más lo deseó por años. - Se recuesta por la silla para luego mirarme. - Al principio de nuestra relación le dije que no quería hijos por el momento, pero tiempo después anhelaba con todo mi corazón poder tener uno, poder oír a alguien llamarme papá y cuando eso sucedió, fue ella quien no quiso. - Sonríe. - Luego vino una falsa enfermedad por la cual pensé que perdería a mi esposa pero.. Gracias a Dios solo fue eso, una falsedad que alguien quiso hacernos creer. - Gira su mirada en la dirección por la cual ambas se fueron. - Pero fuera de ello, aún así casi la pierdo sin siquiera poder cumplir el deseo de ser padre, de tener esos hermosos hijos que solo quería con ella. - vuelve a verme.- Y cuando por fin tuvimos a nuestro Valentin, juro que no me bastaba un corazón para sentir tanto amor. - Sonríe. - No quería que absolutamente nadie lo tocara, ni siquiera mi madre. Pero luego creció y fue mi mejor compañero de equipo, quien me ponía tarjetas rojas por puras tonterias. - Añadió y ambos reimos. - Y entre medio de ello, esperaba ansiosamente la llegada de mi preciosa Valeri, mi princesa.

- Es emocionante tu historia, creo que ahora me estoy convenciendo de que el amor de un hijo es la maravilla más grande que existe. - Respondí y lo vi asentir.

- No solo eso. - Comentó. - Ser padre te lleva a experimentar un amor inexplicable, uno que quizás nunca antes quisiste creer que tendrías pero que sientes solo cuando cruzamos esa etapa. - Sonríe. - Cuando te enamoras haces hasta lo imposible por la mujer que amas, eres capaz de sacrificarlo todo por ella, pero creeme que cuando te conviertes en padre.. Esa protección, ese cariño y ese amor aumenta mucho más en numero, en intensidad. - se inclina a mi. - Imagínate que mi hija apenas tiene 6 meses y ya estoy entrenando a los mejores guardaespaldas para ella a escondidas de mi esposa.

Ambos reimos por sus palabras y continuamos hablando del tema solo hasta que nuestras esposas regresan.

Al ver la mirada triste de Laini, creo con certeza que Logan tenía la absoluta razón, ella deseaba ser madre y el que yo dijera que por el momento no lo quería... Estaba destruyendo un sueño hermoso que tenía.

- ¿Sabes algo? - Pregunté a mi esposa, mientras tomaba su mano. - He estado hablando con Logan sobre el asunto de la paternidad y... Me ha fascinado mucho el tema. - Comenté con una sonrisa. - No estaría tan mal para mi tener una mini versión nuestra.

- ¿En verdad lo crees? - Preguntó ella con una sonrisa y asiento, sintiendo luego un tierno abrazo de su parte.

Voltee mi mirada a la pareja amiga y ellos sonrieron compartiendo éste lindo momento con nosotros.

(...)

Ahora si llegó por lo que vinimos, mientras Laini y la señora Lara hablaban temas de medicina, Logan y yo discutimos a fondo sobre el tema de la asociación y acordamos que sería beneficioso tanto para él como para nosotros.

Lo bueno del asunto es que ellos acababan de mudarse a la ciudad y podríamos tener contacto más seguido, apoyarnos en cada duda que tengamos y sacar a relucir nuestras capacidades como CEO.

En el trayecto de nuestra conversación, veo a un hombre de casi nuestra edad acercarse en compañía de una mujer.

- Disculpen mi intromisión. - Dijo con amabilidad Realmente parecía ser alguien sobresaliente, al igual que Logan. - He escuchado accidentalmente su conversación y.. No he podido dejar pasar el asunto. - Añadió, por lo que ambos nos ponemos de pie. - Mi familia es duña de una poderosa empresa que se establece en el rubro de la construcción de viviendas y más, por otro lado la empresa de mi esposa también es reconocida mundialmente y se dedica a lo que es joyería. - Señaló. - ¿No están buscando otro socio? - Preguntó, dejandonos a los cuatro totalmente sorprendidos.

- Yo lo conozco. - Intervino la señora Lara.  - He atendido el último parto de su esposa.  - Añadió y la mujer junto a el caballero sonríe.

- No podría olvidarla doctora Wisth, salvó mi vida y la de nuestra bebé. - comentó con una sonrisa.

- Es un enorme gusto poder verlos después de mucho tiempo. - Respondió la señora Lara.

- Bueno, yo conozco a el señor pero por negocios anteriores. - Comentó Laini viendo a el caballero. - Usted es Sahun Wesley, el hijo de la familia más distinguida de la ciudad A.

- El mismo. - Respondió éste y no pude evitar asombrarme más.

He oído hablar mucho de él, según lo que cuentan no es amable con absolutamente nadie que no sea de su familia o circulo, pero quien llegue a ser cercano a él, definitivamente contará con la protección de toda una familia completa.

- Bueno, por mi parte debo decir que es un gusto conocerlo. - Dijo Logan con una sonrisa.

- Igualmente. - Respondió éste, para luego voltear la mirada a la mujer junto a él.  - Ésta bella dama es mi esposa, Alaia Wesley.

- Un placer. - Dijimos todos al unísono.

- Bueno, si apetecen pueden compartir la mesa con nosotros. - Dije amablemente, viéndolos asentir.

Bueno, se sumó un socio más, otro que también era padre pero de cuatro hijos.

"Creo que el karma me está devolviendo mis palabras. "

(....)

Finalizada la reunión, quedé con Logan y Sahun para reunirnos en la empresa Libia, pues allí firmaremos el convenio para las tres empresas que pensamos asociar.

Agradecía que la empresa de mi esposa tuviera distintos rubros fuera de la tecnología, de lo contrario no sabría como mantener a estos dos grandes Magnates en un acuerdo con nosotros.

Mientras caminábamos a la salida, oía a mi esposa quedar con la señora Lara y la señora Alaia para compartir las tardes en las cuales me quedó bastante claro que no trabajaría conmigo.

Solo sonreí  agradecido al saber que ella podría tener dos amistades nuevas, dos que puedo asegurar, necesitaba desde siempre.

(....)

Un nuevo día llegó y mientras me arreglaba para ir a trabajar, recibo el aviso de Agust que mi amada esposa salió muy temprano dejando dicho que no la esperara, pues tenía asuntos que arreglar.

Me pareció extraño que no me comentara nada de eso pero la entiendo, tampoco pretendo que me de explicaciones de todo lo que hace.

Una vez desayuné en compañía de Agust, salgo de casa tomando rumbo a la empresa.

Hoy no solo tenía la compañía de Logan y Sahun, sino que también estaba la reunión con el resto de accionistas he inversores, muchos de los cuales no sé absolutamente nada.

Decidí llamar a mi esposa para preguntar por ello y mientras conducía dejaba el móvil en alta voz, para prevenir cualquier posible accidente.

Me sorprendió mucho que al contestarse el móvil, no oyera su voz, sino una fuerte discusión.

- ¡Vete de aquí maldita desgraciada! ¡Ya te he dicho que no pienso darte absolutamente nada de lo que hay en mi casa! - Esa voz la conocía a la perfección. - ¡Por tu culpa mi hijo se ha ido de ésta casa!

- ¿Por mi culpa? - Oí decir a mi esposa. - No fui la responsable de la decisión tomada por mi esposo, fueron ustedes los responsables de que él quisiera mantenerse alejado de todos los Jones.

- ¡Eres una..! - Hizo silencio por un momento y luego, una nueva voz se oyó.

- A ver dime, ¿Que es lo que tú puedes darle? - Preguntó y nuevamente reconocí la voz, era la señorita de la familia Sumer.

Sin pensarlo dos veces, cambié el rumbo de mi camino y me dirigí ésta vez a casa de mi madre.

- Eres una buena para nada, una mantenida. - Añadió esa mujer y apreté con fuerzas el volante del carro. - Ni siquiera le sirves como mujer, en cambió yo.. Yo si puedo darle todo lo que quisiera, puedo entregarme completamente a él.

- Pues lamento informarte que mi esposo solo tiene ojos para mi. - Respondió mi esposa y asentí como si pudiera verme apoyarla. - No eres alguien que le agrade, aparte de ello.. Él no tiene que ver con la promesa que su familia te hizo.

- ¿Que quieres decir? - preguntó esa mujer.

- Quiero decir que mi esposo no tiene planes de divorciarse de mi, pese a que no pueda darle nada como tú dices, él sigue eligiendome a mi. - Añadió y escuché una fuerte bofetada.

Ni siquiera me importó si el semáforo estaba en verde o en rojo, lo pasé rápidamente pisando el acelerador a todo lo que iba para poder llegar cuanto antes.

Si esa mujer se atrevió a hacer algo contra mi esposa, definitivamente conocerá lo peor de mi.

Al parecer mi esposa notó que había contestado la llamada accidentalmente por lo que decidió colgar la llamada.

..

......................

Al por fin llegar a casa de mis padres, bajo apresurado y abro la puerta importandome poco que no me hallan invitado a pasar.

Al entrar en la sala veo a mi esposa parada frente a mi madre, esa mujer y mi hermana.

- ¿Que pasa aquí? - Pregunté con mi ceño fruncido, viendo a mi madre sorprenderse.

- ¡Hijo!

- Pasa que tu madre se está negando a dejarme tomar la foto de nuestra boda y esa bruja.. - gira a verme y sonríe señalándome su mejilla. - Me ha abofeteado.

- Y-Yo no.. No la he abofeteado, sería incapaz de hacer algo así. - Dijo esa mujer, tratando de victimizarse.

Vi la mejilla roja de mi esposa y luego de dejar una caricia en ella, me dirijo a esa mujer para luego tomarla de su cuello.

- Sé que un caballero no debe de levantarle la mano a una mujer, pero solo quiero que lo tomes como advertencia. - Comenté, para luego empujarla hacia atrás. - Donde vuelves a poner una mano en mi esposa, te las cortaré sin importarme que seas hija de la familia Sumer. - Agregué, para luego voltear la mirada a mi esposa. - Ve por nuestra fotografía, luego nos vamos. - Ella sólo asintió y subió apresurada las escaleras.

- ¡Hermano, esa mujer te está manipulando! - Dijo Rosa y la vi con mi ceño fruncido. - Mamá y yo somos testigos de que..

- ¡CIERRA TU MALDITA BOCA! - grité, viendo a mi hermana dar un paso atrás. - Oí todo lo que le decían a mi esposa ya que accidentalmente atendió la llamada que le hacía.  - Añadí, viendo a las tres sorprenderse. - No crean que sus sucias palabras valen algo para mi, porque desde que dejé ésta casa ustedes ya no son nada para mi. - Vuelvo mi mirada a esa mujer. - Y tú, ya deja de estar insistiendo con que me divorcie de mi esposa porque eso no pasará, ni en ésta, ni en otra vida.

Veo a mi esposa bajar y rápidamente tomo su mano para luego marcharnos, ésta vez jurando no volver a poner nunca jamás un pie en ésta casa.

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