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Mientras la pareja se preparaba para la cena en la cual se encontrarían con el señor Wisth, en otro lugar las cosas no estaban siendo faciles para la familia.

- Solo tiene que convencerlo, si no lo logra puedo jurar que de mi familia ya no tendrán ni una sola gota de ayuda. - Comentó Reina con notable molestia.

¿Porque es que le era difícil a ésta tonta vieja controlar a uno solo de sus nietos? A ella no le importaba como tuviera que hacer, si o si quería tener a Loy como esposo, poder disfrutar de ese hombre que Laini no era capaz de disfrutar.

Si bien su familia le había contado que éste decidió marcharse de casa junto a su esposa, ésta seguía asumiendo a que mantenían la poca cercanía, que seguían distantes el uno del otro y que cuanto antes intervenga, más beneficios obtendría ella.

Primero se casaría con ese hombre que amó desde que sus familias se conocieron, desde que eran solo unos niños.

Luego, aprovecharía el poder de su familia para usar el nombre de Loy y arrebatarle a los Jones esa empresa que su padre desea con todas sus fuerzas, esa en la cual alguna vez trabajó.

- Reina, juro que he intentado hacer todo para que Loy vuelva a la familia Jones pero aún no conseguimos nada. - Respondió la anciana, viendo a la joven dama fruncir su ceño.

- ¡Hubiese empezado por mantener su boca cerrada y tenerlo dominado aquí! - Gritó ésta, viendo el espanto en la cara de la anciana. - Escuche. - Sonríe con arrogancia. - Ésta noche los invitaré a todos y cada uno de ustedes para cenar en un lujoso restaurante, solo para darles una muestra de lo que podrían tener si consigo casarme con Loy. - Ve sus uñas al obtener la atención de todos. - De ser lo contrario, solo podrán quedarse con eso como muestra de recuerdo. - Gira sobre sus talones. - Mi chofer les dará la dirección y espero que sean puntuales. - sin añadir más, salió de allí contoneando sus caderas como si fuera una modelo pasando por una gran pasarela.

Una vez ésta se fue, la anciana de la familia volteó su mirada a todos los miembros de la familia para luego ponerse de pie.

- Quien traiga a Loy ésta noche, será nombrado vicepresidente de nuestra empresa. - Anunció la anciana, viendo como todos comenzaban a tomar sus teléfonos y marcaban como locos el número de Loy.

Ésta sabía que era pan comido inventar una exagerada excusa para que Loy apareciera en aquel restaurante, por lo tanto pasó a despreocuparse y caminó rumbo a su habitación para prepararse para la mejor cena de su vida, sin siquiera saber de ante mano la respuesta de su nieto. 

(....)

Por otro lado, Laini terminaba de colocar su vestido teniendo como único altercado el cierre que se encontraba en su espalda.

- Cariño. - Habló, viendo a Loy quien terminaba de abotonarse su camisa. - ¿Te molestaría ayudarme con el cierre? - preguntó, viendo una hermosa sonrisa iluminar el rostro de su amado.

- Para nada me molestaría. - Respondió él, para luego caminar en su dirección y subir poco a poco el cierre de aquel hermoso vestido. - Admito que tocar tu piel cuando subo el cierre provoca muchas cosas en mi. - Comentó, dejando un beso en el cuello de su esposa. - Por ello es que me gusta más cuando lo bajo para desvestirte.

- Pero que cosas dices. - Respondió Laini completamente sonrojada, provocando que su esposo riera.

Una vez ambos estuvieron totalmente vestidos, se dirigieron a la primera planta para despedirse de Agust y por fin dar marcha a la cena que los aguardaba, esperando y rogando que todo salga perfecto.

Estando ya en el carro, emprendieron camino a aquel restaurante que estaba aproximadamente a  media hora desde la mansión.

Mientras iban camino, decidieron hablar sobre algunos temas que quedaron pendientes para mañana, digamos que era más para adelantar lo que se venía en ésta ardua semana.

(....)

Bajaron del carro y se encaminaron en dirección a la puerta para preguntar por la mesa del señor Wisth, quien seguramente ya los estaría esperando.

- Buenas noches. - Habló Loy. - ¿La mesa del señor Wisth?

- ¿Quienes son ustedes? - Preguntó de mala manera el mesero que verificaba la entrada.

- Venimos de la empresa Libia y tenemos una reunión con el señor Wisth. - Respondió Laini con seriedad, pues no había pasado por alto la mala forma de atenderlos que éste tipo tomó.

- ¿Tienen alguna invitación o algo que..?

- ¿¡Podrías dejar de ser tan imbécil!? - Preguntó Laini, elevando un poco su tono de voz. - ¿Desde cuando es que se dan invitaciones para tomar una cena? - Volvió a preguntar, viendo a otro sujeto aparecer.

- ¿Que sucede? - preguntó el nuevo, con preocupación.

- Éstas dos personas quieren pasar sin invitación previa y la verdad... No lucen para nada como dos personas de alta clase. - Respondió nuevamente éste, sintiendo como Laini lo tomaba por su corbata obligándolo a acercarse más a ella.

- ¿Si quiera sabes algo de moda, imbécil? - preguntó molesta. - Porque no creo que si supieras de ello estés aquí parado trabajando como un maldito portero.

- Espere señorita por favor. - Añadió el otro sujeto intentando tomar el brazo de Laini, pero siendo detenido por Loy.

- No te atrevas a tocarla.

- Solo quería pedirle que soltara al camarero. - Dijo éste, levantando ambas manos. - Si me permiten puedo encargarme de resolver el problema.

- Pues hagalo de una vez, ponga más empeño en su trabajo y revise esa lista. - Respondió Laini, luego de soltar al sujeto.

- ¿Me permiten sus nombres por favor? - preguntó una vez más, oyendo a Laini suspirar.

- Laini y Loy Libia. - respondió, viendo la sorpresa aumentar en el hombre quien rápidamente hace una y otra reverencia delante de ellos como disculpa.

- Por favor sepan ustedes disculpar a mi tonto compañero señores Libia, el señor Wisth ésta esperándolos. - Dijo éste con temor, para luego ver de forma estricta a su compañero y guiar a la pareja a su mesa.

Antes de si quiera poder llegar, una mano detiene el caminar de Loy, por lo que éste rapidamente vuelve su mirada encontrando a su prima.

- Primito, que bueno que viniste. - Dijo ésta feliz, dejando totalmente confundido a Loy. - Ven, toda nuestra familia te está esperando.

Y sin darle tiempo a responder, arrastró a Loy en dirección a la mesa en la cual toda su familia se encontraba.

Laini; al ver éste tonto actuar de su prima política, simplemente agradece al encargado de mostrarles su camino y se dirige justamente donde ésta acababa de arrastrar a su esposo.

- Abuela, aquí está Loy. - Dijo felizmente la muchacha, dejando sorprendida no solo a la anciana, sino que también a la señorita de la familia Sumer quien rapidamente se pone de pie.

- Loy, que bueno es verte aquí. - Dijo la mujer con una sonrisa. - Ven, puedes sentarte... - Y sus palabras quedaron en el aire al ver a Laini colgarse por el brazo de su esposo.

- ¿Que pasa cariño? ¿Porque te desviaste del camino? - preguntó, con todas las intenciones de fastidiar a la señorita Reina.

- ¿Que haces tú aquí incompetente? ¡A ti nadie te invitó! - Dijo la anciana, viendo a su nieto soltarse bruscamente de el agarre de su prima y abrazar a su esposa.

- Señora Jones, le pediré de buena manera que tenga el respeto absoluto por mi esposa o me encargaré de que la saquen de éste lugar sin importar quien la invitó. - Respondió Loy a su abuela, quien solo apretó sus labios sin poder decir absolutamente nada. ("Al parecer ese tonto ya sabía que estaba bien protegido por la señorita Reina, de otra manera no podría jamás levantarle la voz.")

- Ya escuchó. - Dijo Reina a la anciana, para luego volver su mirada a la pareja. - No esperaba que tu esposa también te acompañara ésta noche pero.. Podemos hacerle un lugar. - Agregó con una falsa sonrisa, oyendo a Laini reír fuertemente.

- ¿ Tú hacerme un lugar a mi en tan... Poco espacio? - preguntó, para luego negar con su cabeza. - Agradezco la amabilidad, pero lo cierto es que mi esposo y yo tenemos una importante reunión en la sala VIP, por lo tanto.. Que disfruten de su cena. - Finalizó, para luego ver a su esposo quien le asiente y toma el camino con ella.

- ¿Una reunión importante? - Preguntó Gabriel, logrando que ambos detuvieran su andar. - Ya quisieran ustedes poder poner los pies en la sala VIP, los sacarán a patadas de allí. - Añadió, viendo a Laini sonreirle.

- Observanos hacerlo. - Respondió, volviendo a tomar camino en dirección a las escaleras.

Toda la familia prestó absoluta atención al ver como ambos hablaban con el seguridad de las escaleras, quien rapidamente asiente y les señala arriba donde un hombre; el cual todos conocieron de inmediato, los esperaba con una agradable sonrisa.

Al ver a estos subir sin problema alguno, no pudieron creer lo que veían, incluso Reina y los padres de Loy estaban incredulos al presenciar como Loy y Laini eran recibidos por el Magnate de los negocios.

- ¿¡Era ese el famosísimo señor Wisth!? - Preguntó uno de los tantos primos de Loy, viendo a todos observarse unos a otros con incredulidad.

- No puede ser él. - Respondió Rosa, la hermana de Loy. - De ser así, ¿Porque mi hermano estaría siendo recibido por él? Él y mi cuñada son unos don nadie.

- Voy a verificarlo. - Dijo Reina, para luego caminar en dirección a las escaleras VIP.

Todos observaron como la joven era detenida por el seguridad y hablaba con éste, pero de igual manera, éste no la dejó avanzar y le señaló que se retirara del lugar.

Avergonzada, ésta giró en dirección a la patetica familia Jones que la veía atentamente hacer el ridículo.

"No, no permitiría que estos se le rieran, ella era Reina Sumer, la hija de el mejor empresario que podía existir entre otras familias poderosas. "

(...)

Mientras ellos seguían allí, Logan guió a la pareja a una mesa en la cual se encontraba una hermosa mujer sentada.

- Por favor, permitanme presentarles a mi esposa, Lara Wisth. - Dijo Logan, viendo a la pareja sorprenderse.

- Un gusto en conocerla señora Wisth. - Dijeron ambos al unísono.

- El gusto es todo mío. - Respondió Lara, con amabilidad. - Tomen asiento por favor.

- Muchas gracias. - dijeron nuevamente al unísono, para luego ver a Loy correr la silla de Laini y sentarse junto a ella.

- ¡Oww! son tan atentos el uno con el otro. - Mencionó Lara con emoción. - Me recuerda mucho a cuando tu eras así conmigo cariño.

- ¿Pero que dices? Aún sigo siendo un caballero contigo. - Protestó Logan, viendo a Lara observarlo con sus ojos entrecerrados. - Si lo soy.

- ¿Que tal si llamamos a Gonzalo para que diga si tengo o no razón? - preguntó Lara cruzando sus brazos, viendo a su esposo sonreír mientras negaba.

- Será en vano, siempre salta a tu favor.

- Señor Wisth, lo veo y no lo creo. - Interrumpió Laini, llamando la atención de la pareja. - Mi abuelo siempre decía que iba a terminar solo pero.. Veo que solo le faltaba alguien que pudiera tenerlo cortito. - Agregó, dejando ahora la risa de los cuatro.

- Digamos que mi hermosa esposa es excelente en muchas cosas y pues.. Supo como manejarme. - Respondió éste, tomando la mano de su amada esposa.

- Deben tener una historia de amor muy linda. - Comentó Loy, viendo a ambos asentir.

- Nos conocimos en un avión, digamos que gracias a las habilidades médicas de mi esposa aún sigo con vida. - Contó Logan.

- ¿Es doctora? - Preguntó Laini, viendo asentir a Lara. - Que lindo, siempre quise ser doctora.

- Nunca es tarde para luchar por nuestros deseos más profundos. - Respondió Lara.

- Digamos que sé un poco de medicina debido a que un amigo de mi abuelo me enseñó y pues.. Gracias a ello conocí a mi esposo. - Comentó Laini, desviado su mirada a Loy.

- ¿No me diga que también tuvo que extraerle una bala sin anestesia? - Preguntó Logan, oyendo a Laini reír.

- No, en mi caso me encargue de la enfermedad del difunto abuelo de mi esposo. - Respondió, viendo a ambos asentir.

- Pero cuenten nos, ¿tiene hijos? - Preguntó Lara, viendo a la pareja negar.

- Cielo, vinimos a hablar de negocios, luego tendrás tiempo para entablar amistad. - Intervino Logan, obteniendo un pequeño empujón por parte de su esposa.

- Tu calla, sabes que me gusta conocer a las personas a fondo. - Agregó, provocando que todos rieran.

Sin duda alguna, de aquí no solo se irían con nuevos socios sino que también buenos amigos.

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