NUEVAMENTE YO!

NUEVAMENTE YO!

(1)

''

Soy Laini Libia, una desafortunada mujeres de 28 años de los cuales, dos de ellos le he brindado a mi esposo Loy Jones y toda su familia.

Si bien en el principio creí que todo iría de bien a mejor, el desafortunado destino planeo totalmente otra cosa al llevarse la vida de el jefe de familia o como todos lo llamábamos "el abuelo Jones."

Claro que tengo un lugar de nacimiento ya que todos lo tenemos, pero digamos que luego de un mal comportamiento de mi difunto hermano, le costó la vida tanto a él como a mis padres, quienes salieron en plena noche lluviosa a buscarlo.

Pensar que en un accidente como cualquier otro puedas perder a tu familia es un dólar que solo te deja marcas y teniendo solo como consuelo el demandar a los que iban en el coche contrario pero.. En mi caso no pudo ser, ya que el carro con el cual mis padres impactaron, no era nada más ni nada menos que el de mi hermano mayo. 

Crecí rodeada de amor al ser criada por mi abuela, pero al ésta partir, tuve que someterme por mucho timpo a las exigencias de mi abuelo, lo que me llevó a ser la mejor estudiante y con mejor promedio.

A pesar de todos los intentos que hacía para enorgullecer a ese viejo cascarrabias, nada le bastaba, exigía aún más y la verdad.. Ya no lo soportaba.

Mientras me desempeñaba en trabajar para su empresa, decidí estudiar con un buen amigo suyo algo de medicina avanzada, lo que según ese amigo de mi abuelo decía, me iba a servir para algo en la vida.

El asunto es que mi abuelo es un poderoso empresario al cual muchas empresas quieren unirse, pero sabiendo que es un viejo cascarrabias que solo piensa en él.. Muchos de ellos ni siquiera intentan mover un solo dedo para solicitar una colaboracion con sus empresas.

Llegados mis 23 años, decidí confrontar a mi abuelo ya que éste me acusaba injustamente de una perdida tonta en su empresa, algo que ni siquiera le hacía cosquillas pero por lo cual se puso como alma que lleva el diablo.

No era la clase de hombre al que le gustara que una mujer le contestara o lo desafiara, pero definitivamente yo no era mi abuela, yo no iba a someterme a sus mandatos solo por un mugroso pedazo de techo.

Me echó, jaja si señores, mi adorado abuelito decidió dejarme en la calle sin absolutamente nada, completamente como una indigente que no tenía a donde ir.

Se que muchos dirán "Pero pudiste ahorrar para comprar una casa o si quiera para tener un espacio pequeño alquilado." Pero vuelvo a repetirlo ¡ Ese viejo es un miserable! Mientras me diera vestimenta, alimento y techo.. No necesitaba de un sueldo, es lo que decía.

Volviendo al punto, llevaba dos años deambulando de un lado a otro sin saber hasta donde mis pies me llevarían, creía que después de obtener muchas ojeras cerradas por culpa de mi viejito cascarrabias, ya no tenía sentido seguir, fuera a donde fuera.. Ese viejo se encargaba de que todos dieran un rotundo ¡No! Por lo tanto, decidí que lo mejor era terminar con mi miserable vida, algo que fue impedido al ver a un anciano tratando de tirarse por el mismo puente que yo me tiraría.

- ¡Señor! ¡Señor! - Dije mientras corría en su dirección. - Por favor, de un paso atrás, no necesita hacer esto.

- ¿Como sabes que no lo necesito? - preguntó y le hice una señal de alto con ambas manos mientras caminaba lentamente a él. - No me conoces para decir que aún vale la pena seguir.

- Es cierto, no sé quien es ni porque motivos a tomado ésta mala decision pero.. Mientras allá vida, todo tiene solucion. - Hablé, viendo aparecer una sonrisa en el rostro de el anciano.

- ¿No estabas por hacer justamente lo mismos? - preguntó y lo observe por un momento para luego reir.

- Nada de eso, solo me asomé por el barandal para obtener mejor brisa del río. - respondí y vi la duda en sus ojos. - Escuche, baje de ahí y hablemos acerca de su problema, quizás no tenga la solucion para éste pero.. A veces necesitamos solo un oido que nos escuche y unos brazos que nos consuele. - Añadí viendolo asentir después de un momento.

Una vez bajó de allí, me invitó a una cafetería para que pudiéramos hablar más a gusto, lo que claramente acepte ya que llevaba días sin poder probar una gota de café y disfrutar de una rebanada de pastel.

Al encontrarnos allí, puse toda la atención en él quien me empezó a contar sobre una enfermedad que acababan de descubrirle, la cual los médicos experimentados le decían que ya no había cura y.. Por muy extraño que parezco, era verdad que no había cura, pero si una forma de extenderle un poco más sus días, sin sufrimientos y permitiéndole disfrutar de lo que le quedara. 

Cuando le hablé sobre ello, él sonrió contento y me pidió que fuera su medica personal, que estuviera acompañándolo durante esos dos años y cuidando de él como sabía que ningun otro de su familia lo iba a hacer.

En un principio me negué ya que mis especialidades médicas no tenian una certificación que las acompañara, pero para que me quedara tranquila, él me ofreció un matrimonio cinco uno de sus nietos, con uno que era el mas amado para éste abuelo.

Y ahora les pregunto.. ¿Que hubieran echo en mi lugar?

Está claro que acepte dicho matrimonio y al ser el abuelo Jones quien lo propuso, ni siquiera el novio se negó a aceptarlo.

Pasados un tiempo y bajo mis cuidados, el abuelo Jones se notaba cada día más animado y saludable, pero lo cierto es que su enfermedad solo fue silenciada, solo para que él no sufriera ni se asustara.

- Loy, sé que no me queda mucho tiempo. - Lo oí decir a mi esposo mientras tomaba su presión, pues los dos años ya estaban a punto de cumplirse y se hizo notar.

- Abuelo no digas eso, sabes que Laini y yo estamos aquí para cuidarte. - Respondió mi esposo como si realmente fueramos un matrimonio feliz.

- Es bueno que te lleves bien con Laini, hasta el momento solo ustedes dos han sido mis nietos filiales. - Respondió con una sonrisa. - Por eso quiero pedirte que pase lo que pase, no dejes a Laini, no te alejes de ella porque es una gran mujer. - Añadió y sonreí en agradecimiento. - Aparte oculta un secreto. - agregó en susurro y vi a Loy reír. - Se bueno con ella y cuidala incluso de la familia.

- No te preocupes abuelo, esa será una promesa que cumpliré al pie de la letra. - Respondió dejando un beso en la mano del abuelo. - Pero es hora de que tomes tu medicación y descanses un poco, ya sabes que los años no vienen solos. - añadió y vi a el abuelo sonreír.

Fue la última vez que lo oí decir algo, la última vez que ésta familia me trató como a un ser humano.

Cabe aclarar que mi matrimonio con Loy no fue más que un favor que le hicimos a el abuelo.

Pero pasaron dos años y una persona puede desarrollar sentimientos en ese tiempo, al menos yo los he desarrollado por Loy.

No era correspondida, pero trataba de hacer hasta lo imposible por demostrarle con hechos lo capaz que era para recibir si quiera una sola mirada de su parte, una que si quiera me dijera "gracias". 

Pese a que jamás consumamos nuestra noche de bodas, aún no perdía las esperanzas de que algun día me amara, de que algun día... Esto sea tan real como en mis fantasías.

- ¡Eres una tonta! - Gritó Rosa, la hermana menor de Loy. - ¡Dejaste mi vestido peor de lo que estaba! ¡No sirves ni para lavar! - agregó, propinandome una fuerte bofetada, cosa que hacían solo en la ausencia de Loy, porque cuando él estaba en casa ellas siempre eran víctimas. - Espero que mi hermano tome conciencia y se divorcie de ti, aunque si fue por el abuelo que se casó contigo, solo será cuestion de tiempo para que te arrastre fuera de nuestra familia.

- Rosa, ¿Que está pasando? - oí decir a la madre de Loy y rapidamente me puse de pie. - Desde afuera se escuchan tus gritos.

- ¡Mira mamá! ¡El vestido que pensaba usar para el cumpleaños de la abuelo fue totalmente arruinado por ésta inútil!  - respondió ella. (" no iba a defenderme, después de todo jamás lo ha echo.")

- ¿¡Como puede ser posible que no sirva ni para lavar una prenda tan sencilla!? - gritó furiosa la madre de Loy. - Eres una incompetente, nunca serviste para nada, lo que aún me hace pensar en el porque mi hijo sigue casado contigo.

- Mamá, te juro que no fueron mis intenciones, solo metí el vestido a la lavadora y..

- ¡Ya Basta! - me interrumpió sin dejarme terminar de hablar. - En primer lugar no vuelvas a llamarme mamá, porque cada vez que escucho esas palabras salir de tu sucia boca me provoca nauseas. - añadió y bajé mi mirada nuevamente. - Segundo, llevas casi un año encargandote de la casa, no puede ser que aún no sepas separar prendas lujosas como estás, a rompa para usar entre casa. - digamos que me estaba guardando todas las cosas que tenía para decirle, pero solo por respeto a mi marido. - Tercero, me alegra saber que dentro de muy poco.. por fin dejarás ésta familia, porque aunque te cueste creerlo, mi Loy está considerando el divorcio. - pronunció y rápidamente la vi con sorpresa. (¿L-Loy estaba considerando separarse? No puede ser, me cuesta creer en eso.) - Si fuera tú, aprovecharía el poco tiempo que tienes en ésta casa, porque luego de que Loy te deje, volverás a la calle de donde saliste. - Oí la puerta volver a abrirse pero aún así, no me atreví a levantar la mirada. Mis pensamientos seguían fundidos en las palabras de ésta mujer. - Por fin has llegado. - Volvió a hablar mi suegra. - ¡Mira lo que ésta buena para nada hizo con el vestido de tu hermana!

- ¿Tanto escandalo por eso? - Oí decir a Loren, la otra hermana de Loy. - Tu Placard rebosa de buenos y mejores vestidos pero te pones a hacer drama solo por ese ridiculo vestido. - Ella era más del tipo que no se metía con nadie, mientras la dejaran en paz, no buscaría pleitos con nadie y yo agradecía eso. Era la única de ésta familia que no me trataba como a un montón de basura, ella era más amable, algo que solo la caracterizaba a ella y Loy, porque los demás... No había cosas buenas para decir. - Laini, Loy dijo que eras la encargada de recojer el obsequio para la abuela, ve por el o te regañara cuando llegue. - Asentí a sus palabras y rapidamente salí de la presencia de esas dos mujeres.

Una vez estube fuera, por fin me permití respirar y descansar de sus "Has esto" o "Has lo otro" o incluso del "Eres una buena para nada."

Creo que mientras Loren esté allí, todavía podría respirar aunque sea una media hora hasta antes de que se encierre a estudiar.

Suspiré pesadamente al recordar cuan miserable se ha vuelto mi vida y cuando estoy por cruzar la calle, un carro muy lujoso se para frente a mi.

- Señorita Laini. - era Agust, el asistente de mi abuelo.- La hemos estado buscando durante mucho tiempo.

- ¿Que quieres de mi? - pregunté, viendo una amarga sonrisa en su rostro.

- Si pudiera entrar, la pondre al tanto de todo. - Contestó y sonreí.

- No gracias, nada que venga de ese viejo merece la pena para mi. - respondí y giré para retomar mi camino deteniendome ante sus palabras.

- Su abuelo a muerto, señorita Laini. - comentó y voltee a verlo rápidamente para asentir y montarme en su carro.

Mi abuelo estaba muerto y como soy la única Libia que queda... Supongo que aquí se va a hablar de la herencia, de todo lo que quedó de mi abuelo.

Más populares

Comments

Maru

Maru

Me hace recordar las hermanastras de Cenicienta; en otro orden de ideas Laini no se merece ese trato gracias a ella el abuelo fue feliz sus últimos años

2024-10-30

0

Maru

Maru

Es el momento de independizarse para la protagonista

2023-11-06

2

Maris Benitez

Maris Benitez

Muyyyyy bien , será la heredera y podrá irse de esa casa donde la maltratan 🤔🤔🤔🤔🤔🤔🤔 ojalá

2023-10-15

2

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play