CAPÍTULO 10: ENCONTRARLA

Algo que atormentaba a Peter, era saber que esa joven estaba también sufriendo por lo que les habían hecho, seguía sin poder creer que la hubieran querido perjudicar a esa magnitud, debía ser alguien que la odiara demasiado. Por ello, buscaría al señor Andrés Echeverrian para explicarle y ver alguna manera de compensar el daño, casarse con ella no podía, debía recuperar a su prometida, a la mujer que amaba, pero trataría de ver otra forma de compensarlos. Cuando estaba por ir a casa de Andrés, recibió una llamada muy importante de su asistente, debía regresar de inmediato, había surgido algo que requería su presencia, ahora debía regresar por sus negocios y para seguir buscando la manera de hablar con Ariadna y estando tan lejos, no sería posible.

Ya cuando regresará buscaría al padre de Ada y le haría saber lo que paso y si quería, juntos hacer pagar al responsable, que para entonces esperaba saber quién había sido, también para ver alguna manera de compensarles por el daño realizado, esperaba regresar pronto, solo que su prioridad, en ese momento, era arreglar el problema que afectaba directamente a su empresa, ya que cuando le fue reportado que uno de sus ranchos se había contaminado con gripe aviar, estaban buscando como evitar se afectara toda la cría de pollos, por el hecho de que eso generaría perdidas enormes en la economía para ellos, que se dedicaba a la distribución de pollo, tanto en pie como procesado.

Salir de ese problema, les costó aislar y perder una parte grande de aves, pero pudieron detener el contagio y conseguir más polluelos que fueron puestos en nuevos gallineros que adaptaron lejos del área contaminada, para así, no quedar mal con los clientes; todo esto les había generado perdidas, pero no perderían a sus clientes, ya que esto, sí generaría pérdidas a futuro mucho mayores.

Cuando por fin tomo un respiro de los problemas presentados en las granjas, se encontró con problemas legales en otra de sus empresas, las cuales aunque tenían toda la documentación y funcionamiento en orden, tuvo que ser auditada por las autoridades gubernamentales, puesto que había una denuncia anónima que decía que era una empresa de lavado de dinero y que evadía impuestos, tal escándalo hizo que varios socios quisieran retirar sus inversiones de la empresa, pero después de mostrarles que todo estaba en orden y era una difamación hacia ellos, ya que todo estaba conforme a la ley, logro calmar el ambiente y retener a sus socios.

Entre una y otra cosa había pasado poco más de dos meses, en los cuales, Peter sintió que lo estaban asfixiando, cuando logro por fin saber el paradero de Ariadna fue a buscarla, el detective le había mandado un correo con toda la información, Ariadna estaba en Chile hospedada en un departamento, pequeño pero muy acogedor. Días antes de presentarse frente a ella, empezó a mandarle flores a su casa, regalos, los cuales iban sin remitente, el día que decidió por fin presentarse y pedirle una oportunidad de hablar, se llevó una sorpresa.

Había dejado todo en el hotel donde se hospedaría mientras lograba que Ariadna lo perdonará o al menos lo escuchará. Se puso ese día unos pantalones vaqueros, una playera de cuello Sport roja, un rompevientos del mismo color del pantalón y unos tenis negros con rojo, al llegar a donde ella vivía se estacionó, había alquilado un coche para poder moverse durante su estancia en Chile, cuando estaba por bajar, vio salir a Ariadna de su edificio y saludar muy sonriente a un chico, el cual, al verla, se acercó a abrazarla y dejar un beso en lo que le pareció ser, en sus labios, para después entregarle un ramo de flores, las cuales ella olio cerrando los ojos.

Eso lo hizo enfurecer, mientras él la buscaba como loco, extrañándola, muriendo por verla y tenerla en sus brazos, pensando que ella estaba sufriendo, y ¿qué se encontró al verla?, todo le indicaba que al parecer ella estaba saliendo con otro, ¿Dónde estaba el amor que decía tenerle?, ¿tanto poco lo amaba que lo cambio por otro?

· Así de grande era tu amor por mí, que en dos meses me has cambiado por otro hombre, dijo Peter furioso, se había acercado a paso apresurado al verlos.

· ¿Qué haces aquí? ¿Cómo diste conmigo?, dijo Ariadna sorprendida, pero molesta a la vez.

· Eso es lo de menos, dime, acaso, lo que paso fue pretexto para irte con este o no era tan fuerte tu amor que a la primera me cambiaste por otro… passshh, se escuchó el golpe de su palma chocando en la mejilla de Peter.

· No tienes ningún derecho a juzgarme, lo que yo haga no es tu problema, entre tú y yo no hay nada, se acabó el día que te revolcabas con otra en mis narices.

· Eso no fue como creíste, aquí traía las pruebas para mostrarte que yo nunca te engañé, que fui incriminado para qué pasará lo que viste, pero de nada sirve mostrártelo, tú ya estás con otro, espero sean felices, adiós, dijo dejando tirado en el suelo el sobre que llevaba en sus manos, los dos se habían quedado con la boca abierta ante su reacción, hasta que uno de los dos logró hablar.

· Preciosa, lo lamento, ¿estás bien?, dijo el chico que estaba con ella.

· Sí, Joss, estoy bien, no te preocupes, no tienes nada que lamentar, dijo con los ojos llorosos.

· A mí no me engañas, ¿es él verdad?, es tu ex prometido, dijo afirmando lo último más que preguntando, se agachó a recoger el sobre, la tomo de la cintura y la empujo para empezar a caminar hacia su departamento.

Ariadna regresó a su departamento, había salido para comprar unas cosas, pero después de ese encuentro no tenía ganas más que de encerrarse en su habitación a llorar. Ya en su departamento, ella fue a tomar un vaso de agua, sentía que se ahogaba y ese, era el pretexto para alejarse un poco de su amigo, mientras digería lo que Peter le había dicho.

Mientras tanto Joss curioso por saber el chisme completo, se tomó la atribución de abrir el sobre, tenía poco conociendo a Ariadna, pero estaba seguro de que ella no se atrevería a saber la verdad, había visto a su amiga sufrir desde el primer día que la conoció, eran vecinos, él vivía en un edificio metros más adelante, se conocieron cuando salió a comprar la cena en su primer día de ella, en ese lugar.