CAPÍTULO 14

NARRADOR

Después de la sección de hipnosis, Irina se sentía nerviosa. Durante la sesión, en su mente no pudo ver con claridad quién disparó, pero sí recuerda a su madre muerta en el suelo, lo cual la perturba. Ahora, mientras duerme, tiene pesadillas con ese momento y habla dormida. Dmitry, quien tenía una cita para revisar su caso y ver la posibilidad de operarse, pospuso la cita, al igual que la segunda sesión de hipnosis para Irina. Ella estaba muy nerviosa y el psicólogo recomendó posponerla y llevarla a un lugar tranquilo para pasar unos días. Luego, él iría para realizar la sesión en el lugar que ellos escogieron para la tranquilidad de Irina.

Dmitry la llevó a una hermosa casa de campo de su propiedad. El lugar es silencioso y está rodeado de rosas y conejos. A Irina le encantó el lugar y estando ahí tiene una paz inmensa. Ya tienen una semana en esa casa y no ha tenido pesadillas. Está más tranquila y por ello el doctor viajará el fin de semana para la sesión y poder desbloquear de una vez y para siempre ese recuerdo que la hace guardar silencio.

-"¿Cómo se siente mi reina hoy?" -preguntó Dmitry desde su silla de ruedas.

-"Bien, creo que estoy lista y podré lograrlo" -respondió Irina desde su teléfono celular.

-"Yo también lo creo" -Dmitry la abrazó y llenó de besos.

-"Los voy a cuidar siempre a ti y nuestro hijo" -ella lo abrazaba fuerte.

Él hace ese comentario debido a que ya sabe los planes del padre de Irina y los de su hermana. Él sabe que debe protegerla. Esa es otra de las razones por las que la trajo a la casa de campo. Tuvo que contarle todo a sus padres, hermanos y abuelo. Todos están dispuestos a ayudarlo. Mientras ellos están en la casa de campo, Víctor y los demás le están haciendo la vida imposible al padre de Irina y Steve, su ex. La única forma de mantenerlo lejos es debilitándose. Sin dinero, no tendrán poder y sin poder y dinero no podrán acercarse a Irina, lo cual es perfecto para ellos.

En la casa de campo, mientras Dmitry se tomó su tiempo para llamar a su familia y saber cómo va todo, Irina está sentada en el campo de rosas con algunos conejos cerca de ella. Al principio, los conejos huían, pero luego de verla a menudo, comenzaron a acercarse. Como ella no les hacía nada, al contrario, dejaba comida para ellos, comenzaron a acercarse. Pero esta vez fueron espantados por una mujer que corría con su bebé en brazos y se veía golpeada.

-Ayúdame, por favor -suplicó con lágrimas en los ojos la mujer a Irina, pero esta no podía hablar, simplemente asintió, se puso de pie y guio a la mujer adentro en busca de Dmitry.

Dmitry, al ver a esa mujer, se alarmó, porque si bien era una mujer muy hermosa, estaba golpeada y tenía a su bebé en brazos.

-¿Qué pasa? -preguntó Dmitry.

-Señor, por favor ayúdeme, me secuestraron desde hace un año, un loco obsesionado conmigo, me tuvo encerrada y abusó de mí, me golpeó hasta el cansancio y hoy pude escapar con mi bebé, por favor ayúdeme -suplicó la mujer en medio del llanto.

-Llévala arriba, avisaré a los guardias -asintió Irina y subió con ella a una de las habitaciones, pero antes buscó su teléfono.

-Gracias -dijo la mujer más tranquila.

-No es nada, buscaré ropa para que te cambies y descanses, hay que buscar cosas para el bebé -dijo Irina desde su teléfono.

-¿No puedes hablar? -preguntó sorprendida la mujer.

-No, mi nombre es Irina, ahora estoy en terapia para volver a hablar, es la razón de que estemos aquí -explicó Irina desde su celular.

-Que estén aquí me ha salvado la vida, les voy a estar en deuda toda la vida. Ella es Sol, tiene tres meses, es muy bien portada. Yo soy Celeste -se presentó.

-Un placer conocerlas, voy por ropa para que puedas tomar una ducha -dijo Irina mientras buscaba algo de su ropa nueva y se la entregaba a Celeste, quien agradeció.

-¿Podría pedirte el favor de que sostengas a Sol mientras me ducho? -preguntó Celeste apenada.

-Sí, por supuesto, estoy embarazada y me serviría de práctica -respondió Irina.

-Felicidades, Sol es una buena niña, no llora a menos que tenga hambre -dijo Celeste mientras le entregaba la bebé a Irina y luego entraba a ducharse.

Irina estaba feliz con la bebé que no dejaba de sonreírle y mirarla, era una niña tan hermosa, se parecía a su madre, no entendía cómo alguien puede tener tanta maldad.

-Te verás hermosa de mamá -comentó Dmitry mientras entraba a la habitación y la veía con la bebé en brazos.

Ellos jugaron con la pequeña que rápidamente se durmió en brazos de Irina y luego la acostó en la cama rodeada por las almohadas. Celeste salió del baño ya más limpio, se podían ver aún más los golpes en su piel blanca y delicada, ella era una mujer hermosa, cuerpo perfecto, ojos negros, cabello del mismo color, un rostro perfecto de no ser por los golpes en él.

-Mi hermano viene en camino con un detective y seguridad para sacarte de aquí. ¿Tienes algún familiar al que quieras avisar? - Dmitry

-No, mis padres murieron unos meses antes de mi secuestro y supongo que por eso nadie me buscó. Soy hija única y siempre fui solitaria - Celeste.

-Bueno, bajemos a comer algo. Los guardias vigilan los alrededores por si ese hombre aparece - Dmitry.

-Gracias de verdad, muchas gracias. No sé cómo pagarles lo que hacen por mí, pero de alguna manera lo haré - Celeste.

-Eso lo veremos luego, vamos a comer - los tres bajaron y comieron. Celeste subió rápido porque tenía miedo de dejar a la niña sola. El psicólogo llegó y al ver la situación se quedó para hacer la sesión al día siguiente cuando Celeste y su hija ya se hayan ido.

Aprovechando su presencia, le pidieron revisar a Celeste y hablar con ella. El médico concluyó que es víctima de abuso desde hace algún tiempo y hasta ahora que logró escapar. La joven durmió poco porque tenía pesadillas. Víctor llegó por la tarde con el detective y más seguridad para sacar a la joven de ahí y oír su declaración.

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