CAPÍTULO 11

IRINA

Los hermanos de Dmitry son todos unidos y graciosos. Siempre se están molestando entre ellos. Yo creí que podría tener una niña, pero su hermano me comentó que sus familias no tienen hijas, solo hijos. Así que ni modo, tendré solo niños. Después de cenar con los hermanos de Dmitry, ellos se quedarían en la mansión, al igual que sus padres, que llegarían al día siguiente. Me preocupa que ellos no me acepten y quieran que Dmitry se divorcie de mí. No sé, aún no me siento segura con los demás.

En la habitación, a la hora de dormir, abracé fuertemente a mi esposo, quien me abrazó también y dejó un beso en mi frente.

-"Todo va a salir bien. Mis papás y mis abuelos te van a adorar, ya lo verás. Además, les darás a su primer nieto", me besa Dmitry.

Yo volteo a verlo a los ojos y sentí la necesidad de hablarle y no sé cómo, pero en un pequeño susurro de mi boca salió la palabra "te amo". Creo que él apenas y lo escuchó.

-"Vuelve a decirlo", pide Dmitry. Lo intenté, pero no pude.

-"No te preocupes, yo también te amo y pronto podrás hablar. Este fin de semana le comentaremos tus avances al psicólogo y verás que nos tendrá buenas noticias", me abrazó y me besó.

Por primera vez en años, sentí la necesidad de volver a hablar, de expresarme y decirle que lo amo fuerte y claro. Pero de mi boca no salía ningún otro ruido. Así que comencé a besar para demostrárselo. Él no se resistió y comenzó a quitarme el pijama.

-"Mi reina, hoy estás especialmente cariñosa y eso me encanta", Dmitry comenzó a besarme y a dejarme completamente desnuda para él. La noche fue larga y llena de pasión. Él no se cansaba y yo estaba dispuesta a complacerlo.

Cuando despertamos, eran las nueve de la mañana. Tomamos un baño de tina juntos y luego de arreglarnos, bajamos a desayunar. Sus hermanos ya estaban terminando.

-"Buenos días, tórtolos. Al parecer, la noche estuvo muy divertida", dijo Víctor y yo me sonrojé un poco.

-"Cierra la boca", le ordenó Dmitry.

-"Lo haré porque ya tenemos que ir por nuestros padres y los abuelos, de lo contrario seguiría molestándolos", responde Víctor y se va con sus demás hermanos.

-"Seguro te amaran, relájate y comamos", dice Dmitry.

Estuve muy nerviosa después de desayunar. Tenía pavor de que los padres de Dmitry no quisieran que fuera su esposa y mucho menos que yo fuera la que les diera su primer nieto. Y para colmo, a pesar de los hechos, ninguno llamó para avisar si venían o si se oponían a nuestra relación. Por eso regresaron a su país. Los nervios me mataban hasta que la puerta de la entrada de la mansión se abrió y entraron dos hombres y dos mujeres. La primera pareja tenía sus 55 o 60 años y los mayores 80 años, cuando mucho, pero todos muy bien conservados.

-"Mamá, qué bueno verlos a todos aquí", dice Dmitry.

-"Muchacho del demonio, te casas y no nos dices nada. Ahora vas a ser papá y tampoco nos dices nada. A mí no te me acerques. La única que quiero ver es a mi nuera. Pobre chica, tuvo que caer en tus manos", expresa la mamá de Dmitry y se acerca a mí.

-"Tú debes ser Irina. Niña, sí que eres hermosa. Mis nietos van a ser muy guapos. Yo soy Darya, la mamá de este mal educado. Si te llega a hacer algo, tú búscame y yo lo pongo en su lugar", sonrío ante las ocurrencias de la señora Darya. Ya sé a quién salieron sus hijos.

-"Mamá, por favor", dice Dmitry.

-"Tu mamá tiene razón. Ahora te aguantas todo lo que tengamos que decirte. ¿Cómo haces las cosas a nuestras espaldas? Irina, disculpa a ese animal de mi hijo. Ahora mi padre y yo hablaremos con él en el despacho. Ustedes quédense aquí. Mi esposa te cuidará muy bien", el padre de Dmitry se lo lleva junto a su abuelo y quedo sola en la sala con las dos señoras.

-"Hija, ya mis nietos me contaron de tu situación y déjame decirte que te apoyamos para que pronto puedas volver a hablar. Aquí nos quedaremos y te ayudaremos en todo. Después irás con mi primer bisnieto a conocer nuestro país. Por ahora, tú preocúpate por recuperarte, que nosotros nos ocupamos del resto", dice la abuela de Dmitry muy sonriente.

Yo encendí mi celular y comencé a escribir para que mi teléfono reprodujera todo lo que quería decirles.

-Gracias por todo, de verdad. Yo también quiero recuperarme. Y no se enojen con Dmitry, él es un buen hombre y me trata como a una reina", fue todo lo que escribí.

-"Nos alegra saber eso, pero ese muchacho sinvergüenza hizo mal al no hacer una boda como Dios manda. Necesita una buena jalada de oreja para que recuerde hacer las cosas bien siempre", dijo la abuela de Dmitry.

-"Bueno, pero no demasiado", escribí, y ambas reímos.

Estuvimos un largo rato, solamente las tres. Las señoras son muy alegres, al igual que mis cuñados. La mansión se siente más llena de vida y se siente un calor de hogar que nunca antes sentí. Bueno, solamente con mi mamá, y eso fue hace mucho tiempo.

-"Hija, ¿tú fuiste la que cambió la decoración de la mansión?", preguntó mi suegra, y yo asentí.

-"Todo quedó muy hermoso. Muchas veces quise cambiar algunas cosas, pero Dmitry se opuso. Qué bueno que llegaste a su vida para darle color", dijo la abuela de Dmitry.

Seguimos las tres solas. Ellas hablan demasiado. Afortunadamente, llegaron mis cuñados a salvarme, y Martha anunció que la comida estaba lista. Víctor fue por su abuelo, su papá y por Dmitry. Ya todos reunidos, comimos en armonía. Cada uno comenzó a escoger nombres para el bebé, y todos eran horrendos. Ninguno me gustó. Mi pobre bebé me asesinará si le doy uno de los nombres que proponen sus abuelos o tíos.

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