CAPÍTULO 4

LEILA

En la mañana desperté muy temprano y me arreglé para las clases. Fui al comedor y evité a toda costa a Ivone. Al final del día, volví a la habitación y había una niña de mi edad con el cabello negro y rizado. Era muy hermosa, con piel blanca y grandes ojos negros. En cuanto entré, me regaló una sonrisa.

- Hola, soy Katya y soy tu nueva compañera - saludó.

- Hola, soy Leila - respondí con desconfianza y entré a mi cama después de dejar los libros de lado.

- ¿No te vas a poner tu pijama? - cuestionó.

- No tengo - di la espalda y tomé mi almohada.

- Te regalo esta - me extendió una pijama nueva y yo no sabía qué hacer. Si la tomaba y me castigaban, solamente por las órdenes del señor Villareal, me daba miedo.

- No la quiero - respondí asustada.

- ¿Por qué? ¿No quieres ser mi amiga? - preguntó.

- No es eso, es que me podrían castigar si la tomo, así que mejor no - respondí.

- Solamente es una pijama, además, nadie entrará en la habitación por la noche, así que úsala - me la dio y dudé por unos minutos.

- Gracias, Katya - la tomé y entré al baño a cambiarme.

Cuando me la puse, me sentí tan bien. Jamás había usado algo tan lindo. Era una pijama nueva y se veía realmente costosa. Cuando salí, había una cobija de princesa en mi cama y ella ya estaba acostada.

- Gracias - le dije y entré a la cama.

Cada mañana despertaba antes que todos y guardaba bien la cobija y la pijama. Katya al principio no entendía por qué lo hacía, pero conforme pasaron los días, lo entendió. Ella trató de defenderme de Ivone, pero ella no podía hacer nada. Igual, la única castigada siempre era yo.

Yo le conté toda mi historia. Los únicos días que era feliz eran los días de vacaciones porque siempre estaba sola y no había ninguna razón para castigarme. Aunque Katya y yo nos fuimos haciendo amigas de habitación, se preguntarán cómo es eso. Pues, de la puerta de la habitación para afuera, nos evitamos. Si me veía pelear con Ivone, tenía prohibido acercarse. Y de la puerta para adentro, ella me prestaba sus cosas y me regaló varias cosas muy lindas, aunque todo se guarda en su closet porque nadie puede saber que somos amigas y que uso cosas tan caras.

Así pasamos cinco años. Yo ya había aprendido a soportar cada golpe y castigo en este internado. Milanes ya no dolía cuando las golpeaban. Ya me había acostumbrado a ello. Incluso las ratas y cucarachas del agujero son mis amigas. Katya siente pesar por mí, pero igual no la dejo hacer nada. No quiero que alejen de mí a la única persona que está cerca de mí y se preocupa por mí.

-Te voy a mostrar lo que metí de contrabando para ti - Katya saca una laptop de su bolso y un dispositivo de Internet móvil.

-¿Es en serio? - pregunté emocionada.

-Sí, nadie me vio traerlo. Ahora hay que buscar la forma de esconderlo donde nadie lo vea - Katya.

-En el piso estará bien. Mira - debajo de mi cama había un par de tablas de madera sueltas y podía esconder ahí la laptop.

-Es un buen escondite - Katya.

-Gracias, con esto podré saber de mi hermano - comenté y la abracé.

-Lo sé. Además, me contaste que antes de venir aquí podías incluso ver los mensajes en los teléfonos de los demás. Así que puedes volver a hacerlo. Y sé de muy buena fuente que con una computadora e Internet puedes hacer mucho dinero sin salir de la habitación. Y así podrás tener dinero ahorrado para cuando salgas de aquí - Katya.

-Sí, tienes razón. Pero tendrás que ayudarme y prestarme la cuenta que usas tú. Sabes que soy un fantasma para nadie éxito y no puedo salir de aquí - respondí.

-Yo siempre te ayudaré - Katya.

-Gracias - dije y la abracé.

Esa noche, por primera vez en seis años, me conecté a Internet. Busqué noticias de mi hermano desde el día que me separaron de él. Y lo primero que encontré fue el acto de caridad que hizo el señor Villareal. Adoptó al hijo de su empleada tras su muerte y la de su hermana gemela. Eso demuestra el corazón tan bondadoso de él. O eso es lo que la prensa dice. Si conocieran a la perfección quién es, no lo alabarían tanto.

Lo que más me sorprendió fue una noticia que salió hace dos días. Confirman compromiso entre el hijo adoptivo de la familia Villareal y la única heredera de los Smith. Los jóvenes, de tan solo dieciséis años, darán el sí acepto cuando terminen sus carreras universitarias. Mi hermano se veía tan feliz en esas fotos que no parecía el mismo niño al que le dolió que lo separaran de su hermana. En realidad, se veía feliz y dichoso con todos esos lujos. La prensa reflejaba cuánto podía gastar el joven Villareal. Y era una fortuna. Él tenía los mejores coches y lo más actual. Esa noche no estaba segura si mi hermano cumpliría su promesa de encontrarme un día y hacer pagar al señor Villareal por la muerte de nuestra madre.

Esa noche me fui a la cama con esa duda en mi corazón. Tenía miedo de que mi hermano me fallara, así que debía conseguir su número celular y entrar a su celular. Debía saber si él aún me recuerda, pero eso me tomaría tiempo. Ya que hace mucho no lo hago, debo familiarizarme con todo nuevamente. Una forma de conseguir su celular es entrar al servidor de las empresas Villarreal. Ahí sería fácil conseguir el teléfono del señor Villarreal y, por supuesto, después de tener el número del señor Villarreal, será pan comido conseguir el de mi hermano. Es su hijo, en su celular debe estar su número guardado. Ya tenía un plan y lo seguiría al pie de la letra al día siguiente.

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Comments

Maribel Acosta

Maribel Acosta

pobre Leila

2024-04-26

1

Maricruz La Más Bella ❤️

Maricruz La Más Bella ❤️

A ese niño seguro le ganó el amor al dinero 🤑 y ya ni siquiera se a de acordar de ella 🥺

2024-04-25

1

Noemi Rosado

Noemi Rosado

Se habrá 🤔 olvidado de ella? 💔

2024-04-19

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