Capitulo 8

BRENDA

Es bueno saber que tiene una familia, con esa cara de gruñón, asusta a cualquiera.

Perdón, directora, pero me gustaría saber qué fue lo que pasó y por qué ellos, que son las víctimas, no tienen ningún rasguño. Explíqueme eso, por favor.

Señora, puedo entender su molestia, pero que los niños no presenten las mismas lesiones no significa que lo que hicieron sus hijos estuvo bien. No actuaron de manera correcta.

Ok, señora directora. Entiendo todo lo que dice y está bien. Los niños van a asumir las consecuencias de sus actos. Por eso, no se preocupe, pero necesito saber la narración de los hechos para poder entender esta situación. Explíquese, por favor.

Deberían expulsarlos, sobre todo a tu engendro, ya que desde que él llegó no hace más que causar problemas. Comenta la misma mujer de hace un rato.

Mi juicio se nubla y más cuando se trata de mi hijo. Esta tipa, ¿quién se cree? La voy a hacer pedazos. Camino sin importarme nada cuando siento de forma brusca un abrazo que me detiene.

Suéltame... Lo digo con molestia y apretando los dientes del enojo que ya tengo.

Niños, por favor, vayan al patio de juego por favor. Menciona la directora. Lo que vamos a tratar ahora es entre adultos, así que por favor, Fernando y compañía, les pido que se retiren.

Los niños salen del aula y el ambiente ya es más tenso de lo que era antes. Realmente estoy molesta, muy molesta. Ya cuando nos aseguramos de que los niños están lejos, empiezan a escupir su veneno. La mujer está...

¿Por qué te enfadas? Todos en esta sala sabemos que es verdad.

Tú, ¿qué vas a saber? Si ni siquiera nos conocemos, ¿cómo para que te sientas con derechos de hablar de mi vida privada y, sobre todo, de la de MI HIJO?

¿Eso crees? Su tono es arrogante y me enferma que piense que me puede ofender.

-¡¡ Claro que lo creo!!

Pues, para tu sorpresa, estuve presente en el momento en que llegaron a impedir tu boda con el buen mozo y mejor partido de Santiago Lascuráin.

Estoy más que sorprendida. Reviví el momento en que fui vilmente humillada y traicionada. Mis ojos se cristalizan, no porque sienta algo todavía por Santiago, sino por su estúpida culpa y la de este hombre. Mi hijo paga los platos rotos de sus malas decisiones.

JAJAJAJA, su risa me irrita. ¿Qué? ¿Todavía lo amas? ¿Por eso regresaste? La quiero golpear, pero cuando siento nuevamente su abrazo, aún más fuerte y con algo más que no sé descifrar en este momento...

¡¡NO!! ELLA AHORA ES MI PROMETIDA.

Este que se cree que está haciendo, me piensa meter en más problemas de los que ya tengo. Es un troglodita.

RODRIGO

Me encanta su carácter de justicia. Supongo que por eso también estudio derecho. La discusión es más intensa entre ellas, por eso la tengo que detener antes de que haga una locura y no la suelte de mi abrazo, pero no puedo permitir que la ofendan más de lo que ya fue ofendida en el pasado. La voy a conquistar.

No pienso mucho en lo que tengo que hacer después de que le dijeron esas palabras y se le cristalizaron los ojos. Estoy convencido de la decisión que voy a tomar...

¡¡NO!! ELLA AHORA ES MI PROMETIDA.

Ya no se resiste al abrazo, solo me ve y no sé qué piensa.

"Estás loco Rodrigo, todos sabemos que ella no te conviene. Haz cuentas, tiene un hijo de 9 años y se fue de la ciudad al poco tiempo que tu primo la dejó en el altar".

"¿Qué tratas de decir?... explícate".

"Ay, por favor, eres un hombre inteligente. Es obvio que ya iba embarazada de tu primo o ni siquiera era de él y por eso la engañó con la mamá de los gemelos".

"Jajajaja, estás loca verdad. Se nota que ves muchas telenovelas. ¡¡YO!! PARA TU INFORMACIÓN ¡¡NUNCA, NUNCA!! ESCÚCHALO BIEN, ¡¡NUNCA!! ESTUVE CON SANTIAGO O ALGUIEN MÁS COMO DICES, ANTES DE LA DICHOSA BODA".

Tomé su rostro y lo acuné con mis manos, obligándola a que me mirara. Extrañé tanto estos hermosos ojos que no puedo contenerme más y le robé un beso tan rápido que no la dejé reaccionar.

"Vamos Brenda, por favor. No tienes por qué estar aclarando nada de lo que pasó hace tanto tiempo". La tomé por la cintura y nos dirigimos a la salida.

"¡¡ESTÁS LOCO RODRIGO!!".

BRENDA

Este loco, ¿qué le pasa? ¿Por qué me besa? Todavía no asimiló lo que acaba de ocurrir cuando grita con desesperación esta mujer.

¡Estás loco, Rodrigo!

No puedo evitar detenerme y girar sobre mis tacones.

¡Ah! Ahora entiendo todo. Te gustaba Santiago y ahora el que te gusta es Rodrigo. Por eso eres hostil con los niños. ¿Crees que haciéndolos sentir mal por medio de tu hijo (él, lo señalo) se vería en la necesidad de buscarle una madre a sus hijos y tú te ofrecerías en tributo para los dioses? ¿Me equivoco?

No dijo nada, no lo afirmó, pero tampoco lo negó.

No te preocupes, cuando me canse de él, lo puedes buscar... a ver si tienes suerte.

Eres una estúpida. No se te olvide que uno ya te dejó y engañó. No dudes que pueda pasar lo mismo con él. Tal vez no sea yo, pero quiero ver llegar ese día y no sabes cuánto lo voy a disfrutar...

Cómo puedo liberarme ya de su agarre y camino para ponerme frente a ella. Se asusta por la cercanía y retrocede un poco ya que el sofá se encuentra detrás de ella.

Tranquila, no te voy a hacer nada. No me rebajaré a tu nivel, pero quiero saber quién eres, por qué te empeñas en revivir el pasado y por qué el mío.

Saber que no le voy a hacer nada le da seguridad para seguir escupiendo su veneno. Ella es altiva y muy hermosa, sé que la he visto, pero no sé por qué el resentimiento.

¿Por qué me odias? Se puede saber de dónde nos conocemos para entender.

No, no mereces saber mi nombre.

Rodrigo.

De mi cabeza no salen las palabras de esa mujer. Haz cuentas, tiene un hijo de 9 años y se fue de la ciudad al poco tiempo que tu primo la dejó en el altar. ¿Podría ser? Sería increíble. Lo tengo que investigar.

Mi cabeza está en otro lado y cuando menos me doy cuenta ya está discutiendo nuevamente con esa mujer. Ahí voy por ella y le pido irnos.

Por favor, ya basta. Brenda, ella es Megan.

¿Qué? Rodrigo, dime que no es cierto.

Vamos, por favor. Podemos platicar en otro lado.

Ninguno de los dos merece ser feliz. Ustedes me arruinaron a mí y buscaré la manera de que ustedes tampoco lo sean.

Sale indignada, junto con la otra mujer. Brenda está completamente estática.

"Vamos, por favor", le digo mientras la tomo del brazo y salimos de la dirección...

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