Capítulo 04. Celosa

Berta estaba más que furiosa tan solo imaginar, que Sebastián esté cerca a Kelly, le invadía una ira incontrolable, ella se decía como se le ocurre siquiera hacerla esperar.

Berta:vaya hasta que llegas ya me había cansado de esperarte, ya me estaba yendo.

Sebastián:no, no te vayas déjame que te explique.

Berta:no me tienes que explicar nada, me imagino que anoche la pasaste bien con la fea esa es por eso que hoy llegas tarde.

Sebastián:¿celosa?.

Berta:ja, celosa yo y de ese adefesio, por favor, perdiste la razón acaso.

Sebastián:no, no amor mío, solamente era una broma.

Berta:pues tu broma, te va a salir muy cara, me voy.

Sebastián:no, no me dejes te necesito, te deseo mucho eres muy hermosa.

_ mientras Sebastián le decía todo eso la iba desnudando y echándola en la cama, los dos la pasaron como siempre haciendo el amor, mientras en la finca de los Fernández, Kelly ayudaba a Doña Celia a preparar el desayuno, cuando ya todo estuvo listo desayunaron.

Don Elías:amor hoy iré a la bodega y luego iré a los viñedos ya hace mucho que no estoy por allá aunque Estoy seguro de que Ismael, trabaja como debe ser, deseas acompañarme.

Kelly: si papá me gustaría mucho.

Doña Isabel:amor, tienes que aprender más del trabajo que hace tu padre porque, solo tú lo vas a heredar

Don Elías:así es hija, si los Mondragón pretenden hacerse de tu herencia van a estar bien confundidos porque todo esto quedara asegurado solo para ti.

Doña celia: muy bien señor así se habla solo mi niña tiene derechos a la fortuna de los Fernández Correa.

Doña Isabel: así es hija.

Kelly: gracias papás, yo cuidare muy bien de su patrimonio.

Doña Isabel:lo sabemos mi niña, por eso tu papá se esmera cada día.

Don Elías:entonces vamos mi amor.

Doña Celia:por cierto a que hora vendrá ese muchacho.

Doña Isabel:no dijo, en todo caso si viniera le diremos que te espere o que venga mañana y que diga a que hora vendrá, para que lo esperes.

Don Elías:si, es verdad amor.

Kelly:vamos entonces.

_ en la casona, doña Catalina, daba desayuno a su marido.

Don Felipe: y en donde esta mijo.

Doña Catalina: salió dijo que iba a ver a alguien.

Don Felipe: seguro fue a visitar a su prometida, ja, ja, ja, ja, ese es mi muchacho esa fortuna no se nos puede escapar, vez inútil, casi malogras todo anoche.

Doña Catalina:lo siento.

Don Felipe:lo siento, lo siento, acaso con eso solucionas algo, me voy a trabajar, espero que apenas llegue me sirvas el almuerzo.

Doña Catalina:si, señor

_ mientras don Felipe se fue a trabajar a su viñedo y don Elías fue a la bodega a ver como va la preparación de vinos. En el hotel hablaban Berta y Sebastián.

Berta:entonces a donde fuiste ayer a ver a esa bruja verdad.

Sebastián:si yo no quise, pero sabes como se pone mi padre si no lo obedezco.

Berta:no, estarás conquistandola o sí.

Sebastián:¡Berta! como se te ocurre pensar siquiera eso, es horrible.

Berta:entonces si la viste.

Sebastián:te estoy diciendo que sí.

Berta:entonces si te casarás con ella.

Sebastián:si, pero solo será por su fortuna, mi padre dijo que cuando me case con ella y tenga la fortuna asegurada, podré hacer lo que yo quiera.

Berta: y que es lo que quieres.

Sebastián:  casarme contigo y llevarte a mi casa como mi mujer que eres.

Berta:de verdad.

Sebastián:si así tendremos la fortuna de la fea y podremos disfrutarlo, solo nosotros dos.

Berta:la idea me agrada mucho, solo tengo una condición.

Sebastián:la que tú quieras mi hermosa, mujer.

Berta: ese matrimonio no debe ser consumado, ¡no!, me rehusó a compartir lo que es mío con otra.

Sebastián:y tú crees que yo voy a soportar acostarme con ese adefesio, no seas mala, solo quiero estar así contigo así los dos en la cama y desnudos.

Berta:más te vale, porque yo soy capaz de dejarla calva, nadie se va a meter con mi hombre.

Sebastián:me encanta verte así de celosa.

Berta:no,aún no me estás viendo celosa, pruébame y verás, no te gustara nada verme celosa.

Sebastián:preciosa ya es tarde no hemos almorzado, mira es a la una  de la tarde cuando estamos así juntos la hora pasan volando, nos vemos mañana.

Berta: porque tan apuradito otros días nos quedábamos hasta muy tarde, o tienes que ir a otro lado.

Sebastián:la verdad si tengo que ir donde el adefesio para que vea que si muero por casarme con ella.

Berta: Sebastián, no te atrevas a acercarte mucho a ella ya sabes.

Sebastián:no jefa, ja, ja, ja, ja, ven ya no estés molesta.

Berta:eso no es un chiste, Sebastián, así que comportarte y respétame.

Sebastián:si amor.

_ Sebastián y Berta salieron del hotel sin ser visto por nadie, cada quien se fue a su casa, cuando Sebastián llegó a la gran casona fue a almorzar, encontrándose con su madre allí.

Doña Catalina: hola hijo ya te sirvo tu almuerzo.

Sebastián: en donde está mi papá.

Doña Catalina:dijo que trabajaría y vendría a almorzar, aún no ha llegado.

Sebastián:ja, ja, ja, de seguro debe estar con algunas de sus conquistas.

Doña Catalina:hijo respétame soy tu madre.

Sebastián:, sabes que no me fastidies, ya se me quito el hambre, adiós.

Doña Catalina:hijo come algo más, hijo.

_ Sebastián salió azotando la puerta, se fue a la casa de Kelly, mientras tanto ya en casa de los Fernández habían terminado de almorzar y Kelly estaba ayudando a Doña Celia a lavar los servicios, cuando tocaron la puerta, Doña Celia abrió la puerta, dándose con la sorpresa de que es Sebastián.

Sebastián:buenas tardes, señora vengo a ver a Kelly, se encontrará.

Doña Celia:, si claro adelante, ya le aviso a mi niña, que usted está aquí.

Sebastián:gracias.

_ doña Celia fue a la cocina en donde se encontraba Kelly.

Doña Celia:mi niña, llegó ese joven, dice que viene a verla.

Kelly:gracias nana ahora mismo voy.

_ Kelly seco sus manos tomo un plato de galletas y fue llevando a la sala, se sentía un poco nerviosa, era la primera vez que estaría, sin sus padres frente a Sebastián.

Kelly:hola Sebastián, no sabía si vendrías.

Sebastián: si ayer dije que vendría y ahora lo estoy haciendo, en la mañana no pude porque tenía que ayudar a mi padre en el viñedo.

Kelly: entiendo, no te preocupes, supongo que ya almorzaste, pero igual te ofrezco unas galletas.

Sebastián:si, si con lo que a mí me encantan las galletas.

Kelly:lo siento no lo sabía de haber sabido, te guardaba más, lo que sucede es que cuando hay muchas galletas en casa mis padres la llevan para los niños de los trabajadores.

_ Sebastián que no había almorzado, estaba más que agradecido que no se llevarán todas las galletas, Kelly se dio cuenta de cómo devoraba las galletas así que solo le ofreció un vaso de leche.

Sebastián:gracias, estaban muy deliciosos.

Kelly:gracias, yo misma los preparé.

Sebastián:si que bueno, digo es bueno que sepas cocinar.

Kelly: hoy en día una mujer no es solamente para que se encargue de la cocina y de los hijos, hoy en día las mujeres saben hacer muchas cosas.

Sebastián:pues aquí en el pueblo, solo las mujeres se encargan de cocinar.

Kelly:bueno, no voy a discutir sobre eso contigo. Dime que te gusta hacer.

_ Sebastián se quedó pensativo nunca nadie le habían preguntado que es lo que más le gustaría hacer, excepto Berta hace unas horas, pero él no podría decirle eso a Kelly, ya que podría romper el compromiso y adiós fortuna.

Sebastián:lo que más me gusta hacer pues.

Kelly: si lo que más te guste que es.

Sebastián:creo que montar a caballo en serio, yo hace mucho que no monto a caballo le agarre miedo, cuando era pequeña, un caballo me tiro al piso desde allí no monto.

Sebastián: yo podría ayudarte cuando se pueda.

Kelly: si me gustaría, si tienes caballo, acá no tenemos por lo mismo que te dije papá los vendió.

Sebastián:en casa tenemos caballos, son mansitos, los monto cuando quiero estar solo, siento que me lleva a la libertad.

Kelly:si me imagino que debe ser lindo.

Sebastián: tus padres no se encuentran.

Kelly:no, pero está mi nana es como si fuera mi mamá, así que si te preocupa mi reputación, puedes estar tranquilo.

Sebastián: ¿cuál es tu pasatiempo favorito?.

Kelly: cocinar, si la cocina, me encanta, cocinar.

Sebastián: cuando era niño mi mamá me preparaba unas galletas deliciosas como las que acabas de invitarme.

Kelly:en serio, que lindo, me dices que preparaba cuando eras niño, acaso ahora no lo hace.

Sebastián:no y no quiero hablar sobre eso.

Kelly: no te preocupes, respeto tu decisión, te sientes bien, lo digo porque me parece verte nervioso.

Sebastián:debo irme vendré otro día, lo siento.

Kelly:lamento si dije algo que te ofendió.

_ Sebastián salió muy de prisa, porque recordó, que cuando era pequeño su madre le preparaba galletas, un día él estaba jugando en el jardín, sin darse cuenta entro corriendo a su casa para enseñarle a su mamá lo que había hecho, cuando escucho sonidos en el cuarto de su mamá, él creyendo que su mamá estaba allí entró corriendo, dándose con la sorpresa de que su padre estaba teniendo sexo con una mujer. El padre sin vergüenza se levantó y abofeteo a Sebastián, este que tenía mucha rabia de lo que vio y más aún con el golpe que le dieron, él salió corriendo del cuarto, cuando pasaba por la sala su madre le pasó una bandeja con muchas galletitas.

Doña Catalina:mira mi amor, te preparé galletitas, son de las que tanto te agradan.

Sebastián:no las quiero, son una porquería todo lo que tú haces, te odio, eres una inútil.

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