Capítulo 10 - El ascensor

Al día siguiente me levanto para desayunar y comienzo a recordar a ese hombre tan enigmático que conocí el día de ayer, cómo me hizo sentir con sus palabras y como me miraba, pero esos pensamientos se vieron oscurecidos por el recuerdo de Tomi, su mirada llena de odio y toda el aura negativa qué desprendía.

De verdad soy una tonta al pensar que él cambiaría y en ayudar a su familia, supongo que le ha pedido ayuda a la familia de Alicia y por eso se ha comprometido con ella, me duele un poco, pero ahora debo pensar en que es problema de otra persona y en lo valiosa qué soy, como me decía Habib anoche.

Me levanto, me cambio de ropa y me coloco algo fresco, pero cubierto, ya revise el código de etiqueta del lugar y no se puede estar mostrando mucho, solo en la playa y hasta cierto límite.

Llamo a mis padres y me dicen que están desayunando, les digo que me esperen que voy bajando, salgo rápidamente de la habitación y tomo el ascensor, estoy jugando con mi celular cuando veo que el ascensor se detiene unos pisos más abajo y me quiero morir cuando veo que entran Alicia y Tomi.

Puedo notar su sonrisa ladina cuando me ve sola en el ascensor, ni siquiera veo a Alicia quien entra detrás de él.

Cuando el ascensor se cierra veo como el lo detiene y me toma por el cuello colocándome contra la pared, yo me quedo helada y veo como el se pega a mi cuerpo, pone su nariz en mi cuello y aspira mi olor.

Trato de hacer contacto visual con Alicia y veo como juega con el teléfono, ni siquiera me mira, aunque puedo notar que carga unos lentes enormes y pareciera que tuviera un golpe en el rostro.

-De verdad pensaste que te ibas a liberar de mi, pues no, el universo se encarga de unirnos - sentía como poco a poco perdía el conocimiento y era el lo último que veia

Cuando abrí los ojos estaba en la enfermería del hotel, intenté llamar a mis padres pero no mi contestaron, por lo que en lo que me sentí mejor salí de allí, les dije que no había desayunado y me dijeron algo dulce, lo tomaron como una baja de azúcar.

Fui al restaurante a ver si mis padres estaban allí y no los encontré, así que volví a mi habitación, no quería estar sola en el hotel y me daba terror volver a encontrarme con Tomi, así que preferí ver televisión.

No sé en que momento me quedé dormida y me desperté cuando alguien tocó la puerta de mi habitación, no sabía que hacer, no sabía si responder, hasta que escuché la voz de mi madre.

-Becky hija, ¿estás ahí? Vamos a almorzar - respire profundo y me levanté rápidamente de la cama

Abrí la puerta y mi madre me miró de arriba a abajo.

-¿Qué te pasó? Estas horrible hija, te estuvimos esperando para el desayuno y no llegaste -

-Me dio un bajón de azúcar, me sentí mal y me devolví a la habitación, los estaba llamando y no me contestaron el teléfono - mientras hablaba con ella aproveché para irme acomodando un poco

Cuando estuve lista salimos y me veía con cara de interrogante, sabía que quería preguntarme algo e imaginaba que tenia algo que ver con Habib, pero supongo que no sabia por donde empezar.

-Mamá termina de preguntar lo que quieres saber, me tienes nerviosa - le solté de golpe

-Es que no se cómo lo tomes - miraba a otro lugar

-Dilo como te salga - respondí

-¿Que te pareció el amigo de tu papá? El que cenó anoche con nosotros - sabía que por allí iba la cosa

-Me pareció una persona agradable ¿por? - ahora con que vendrán estos dos

-Por saber, es un futuro socio de tu padre y es posible que lo veamos seguido -

-Ustedes lo verán seguido, porque te recuerdo que yo me voy a ir a estudiar a Inglaterra - le dije y su expresión no me agradó nada

-Cierto - bajamos del ascensor y me cambió el tema

Iba al restaurante y me tomó de la mano llevándome fuera del hotel, donde nos esperaba un auto.

-¿A donde vamos? - pregunté rápidamente

-Vamos a comer, pero fuera del hotel y creo que vamos a tener que usar esto - me mostró unos velos

-Es chiste ¿verdad? - negó con la cabeza y me dio uno

Llegamos a un restaurante y se veía lujoso, le reclamé a mi madre por no haberme dicho que veníamos a este sitio, me hubiera vestido con algo más apropiado.

-No te preocupes tu te ves hermosa con lo que te pongas - fue su respuesta y sabía que me estaba adulando

Al entrar al lugar no exigieron qué nos pusiéramos los velos y eso hicimos, se que no nos veíamos bien ya que en mi vida me había puesto una cosas de estas, por lo que me sentía fuera de lugar, los hombres en el lugar a penas nos dirigían la palabra y buscaron a una chica que nos atendiera, ya que no entendíamos nada del idioma, nos hacían señas.

Hasta que a mi madre se le ocurrió llamar a mi padre y este nos fue a buscar en la entrada de local, nos saludó y nos llevó hasta la mesa donde estaba y allí estaba él, estaba Habib esperándonos con una sonrisa encantadora.

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