Capítulo 2 - No puede ser

Después sé ese fin de semana todo fue de mal en peor, Tomo comenzó a dejarse ver en la escuela con Alicia, la típica chica popular, cabellos rubios, ojos azules, cuerpo de infarto y era hasta más alta que yo.

En la escuela comenzaron a burlarse de mí, me decían que me regañaba y cuando le reclamaba terminábamos en algún baño de la escuela teniendo sexo y su respuesta era que yo iba a ser su futura esposa, la madre de sus hijos, la mujer con quién él formaría un imperio, pero mujeres como Alicia serían la otra, la de un rato y que en todas las familias la situación funcionaba igual.

No le quería creer hasta que vi a mi padre entrando a un hotel con otra mujer, lo enfrenté y me dijo prácticamente lo mismo que Tomi, qué esa era una mujer para pasar el rato y mi madre era la señora de la casa, la mujer de su vida y que nunca debía enterarse de lo que había visto.

Al día siguiente mi padre me regaló un auto con la escusa de que pronto me iba a graduar y que lo iba a necesitar para ir a la universidad, pero yo sabía que era para pagar mi silencio.

Veía a mi padre llegar a casa y tratar a mi madre de la mejor manera, siempre me daba flores, obsequios, joyas, viajes y delante de las amistades era el hombre perfecto, amoroso y detallista.

De la misma manera se comportaba Tomi, frente a nuestros padres era el chico dulce y tierno, pero cuando estábamos a solas era una persona totalmente distinta qué en ocasiones hasta me golpeaba.

Le dije que ya no quería seguí con él, que no podía vivir en una relación de mentiras y ese día fue demasiado agresivo, estábamos en su habitación y me tomó por el cuello.

-Si gritas te juro que te va a ir muy mal - me dijo en el oído

Yo estaba en vestido y rompió mi ropa interior, intenté levantarme de la cama y me tomó por los cabellos devolviéndome a donde estaba, ese día me penetro fuertemente mientras me ponía la mano en la boca, sentía mis lágrimas caer por mis mejillas y cuando iba a acabar lo sacó lanzando su esencia en mi abdomen, levantó un poco más mi vestido y lo vi juguetear con su líquido en mi piel.

-No te vayas a limpiar, no quiero que toques eso - tomó un poco y me lo coloco en la boca como no quise tomarlo me golpeó por las costillas y accedí vi una mirada extraña en él, pero por lo menos estaba tranquilo, vi que tomó mi ropa interior y la olió para luego guardarla en un bolsillo

-Esto lo voy a guardar, es mi recompensa, voy a terminar pensando que te gusta hacerme enojar y que trate duro - en ese momento me besó como hacía tiempo no lo hacía, con cariño y lo peor es que yo me rendí ante ese beso y lo vi ponerse un preservativo por lo que ya sabía que iba a suceder.

Intenté hablar con mi madre de la situación y casi que me corre de la casa.

-Madre ya no quiero estar con Tomi, él se la pasa con otra en la escuela y cuando estamos a solas es seco y hasta agresivo - me atreví a contarle

-Los hombres son así, tú debes darte tu puesto de señora y que él sepa que no puede estar exhibiendo a la otra por ahí - su respuesta me dejó con la boca abierta

-Es decir que a ti no te importa si mi padre tiene otra mientras que nadie sepa y tú sigas conservando tu estatus - le dije casi en un grito

-Ya estás entendiendo, déjalo que tenga las mujerzuelas qué quiera y tú no lo molestes, si es agresivo es porque tú lo molestas, no lo agobies dale su espacio y disfruta de lo que te dé - me quería morir, en vez de apoyo o una ayuda encontré fue una recomendación de que baje la cabeza y siga aguantando

Lo que no vi venir fue que mi madre le contara a mi padre y estos a los padres de Tomi por lo que luego de unos días mientras estaba durmiendo en mi habitación sentí unas manos en el cuello y una voz que me dejó helada.

-¿Cómo es eso de que me quieres dejar? - no me dejaba respirar

-¿Quién te dijo eso? - estaba aterrada

-Mis padres me reclamaron qué te trato mal y que quieres terminar conmigo, pero eso no va a pasar, te cuento que antes no me gustabas en lo más mínimo, estaba contigo solo porque mis padres me lo pedían, pero desde esa primera vez, desde que sentí tu sangre, desde que vi que te puedo hacer contigo lo que quiera lo que otras no se dejan hacer me he enamorado de ti y quiero que seas mía para siempre - esas palabras me dejaron helada y sentí su lengua por mi cuello

-Suéltame Tomi no puedo respirar - soltó un poco su agarre y sentí como me ponía unas esposas en mis muñecas para atarme en la cabecera de la cama

Estaba aterrada no podía moverme, vi que tenía una cinta gris la cual me puso en la boca sin saber que no me salía ningún sonido de la boca.

Sacó unas tijeras de su bolsillo y rompió mis pijamas dejándome totalmente desnuda ante el con jirones de ropa alrededor, se fue quitando la ropa poco a poco y comenzó a besar mi cuerpo, por primera vez era dulce, me besaba suavemente, acariciaba mi cuerpo como aquella vez y hasta me gustaban sus caricias, pero eso no duró, de pronto sentí una cachetada y metió un dedo en mí fuertemente.

-Estás húmeda, viste que te gusto, vístete gusta lo que te hago, ahora imagina las cosas que te haré cuando te cases conmigo y tengamos toda una casa para nosotros dos - mientras él se metía en mí pensaba que tenía razón, podía ser que me acostumbrara a eso y no era normal.

Creía que yo lo estaba llevando a comportarse de esa manera y que una y otra vez lo estaba llevando ser violento conmigo, ¿entonces sería yo la del problema? ¿Debía amoldarme a él para que nuestra relación funcionara?

Sí, voy a seguir el consejo de mi madre, lo voy a hacer por el amor que le tengo, me voy a comportar mejor para que él no sea violento y para que sea distinto conmigo, yo voy a cambiar por el bien de los dos y todo va volver a ser como era antes.

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