¡Kaiser ya basta!

Por fin en mi ciudad, el aire es mas contaminado, pero aquí estoy más tranquila.

Llegamos a la casa y caímos rendidos por el viaje.

No sé cuánto dormimos, pero al girarme Kaiser ya no está, me levanto de la cama y voy a buscarlo, abajo no está tampoco.

-- Kaiser amor...

Kaiser...

Hay una suave melodía proveniente de la biblioteca y siento el olor a incienso de sándalo, es un aroma muy relajante... Y allí está él sentado meditando se ve tan tranquilo.

Me paro en el marco de la puerta y lo observo, no lleva camiseta, solo un pantalón holgado y esos pectorales wow... Son una debilidad para mí.

Lo dejo tranquilo y voy a la cocina, veo que en el refrigerador no hay mucha comida así que decido pedir delivery.

Estoy atenta al pedido ya que no quiero que Kaiser sea distraído...

Me siento al lado del ventanal y para esperar veo mi teléfono.

Hay imágenes de la casona Wenner, en las noticias, por lo que veo el señor Garrón no tardó en posicionarse de su compra.

Tengo una cara de satisfacción ya que me encanta que los Wenner tengan un poco de su medicina.

A lo lejos veo al delivery, salgo y abro la puerta, cancelo y paso con mi pedido.

Mi estómago me traiciona y empieza con sus ruidos, voy a la cocina y saco los platos para servir.

Kaiser sin que me de cuenta está observando como sirvo se acerca lentamente hacia mi y besa mi cuello.

-- ¿Ibas a comer sin mi?

-- No cariño, no quise molestarte eso es todo.

-- Sabes llevaba tiempo que no lo hacía y me siento más liviano, esto de equilibrar mi mente y cuerpo me da una satisfacción enorme.

Y que es lo que pediste...

-- Pasta, postres y carne a la parrilla.

-- Amor son muchas cosas ¿y podemos acabar con todo eso?

-- A que sí, ya lo verás yo tengo un hambre enorme que me comería todo de un solo bocado.

Kaiser se sonríe tiernamente y empezamos a comer, todo está tan exquisito bebemos jugo de fresa 🍓🍓.

-- Amor está carne está muy suave y jugosa.

-- Si si lo se... está delicioso, pero Naty no tan jugosa como tú...

Yo me sonrojo y me atragantó, Kaiser se ríe y yo solo atino a beber más jugo.

...Han pasado dos años desde que estamos viviendo juntos, el hotel marcha muy bien y el señor Garrón, mensualmente me envía mis ingresos que cada mes crecen. Me dice que no ha tenido problemas con los Wenner y bueno yo soy feliz, o bueno eso creía yo hasta hoy ...

-- Cariño estás lista, vámonos este prisa.

-- Si si lo se, es que no logro encontrar una chaqueta que quede con mi vestido.

-- Cariño vámonos yá.

Me decidió al final por la chaqueta de seda color negro, hoy tenemos una reunión de negocios, ya que el hotel tiene buena aceptación, pues hemos decidió ampliar con una nueva sucursal.

Kaiser sube al auto y yo detrás de él, en quince minutos estamos en el gran Restaurante llamado " Vita"

Kaiser da nuestros nombres y el mesero nos acompaña a nuestra mesa.

Veo a dos caballeros uno más joven que el otro, ambos son de tez trigueña y con ojos celestes, deben ser padre e hijo ya que tienen mucho parecido.

Se paran a saludarnos, Kaiser ya los conoce, ya que ya ha tenido reuniones con ellos, está vez celebraremos para sellar la compra del nuevo terreno y ellos sean los encargados de llevar a cabo el proyecto.

-- Señor Molenta, buenas noches.

-- Ho joven Ruan, feliz de verlo.

-- Déjeme presentarle a mi novia la señorita Nataly Scalob Blanco.

-- Un gusto señor Molenta.

Le estrecho mi mano y el le da un suave beso.

-- Este es mi hermano menor, Pablo, Pablo Molenta.

El joven se para y wow es más alto que yo y eso que traigo tacones, me saluda y así la cena se da.

Kaiser se ve incómodo y aún nos e que le pasa, pido permiso para ir al tocador y cuando regreso los señores ya no están.

-- Cariño y que paso? dónde están los señores Molenta.

-- Nataly la cuenta está pagado vámonos por favor.

Yo lo sigo, salimos y me regreso ya que olvide mi chaqueta.

Ya en el auto, Kaiser está lago incómodo y no se que le pasa...

-- Kaiser todo bien, cariño sucede algo.

Kaiser se estaciona cerca a un parque y no puedo explicar lo que siento es ese momento.

-- Nataly para otra reunión que tengamos o no no mejor tú ya no me acompañaras a las reuniones. No pudiste elegir otro vestido menos recatado, ya que los ojos del menor de los Molenta no te quita al amistad de encima y tú reías como si nada estuviera sucediendo.

Yo sin entender nada de lo que me dices, osea que pasó y yo la culpable...

-- Kaiser me estás hablando en serio.

-- Nataly acaso vez que estoy sonriente.

-- Yo... yo no entiendo que rayos paso, me quieres explicar mejor ya que no logro descifrar tus palabras.

-- Que por tu manera de vestir tan desvergonzada, los señores Molenta, no te dejaban de mirar.

Kaiser enciende nuevamente el auto y durante el camino nadie dijo nada... Ya habíamos tenido algunas discusiones, unas por cosas de la casa, otras por qué aveces el tiempo se me iba en la oficina, pero por celos está si que es nueva.

Subo a la habitación, me miró al espejo y me veo una vez más si mi vestido en realidad fue el culpable del enojo de Kaiser.

No lo oigo subir y abajo tampoco hay ruido, salgo y miro por el ventanal y el auto no está.

¡Se fué! En realidad Kaiser se fue...

Bajo y miro y si en realidad se fue, pero son las diez de la noche, aún no vuelve y eso que ya pasó una hora.

No quiero llamar a su teléfono, si se qué aveces se molestaba, pero eran cosas simples y está vez hasta salió de la casa.

Subo nuevamente a la habitación siento su aroma en su almohada, estoy pensando en la cena y trato de buscar que es lo que hice mal y por más que doy vueltas y vueltas al mismo lugar, pues no sé que hice.

Miro televisión y no puedo dormir sin él, veo y ya son las doce, luego la una y luego las dos... El auto llega, miro por el ventanal y Kaiser baja.

Yo apagó la televisión y me hago la dormida.

Siento que sube torpemente, enciende la luz de la habitación y el aroma a trago me ahoga, se va al baño y se ducha.

Yo sigo dormida aparentemente. Después de unos minutos sale y me habla.

-- Naty... Naty... Naty...

Naty porqué tiene que ser tan coqueta, Naty.

Tú eres solo mía entiende no dejaré que nadie te aleje de mi lado.

Kaiser empieza a deslizar su mano por mi trasero, luego por mis pechos y yo me siento tan rara.

Siento como huele mi piel, mi cabello... Poco a poco sus manos están en mis senos, se coloca delante de mi y empieza a succionar mis senos.

Yo estoy húmeda ante tal caricia un poco torpe, pero no puedo negar que Kaiser me prende y allí va la tonta cediendo ante sus movimientos sexuales.

-- Nataly tú eres mía recuérdalo siempre eres mía recuérdalo...

-- ¡Kaiser ya basta!

-- No no y no justo ahora, mira y siente como me pones, quiero entrar en tu interior de una sola vez, quiero que sientas que eres solo mía entiende.

Kaiser se coloca encima mío y me presiona con su cuerpo, el entra de una sola vez en mi interior y siento como su masculinidad se contaré dentro de mí.

Sus movimientos no cesan, no sé si será por el alcohol, pero está durando más tiempo, yo entre excitación solo me dejó llevar por el placer.

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