La primera noche de amor es inolvidable.

Ella lo besa después de casi declararse ante ella... Las pocas prendas no tardan mucho en caer, y cuando Gael pasa la mano por su cuerpo, me doy cuenta de que la única prenda de ropa en su cuerpo es su blusa, y eso lo vuelve loco, literalmente. Su gemido sale involuntario mientras la besa de tanto éxtasis que siente.

"¿Te dolerá, no?", pregunta Heloá cuando percibe que el miembro de él está en la entrada de su intimidad. Gael la sostiene firme y cambia de posición. Ahora él está encima de ella y responde a su pregunta: "¡Sí, amor! ¡Pero solo un poco... mejor te ayudo a relajarte un poquito antes!".

Al decir eso, él desciende sus besos por el cuerpo de Heloá hasta llegar donde su deseo pulsa por él hace mucho tiempo. La sensación de sus labios en su intimidad es maravillosa. No toma mucho tiempo para que ella sienta el placer salir de ella como una explosión de fuegos. Se levanta de la misma manera que bajó, llenando su cuerpo de besos, y se detiene en sus pechos.

"Gael...", susurra Heloá mientras lo mira.

"¡Te quiero dentro de mí! ¡Ahora, por favor!", pide ella.

Oírla pedírselo lo deja de una manera que no sabe describir en palabras. "¿Cómo puedes? ¡Todo lo que estamos haciendo me está afectando de una manera que ninguna mujer ha logrado antes!", piensa Gael mientras delira.

Gael se posiciona en la entrada de la intimidad de Heloá y comienza los movimientos lentos para que ella pueda tener y sentir todo lo que tiene derecho. Él comienza a deslizarse dentro de ella, y como le dijo a ella, siente un poco de dolor y lo aprieta. Aprieta cada vez más mientras siente algo estirarse y luego ceder en su intimidad. Ella no sabe lo que pasó, pero comienza a tirar de él cada vez más, y él coincide.

"¿Cómo es eso tan bueno?", pregunta Gael.

"¡Eres perfecta! ¡Yo... creo que te amo!", confiesa Gael.

Heloá mira sin entender la confesión de Gael. Él tampoco entiende lo que le dio para decirle eso a ella justo en ese momento. Sus pensamientos lo torturan.

"¿Hablas en serio?"

Gael mira a Heloá y le sonríe, la besa y susurra entre sus labios:

"Sí..."

Los pensamientos y sentimientos de Gael acaban de entrar en guerra, pero él no está de humor para escuchar ni uno de los dos. Hoy él solo quiere a ella. El día amaneció con los dos allí amándose lentamente. Él fue gentil y cariñoso, hizo de ese momento para ella tan perfecto que se olvidaron del mundo exterior, se olvidaron de todo lo malo que pasó entre ellos, se olvidaron de todo. Él la sostiene por la cintura para hacerla parar, ya que está por encima de él y dice:

"¿Amor, quieres parar un poco? Es tu primera noche de amor, y el día ha amanecido... ¡Supongo que estás dolorida y quieres parar un poco, tomar un baño y dormir!"

"¿Quieres bañarte conmigo?"

Él da una enorme sonrisa y se sienta en la cama sosteniéndola bien firme y la lleva al baño. Se quedan allí media hora y luego la ayuda a secar su cabello y su cuerpo. Se fueron a la cama desnudos y entre besos y caricias durmieron en los brazos del otro.

Gael se despierta con una buena sensación en su cuerpo. Está abrazado con Heloá que duerme pesado y su conciencia comienza a cobrar algo de él. Pero él quiere eso con ella, él no sabe cuándo sucedió exactamente, pero la quiere. Gael está allí mirando a Heloá sonriendo mientras duerme hasta que su madre y madrina entran en el cuarto sin llamar.

"¿Se están volviendo locas? ¿Por qué encontramos casi todas las cosas de Heloá en un cuarto al final del pasillo? ¿Nos mintieron? ¿No intentan nada? ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué irrumpieron así en nuestra habitación? ¿La casa está ardiendo?" - Heloá se despierta asustada.

Ellas acaban despertando a Heloá y eso deja a Gael muy irritado.

"¿Quieren ver cómo estamos? ¡Porque estamos desnudos después de una noche de amor! ¿Ven estas marcas en mí? ¿Fueron hechas por sus uñas y están viendo esas marcas en su cuello y en su busto? ¡Hechas por mí! ¿Quieren más pruebas de que somos pareja? ¿Cariño, quieres hacer un video la próxima vez?"

¡Amor, no lo hagas!

Ellas miran a los dos y la rabia da lugar a la vergüenza...

Entonces, sus cosas...

¿Cómo explican eso?

¿Aún están aquí?

Gael las mira y después, solo para provocar, se pone encima de Heloá y comienza a besarla... Cuando miran para otro lado, las dos locas ya no están en el cuarto.

¿Te mudas a nuestra habitación?

¿Me quieres aquí? ¡Pensé que te habías acostumbrado a dormir solo en esa cama enorme!

¡Si no te mudas aquí después de esta noche, tomaré mis cosas y me iré a tu habitación, cualquier habitación en esta casa contigo se convertirá en nuestra habitación!

¡Podemos quedarnos aquí... voy a recoger mis cosas después del desayuno!

Gael la besa y dice:

— ¡Yo te ayudo! Quiero hacerlo lo más rápido posible... ¡Ya hemos perdido demasiado tiempo por ser un idiota! ¡No voy a trabajar hoy, quiero quedarme contigo, amor!

Gael la llena de besos y ellos hacen el amor nuevamente... La única razón por la que salen de la habitación es porque sus madres decidieron hacerles un desayuno especial abajo, y no entraron escuchando a Gael gemir fuerte mientras hacían el amor una vez más.

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