Cap. 13 Hijo mío, que bueno que vienes

Mientras una sonrojada Victoria trata de dormir sin dejar de pensar en el guapo hombre que se aprovechó de ella descaradamente.

Draco Lennox llega a la mansión de sus padres con cara de pocos amigos, no puede creer que esté perdiendo el tiempo en estas tonterías pudiendo estar con Victoria.

Al ser ya tarde, sus padres se habían retirado a su habitación, sin embargo, al saber que su amado hijo había llegado bajaron de inmediato, Draco no era de visitar seguido.

—Hijo mío, que bueno que vienes, te he buscado muchas veces en estas semanas — dijo Mabel con reproche, ya que ese hijo suyo es un desalmado.

—Hijo, que bueno verte, pero, ¿por qué vienes tan tarde y tiene cara de querer asesinar a alguien? — dijo Francisco mirando a su querubín que tiene cuernos y cola.

—Padre, vengo a advertir a mi madre que si se atreve a sacar una noticia sobre que ya estoy comprometido con Janeth, haré la vida de esa tipa un infierno al igual que la de su familia, no me gusta, no me importa, hace 5 años me comprometí con una mujer que al menos la soportaba, mi abuelo quería emparentarnos con los Levin y no sé aún la razón, pero cuando Virginia huyó me sentí secretamente feliz, ahora no vuelvas a cometer ese error y no me casaré con alguien que no quiero, así que ya sabes — dijo mirando a su madre con severidad.

Mabel se estremeció al ver la mirada asesina de su hijo, pero quería dejar su punto de vista.

—Draco, no puedes quedarte soltero, ya ha pasado tiempo, debes tener una familia — dijo ella levantando el mentón.

—La tendré, tendré una familia con la mujer que me gusta, ya pronto la conocerás, pues la he encontrado, así que compórtate madre, no hagas que los demás sufran por tus tonterías — dijo tranquilo para después salir del lugar como si nada dejando a sus padres en medio de la sala parada y con la boca abierta.

Aunque su padre sabe lo que pasa, y que su hijo se vea decidido lo tiene emocionado, pero ver la cara de indignación de su esposa lo preocupa, sabe que esa metiche va a querer saber sobre esa joven y cuando sepa su identidad va a dar el grito en el cielo.

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Mientras tanto, Janeth está en un reconocido bar con sus amigas, las cuales la felicitan por estar comprometida con Draco Lennox, es el sueño de las mujeres de la ciudad, aunque todos saben que es frío y hasta oscuro, no hay hombre más sexi y adinerado en la ciudad.

—Janeth, que bueno que por fin se hará público tu compromiso, con que tengas a tus suegros de tu lado, no hay lío, solo debes hacer que ese hombre se enamore de ti — dijo Carla, su mejor amiga esperando que sea una boda por lo alto.

—Claro que es una ventaja, aunque su padre no se ve muy interesado, sigue siendo ganancia que Mabel me considere la adecuada, además, en la ciudad no hay nadie mejor que yo, soy el mejor partido para ellos, Draco se va a resignar, solo debe ser cortés conmigo y debemos tener hijos, no es necesario que me ame a muerte — dijo sonriente mientras que las otras chicas asienten con grandes sonrisas excepto una, Diana es una heredera importante, aunque no tiene interés en Draco, sabe que ese hombre no va a aceptar esa situación, ella había sido amiga de Draco cuando eran adolescentes, lo conocía muy bien y sabía cuáles eran sus demonios y Janeth estaba jugando con fuego.

—Amiga, creo que deberías hablarlo con él, puede ser que tengas serios problemas, lo que se dice de él no son rumores o cuentos, es verdad, Draco Lennox es un maldito desgraciado que puede destrozarte en pedacitos si te cruzas en su camino y lo haces enojar — dijo Diana mientras todas le muestran mala cara, nadie puede ser tan arrogante como para no aceptar los acuerdos entre familias.

Janeth miró a Diana con burla, está segura de que debe tener envidia de ella.

—No, no es así Diana, sé que tu compromiso con Sergio Giordano está pendiente de un hilo y ese tipo no se quiere comprometer, paro Draco es diferente, él es un hombre de compromisos firmes, jamás se dejaría llevar por sentimentalismos — dijo Janeth con malicia, sabe que Sergio anda enamorado de la hija de un comerciante de la ciudad, aunque es un hombre con un patrimonio decente, no pertenece a su nivel social, así que le da pena la pobre Diana quien está siendo vencida por una niña de medio pelo.

Diana la miró sin reacción, ya que tampoco le gusta Sergio, ella tiene un problema mucho más grande, el hombre que le gusta y la tiene babeando es inalcanzable, alguien que jamás volteara a verla y para colmo siempre tiene que verlo.

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Mientras que las jóvenes ricas y adineradas hablan del fabuloso compromiso de Janeth con Draco Lennox, Milán llega a su departamento después de dejar a su jefe en su mansión, pues el hombre claro que tiene una mansión en las afueras de la ciudad, solo que siente que Victoria está más protegida en ese pequeño y cálido departamento.

Milán se sienta mientras come algo y puede recordar como su jefe se comió ese postre con Victoria, a Draco no le gustan los dulces, es un odiador de ese tipo de cosas, pero había estado disfrutando un dulce postre con la chica que le gusta.

Cuando vio su teléfono había el número de esa persona a la cual ya no quiere más, Milán había roto con su relación hace dos años, pero la mujer no le dejaba en paz, seguía queriendo volver, Milán no lo haría, había recibido la peor de las traiciones y no quiere tener nada con amores.

Encontró a su amada prometida en la cama con su hermano mayor teniendo sexo una semana antes de la boda, no perdonaría eso de ninguna manera, pero la sinvergüenza parecía no tener sangre en la cara y rogaba por ser perdonada y empezar de cero la relación, pero el pobre asistente Milán entenderá de que la vida no es lo que se espera casi nunca.

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