capítulo 19- invitación...

La emperatriz escucha un alboroto fuera de su palacio y al dirigirse a su entrada, las puertas se abren mientras uno sus guardias es golpeado pues trataba de impedir que entre el rubio.

— ¿como has podido madre? Queriendo acusar a mi esposa por las mentiras de tu protegida.— Leonel se veía lo suficientemente furioso.

La emperatriz desconoce a su hijo, jamás lo había visto así de alterado.

— ¿mentiras? Tú mismo has visto como la golpeo, no creo que sean mentiras, la princesa ha sido buena chica pero ahora no se que pensar....—

—¿pensar? Lo que menos haces es pensar madre, si pensarás un poco te darías cuenta de las mentiras de esa mujer que proteges.—

—¿te atreves a insultarme? Soy tu madre y la emperatriz de este imperio...me debes respetó y no me estarás gritando solo por esa chica.—

— pero madre, si tú misma me diste de consejo creer en mi esposa antes que en otra mujer, ahora no vengas a decir que hago mal o que Vittoria es una mala persona.—

La emperatriz nunca había visto a su hijo tan enojado, ante el escándalo Aida también baja hasta donde ambos discutían y de inmediato se acerca al príncipe para interponerse entre él y su madre.

— alteza por favor calmese, no puede gritarle así a su madre...no vale la pena tratarla así por esa mujer...— Aida muestra una expresión de tristeza casi al borde de las lágrimas.

— gracias lady Aida...Leonel, es mejor que te tranquilices y hablemos con calma.—

— haga caso a su madre alteza...— Aida sostiene la mano de Leonel y muestra una sonrisa amable.

Leonel solo sonríe levemente y aparta la mano empujando a Aida para que se quite del camino, la rubia cae al suelo ante la mirada de todos.

— jamás me toques sin mi permiso...— Leonel la observa con molestia.

Como tal parece que su madre no estará en razón, Leonel se va del palacio, mientras que Aida es ayudada a ponerse de pié, la emperatriz se disculpa con ella a lo que Aida sostiene la mano de la emperatriz para tranquilizarla.

– no es culpa de su alteza...tal vez es esa mujer que lo manipula, seguramente ella lo envió, pero no se preocupe, su alteza pronto se dará cuenta que ella no es la correcta...—

— gracias lady Aida, tiene razón...esa mujer esta haciendo mal a mi hijo...—

Leonel camina hasta quedar fuera de la vista de todos y Orion aparece tras él.

— te diste cuenta ¿cierto? Parece que esa mujer desea su muerte.—

— si me lo pide me encargo de ella...—

— no, descuida, si es rápido ¿donde queda la diversión?— Leonel sonríe con malicia.

Pudo sentirlo claramente cuando Aida sujeto su mano, una cantidad leve de magia se activo, esa mujer debe de estar usando una especie de magia que sirve para manipular, por eso estaba tan interesada en tocarlo, pero lo que no contaba es que él, posee magia curativa, la cual anula ese tipo de hechizos. Vittoria por su parte caminaba por los pasillos del palacio principal, ya tiene más de un mes que llegó y no ha conocido los alrededores, Sofia va con ella así como dos guardias asignados por el príncipe, algo que no le gusta del todo a Vittoria, desde donde estaba ve pasar a Leonel quien va en compañía de Orion y otros caballeros, al parecer van fuera del palacio, seguramente a una exploración.

— Sofia, iremos a dar un paseo, estoy aburrida de no salir.—

— por supuesto alteza, iré a pedir un carruaje.— Sofia hace una reverencia y se apresura a ir en busca del carruaje.

Vittoria solo queda en silencio ante los dos guardias que la seguían, quienes solo agachan la mirada.

— ¿cuales son nombres? No puedo solo decirles señores o caballeros.—

— mi nombre es Jonas Walker, alteza.— menciona el chico de cabello castaño y hace una reverencia.

— soy Elias Nelson alteza.— hace una reverencia el chico de cabello negro.

Ambos eran jóvenes, quizás no pasaban de los veintes, Vittoria les saludo de buena manera y en cuanto Sofia volvió la siguen hasta el carruaje, ambos chicos suben a sus caballos para seguirla de cerca. Por otro lado Leonel estaba en el Ducado, recostado en el sofá de la sala de aquella mansión, el rubio se veía muy sonriente mientras que Angelo y Lía parecen observarlo con fastidio.

— fue la mejor noche de mi vida, Vittoria se entregó sin restricciones e hicimos el amor hasta la madrugada.—

Lía tenía la cara roja de vergüenza al escuchar esos detalles, si ella les dijera a todos que ese príncipe es un doble nadie le creería, pero ahí esta presumiendo de su noche con su esposa de la manera mas descarada posible.

— creo que los detalles vienen de más...me alegra que tu matrimonio vaya bien, por eso mismo deberías de estar con ella y no fastidiando mi día libre.— se queja Angelo.

— tienes razón, pero ella necesita su espacio, si estoy con ella todo el tiempo seguramente se pondrá incómoda, apenas estamos recuperando nuestro matrimonio.— ahí esta esa falsa y amable sonrisa.

— entonces vaya a dormir y a tejer, lo que sea, pero no moleste nuestro día de pareja.— se queja Lía.

Leonel ignora sus quejas y sigue hablando, así que al final la pareja sale de ahí y mejor deciden ir a dar un paseo. Vittoria estando en el pueblo entró a un restaurante lujoso, los nobles ahí se quedan sorprendidos de verla, es obvió que saben quien es ella, Vittoria pide una mesa en el balcón y para que los guardias y Sofia no se queden fuera, pidió una mesa para ellos, incluso hace que les sirvan de comer, acto que llama la atención de los nobles, mientras degusta de su comida, Aida y un grupo de chicas habían llegado al luga pidiendo una mesa grande en el balcón pero esa ya estaba ocupada por Vittoria, así que Aida se acerca mostrando una sonrisa amable.

— alteza ¿no le molesta si la acompañamos? La mesa es grande y creo que en compañía se disfruta mejor la comida.—

— con buena compañía si, pero entenderá que no deseo su compañía.—

— lo lamento, yo solo quería llevarme bien con usted...— Aida agacha la mirada.

La otras chicas la consuelan tachando de celosa y envidiosa a Vittoria.

"Ella sabe que su alteza la parecía mucho."

Vittoria ríe ante las palabras de las chicas causando que se vean molestas.

— yo no necesito sentir celos, menos de una mujer que mi esposo ni recuerda.— Vittoria sonríe con burla.

Las chicas se ven molestas, seguramente es otro grupito que gustaban de molestar a Vittoria y ahora que se defiende les hace enojar más.

— ¿de verdad es tan importante para él, lady Aida? Debería organizar una fiesta de té e invitarlo.—

"Si lo hace, por supuesto que su alteza se presenta, se trata de lady Aida."

"Exacto, lady Aida es apreciada por su alteza el príncipe."

— entonces adelante, que sea haga en mi jardín veamos a quien le presta atención su alteza.—

Aida se había quedado callada, obviamente con lo que vio ayer, ya debe de saber que ella será ignorada.

— yo no necesito hacer nada así, no quiero que la princesa se sienta humillada.— Aida muestra una leve sonrisa.

Obviamente esas palabras no eran para nada amables.

— no se preocupe, no seré humillada, la fiesta será mañana, todas son bienvenidas, traigan a mas damas.—

Las chicas aceptan ir, están seguras que Vittoria quedará mal ante todos, aunque Aida no se ve nada feliz por esa idea.

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