capítulo 15- su recuerdo...

Dejando de lado, el lado atrevido del príncipe, Vittoria tiene una duda sobre la verdadera dueña del cuerpo, pues algo que Leonel dijo se le quedo grabado en la mente, habló como si ella estuviera interesada en el Duque Rizzo, se levanta de la silla del jardín y llama a Sofia, ella debe de saber algo, porque los recuerdos de la verdadera Vittoria son pocos y en la novela no se hablo mucho de ella, solo se mencionó de su personaje al final cuando se caso con el príncipe.

— Sofia ¿que interés tuve hacía el Duque Rizzo?—

Sofia se sorprende por esa pregunta, ya sabe que la personalidad de su señora es diferente y que no recuerda mucho, pero no pensó que eso también lo haya olvidado.

— usted gustaba del Duque Rizzo...—

Sofia le cuenta que mucho antes de que el Duque Rizzo conociera a Lía, Vittoria lo conoció en su fiesta de debut social, fue su padre quien la presentó ante él y más tarde el Duque Valentini le comentó a Vittoria que está tratando de concertar un matrimonio con el Duque Rizzo, ya que aunque sea joven ya controla el Ducado y el Duque Valentini esta muy interesado en sus territorios, Vittoria comentó que le agrada Angelo, pues en su fiesta debut hablaron un poco, Angelo era todo un caballero sin malas intenciones, de entre los hombres que conoció esa noche, era el único que no la vio de manera lasciva y ella estaba feliz de que su padre lo considerará a él y no a esos viejos pervertidos que también parecían querer pedir su mano.

Su padre estuvo tratando de concretar el compromiso, pero el Duque Rizzo daba largas, hasta que un día volvió a casa furioso, pues escucho los rumores, donde se decía que el Duque Rizzo estaba interesado en una chica plebeya, entonces Vittoria se sintió decepcionada, porque a ella realmente le intereso Angelo, en una ocasión en una fiesta, Angelo llego con aquella plebeya, una mujer hermosa y de buenos modales, las damas de ahí intentaron humillarla pero ella no se dejo. Tiempo después Sofia le contó a Vittoria sobre los rumores que decían que esa chica no solo se había robado el corazón del Duque Rizzo, también el príncipe estaba interesado en ella.

— el Duque Rizzo se caso con esa chica, Lía y meses después le llego a usted la propuesta del príncipe.—

— y yo no pude olvidar al Duque...¿no?—

— así es, aunque intento querer al príncipe no pudo, además estaba la presión de sus padres, pienso que eso la desánimo a crear una relación armoniosa con su alteza...y por los rumores, se sintió mal, porque su esposo y el hombre que le gustaba, solo querían a esa mujer llamada Lía.—

Vittoria se quedo pensando, que la dueña de ese cuerpo, al parecer solo era niña tonta, que no supo tomar ventaja de lo que tenía, pues al parecer el príncipe si sentía cierto interés por ella; Vittoria abrió los ojos con sorpresa y sintió un leve dolor de cabeza que la hizo desmayarse, Sofia se asusto ante ello y rápidamente llamo a otras doncellas para ayudarla.

Vittoria estaba de pié en un lugar completamente oscuro, no se escuchaba nada, pero podía ver sus manos, la oscuridad no era normal, observa por todo lados y de pronto ante ella se empieza a reproducir toda la vida de la verdadera Vittoria, desde su infancia, hasta el día que conoció a Angelo, las veces que coincidió con él en las fiestas y la decepción al verlo con Lía, los rumores que le llegaban de parte de otras chicas en como Lía también había conquistado el corazón del príncipe, cuando se caso con Angelo surgieron los rumores de que ella mantenía como amante al príncipe, así que cuándo se le hizo saber que se casaría con el príncipe, no quería, pero su padre estaba decidido a aceptar ese compromiso, cuando ella se negó, recibió un duro castigo, fue golpeada por su padre y la dejaron sin comer por una semana, encerrada en su habitación, además de que comenzó clases intensas para demostrar ante la emperatriz que si era apta para ser la princesa heredera; fue así como se casó y para ella, la noche de bodas fue lo peor, si bien Leonel fue cuidadoso y amable, Vittoria se encerró en el baño a llorar y lamentarse, por lo que envío a Sofia por medicina anticonceptiva, no quería tener un hijo por obligación y menos para beneficiar a su padre, es quien le estaba arruinando su vida al condenarla en un matrimonio sin amor, los recuerdos seguían fluyendo, así es como vio que Leonel no era indiferente al principio, todo comenzó cuando ella fue la que inició esa indiferencia y era más que obvió que el príncipe se cansó de intentarlo, dejo de verla dos veces por semana y solo la veía para complir con la noche conyugal, aunque Vittoria siempre se lamentaba por ello, los recuerdos siguen hasta el día en el que cayó por las escaleras, lo último que vio fue la puerta donde hasta hace unos minutos el príncipe había salido y se lamento por no haber intentado quererlo, por no decirle como se sentía y por no aclarar todas sus dudas.

Vittoria abre los ojos de golpe y se sienta rápidamente respirando a profundidad como si se estuviera ahogand, se llevo la mano al pecho recuperando la respiración.

— Vittoria...¿estás bien? ¿Que fue lo que paso? ¿Por qué no dijiste que estabas enferma?— Leonel tomo su mano entre las suyas.

Vittoria volteo a verlo, podía ver una expresión de preocupación en sus ojos, parecía cansado y con ojeras.

— pero que...estoy bien, no fue nada...—

—¿como que nada? Vittoria has estado inconsciente durante tres días...—

—¿eh? ¿T-tres días? Eso...— se soba la cabeza.

Vittoria observa nuevamente al príncipe y este sigue con esa expresión de preocupación, tres días sin despertar, eso explica su rostro cansado, quizás no ha dormido bien por la preocupación.

《¿Estaba preocupado?》 Pensó Vittoria.

— el doctor dijo que deben ser secuelas del accidente. Mañana vendrá Ronald, para revisarte con magia curativa.— si bien el sabe usarla, solo cura heridas superficiales.

— estoy bien...creo que exageras...— aparta su mano y se cruza de brazos.

Leonel se tranquiliza un poco y llama a Sofia para que atienda a Vittoria, ahora que esta despierta ya esta más tranquilo, así que se retira a descansar.

— me alegra saber que esta bien...estaba tan preocupada alteza...y el príncipe también, solo atendía un rato sus deberes y se quedaba con usted todo el día y noche.—

Sofia le sirve agua y otras doncellas traen un poco de sopa para que Vittoria pueda comer, también preparan el agua de baño y su ropa.

— yo creo que ya va siendo momento de darse una oportunidad con su alteza.— comenta Sofia.

— ese hombre no es lo que parece...— bien lo sabe ella.

— no es por ofender pero, usted tampoco es lo que parece ahora, esta nueva princesa es mejor.— Sofia le sonríe con sinceridad.

Y es que esa joven doncella ha estado con Vittoria desde que eran unas niñas, siempre sintió pena por su señora pues nunca podía hacer nada que le gustase, era siempre hacer lo que los Duques ordenarán y ahora, ella misma se libro de ellos.

— Sofia, eres una doncella muy sincera, me agrada le gente como tú. Recuerdame aumentar tu salario.—

— que generosa princesa. Bien beba esto y descanse por ahora.— Sofia le pasa un vaso.

Al sujetar el vaso en sus manos Vittoria hizo una mueca, ese líquido que tenía dentro tenía mal olor, pero era para calmar el dolor de cabeza, se lo bebió rápidamente y sin duda sabía horrible. Al día siguiente, Ronald llegó para revisarla, al parecer todo estaba bien en ella, pero uso su poder le dejo un par de frascos pequeños, era vitaminas, pues quizás su cuerpo ha estado débil, por lo que sus prácticas de magia se suspenden hasta que mejore, algo que no le gusto para nada a Vittoria.

Por otro lado, todas esas mujeres que se burlaban de Vittoria, ahora saben que sus burlas han sido en vano pues la vieron muy cariñosa con el príncipe, lo cual para ellas es molesto, pues no pueden creer que esa mujer que incluso ahora que es huérfana, tenga la atención del príncipe.

"Ese jueguito de romance no le va durar mucho, escuche que lady Aida regresa mañana a la capital."

"¿Lady Aida? Entonces esa tonta de Vittoria ya perdió."

"Todos saben que lady Aida debió ser la esposa del príncipe."

"Exactamente, se conocen de la niñez y la familia de lady Aida tienen buena amistad con la emperatriz."

Las chicas parecían felices por la llegada de aquella mujer, Lía quien estaba escuchando todo, aprieta las manos, no puede creer que esas mujeres no aprendan y sigan siendo unas arpías envidiosas, deseándole el mal a una chica que no les ha hecho daño.

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