capítulo 11- no hay divorcio...

Los ministros habían solicitado una reunión en privado con el príncipe, de inmediato comenzaron a hablar sobre los rumores de que Vittoria posiblemente sea estéril y por eso no ha dado a luz durante ese año de matrimonio; Leonel no les presta de todo atención, pues estaba perdido en sus pensamientos, pues al momento de haber estado en la habitación de Vittoria, la chica optó por darle una cachetada y salir a paso veloz de la habitación, el rubio se quedó impactado por eso, nunca creyó que Vittoria llegase a hacer algo así.

— alteza... aquí tenemos una lista de las posibles candidatas.— el ministro en jefe deja una carpeta sobre el escritorio.

Leonel observa dicha carpeta y después levanta la vista hacía los ministros.

— ¿candidatas para qué?—

— para la futura princesa heredera, hace un momento dijo que entendía nuestros argumentos.—

— dije que entendía, pero no que los aceptaba ¿en qué momento acepte divorciarme?—

Los ministros se miran entre sí, pero el ministro en jefe es quien habla.

— si lady Vittoria le gusta, puede tenerla de amante, pero debe comprender que una mujer estéril no es apta para ser la futura emperatriz.—

— ¿estéril? ¿Quién dice que mi esposa es estéril? ¿Piensan en el rumor que no ha sido comprobado?— Leonel deseaba tanto cortar la lengua de esos viejos.

— pero alteza, la princesa aún no ha concebido...podría ser verdad...—

— no ha concebido porque yo tomo anticonceptivos, aún somos jóvenes y disfrutamos de nuestro apasionado matrimonio.— Leonel muestra una sonrisa amable.

Los ministros se sorprenden al escuchar sus palabras, pero antes de poder reprochar algo, Orion entra a dicho estudio y se acerca al príncipe a susurrarle algo, causando que el rubio sonría.

— bien, la reunión acabó y les informó que encontré al culpable de tan malicioso rumor, les aseguro que pagará por ello.—

Mientras tanto Vittoria estaba en su palacio en compañía de la emperatriz que le daba la terrible noticia de los padres de Vittoria, la chica solo agacha la mirada fingiendo tristeza.

— me encargaré de todo el funeral. Princesa, no estás sola, me tienes a mí y al príncipe.— la emperatriz le sostiene las manos entre las suyas.

Vittoria solo se mantiene en silencio, hasta que la emperatriz se retira, junto con sus doncellas, era tan lamentable que la pobre chica perdiera a su familia, justo cuando circula aquel malicioso rumor sobre ella, la emperatriz deja salir un largo suspiro.

— pobre niña...¿dónde está el príncipe? Debería de estar con ella en estos momentos.— vaya hijo desconsiderado que tiene.

— su alteza tenía una reunión con los ministros...creo que ya sabe por qué.— agrega su doncella.

— me imagino, espero ese tonto hijo mío no se deje manipular.—

Leonel había salido del palacio, ya sabe quien es la culpable de todo, pero necesita una forma de dejarla al descubierto para que pueda ser juzgada. Por ahora nada más hará una visita amistosa, bueno, quizás no tan amistosa; en la mansión Longo, cuando se anuncia que el príncipe había llegado, Daysi no dudo en prepararse con sus mejores vestidos, al bajar, sonrió y saludo con una reverencia a Leonel, quien ya estaba en compañía de los condes.

— como les decía, los ministros tienen la idea de que debo conseguir una esposa apta para dar un heredero, debido a los rumores sobre mi actual esposa.— Leonel se mantiene mostrando una expresión amable.

— comprendo alteza ¿pero qué tiene que ver con nosotros?— pregunto el conde.

Aunque claro ya se hace una idea, ya que su hermano es el ministro en jefe y puso en primer lugar a su hija como candidata.

— entre las seleccionadas aparece lady Daysi como la primera opción y debo decir que tiene un excelente historial.—

Daysi ya se mostraba emocionada, parece que los rumores han sido de gran ayuda, ahora Vittoria no será nada, sobre todo ahora que sus padres han muerto.

— me honra saber que mi hija está en primera posición, creo comprender a lo que va, yo aceptaré con gusto...— agrega el conde.

—será todo un honor alteza.— agrega Daysi emocionada.

— me alegra que comprendan que no busco el divorcio y mucho menos planeo tomar a lady Daysi u otra dama. Mi esposa no es estéril, soy quien ha tomado anticonceptivos, pues disfrutamos de nuestro apasionante matrimonio.— Leonel mantiene su sonrisa amable.

Pero Daysi y los condes no esperaban escuchar algo así, Daysi se puso de pié.

— p-pero alteza... usted no puede decir algo así... dijo que yo soy excelente...—

— así es, por eso debido al malentendido, he venido a ofrecerle algo muy bueno. Le he conseguido un matrimonio perfecto, es con un archiduque del país de llurem.—

Los condes no saben que decir y Daysi estaba roja del coraje, pues pensaba que con esos rumores en definitiva el príncipe dejaría de lado a Vittoria.

— n-no...yo no puedo aceptar eso...yo solo me casaré con su alteza...lo he ocultado por mucho, pero yo siempre le he amado.—

Daysi se acerca a Leonel y se arrodilla ante él sujetando su mano entre las suyas mientras se muestra llorosa.

— ¡Daysi!— reclama el conde.— perdoné a mi hija alteza.—

— no se preocupe, agradezco el cariño que me das, pero estoy seguro de que tu matrimonio será próspero.— aparta su mano y se pone se pone se píe.

Leonel ignora a Daysi que sigue de rodillas y se acerca al conde para entregarle la información del archiduque.

— su majestad el emperador ha aprobado el matrimonio, así que espero no haya inconveniente, vendré en dos días para viajar al Ducado de Llurem.—

Leonel se retira y el conde se desploma en su sofá mientras se soba la sien, no pensó que el príncipe fuese a hacer algo así.

— padre por favor, no aceptes ese compromiso, yo solo quiero casarme con su alteza.—

— el emperador dio su aprobación, no podemos hacer nada ¿quieres que le falte al respeto al emperador?— el conde mira molesto a Daysi.

Una vez que el emperador da su aprobación a un compromiso no hay vuelta atrás, rechazarlo puede ser una muestra de descortesía ante la familia real. El conde revisa la información y se asombra, el archiduque es un hombre joven y con grandes riquezas, el conde sonríe, un matrimonio así no está mal, así que le dice a Daysi que esté preparada porque se irán cuando el príncipe regrese en dos días, la chica sigue suplicando, pero solo recibe una bofetada del conde y la envía a ella y a la duquesa para prepararse, deben de estar listas cuando el príncipe vaya por ellos.

Durante el siguiente día, se hizo el funeral de los Duques Valentini, Vittoria parecía destrozada por la muerte de sus padres, dejo salir lágrimas durante todo el funeral, por supuesto que Leonel sabía que todo era mentira y eso le parecía divertido, su esposa era una excelente actriz, pensar que siempre creyó que estaba bajo la manipulación de sus padres. Leonel se acerca y la abraza contra su pecho, Vittoria se nota molesta, pero debe seguir con actuación de hija doliente, pero sostiene la camisa del príncipe y se limpia los mocos en ella, sin que otros se den cuenta.

— t-tú...¿no te basto con pegarme ayer?— Leonel tenía una pequeña mueca de molestia.

— se lo merecía por acoso...—

— amor mío, soy tu esposo, lo de ayer no es nada, he visto y tocado ese cuerpo tuyo...—

Ambos hablan a susurros mientras están abrazados, los demás presentes solo ven una parejita abrazada consolándose por la perdida.

— pues espero lo hayas disfrutado, porque no tocaras más...—

— cariño, claro que tocaré más y disfrutaré moverme dentro ti mientras jadeas mi nombre...—

Vittoria pisa con su tacón el pie del príncipe y este debe aguantar el dolor, ocultando su rostro entre el cuello de Vittoria.

— ¡oh! Cariño no llores, sé que querías mucho a mi padre... estoy segura de que te estará cuidando donde sea que este...— menciona en voz alta llamando la atención de los presentes.

Leonel solamente puede maldecir en sus adentros, pero ya se desquitará...

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