capítulo 4- no lo haré...

Vittoria llegó a su habitación y comenzó a caminar de un lado a otro, de entre sus recuerdos olvido aquel en el que una vez a final de mes, el príncipe la visita para cumplir con sus deberes conyugales, con el fin de procrear un heredero.

— no jod*n, tengo diecinueve, ni con mi edad anterior era lo suficientemente madura para parir una criatura y debo hacerlo ahora...no, de ninguna manera, no soy lo suficientemente responsable, se me ahogaria en un vaso de agua o se caería por el balcón.— hablaba consigo misma.

Seguía caminando de un lado a otro, hasta que la puerta se abre y era Leonel quien la miro extrañado al verla ir de un lado a otro.

— le dije que se fuera, no es necesario hoy.—

—¿por qué no? Sabes que es nuestro deber.— Leonel paso a sentarse en el sofá con una sonrisa maliciosa.

— precisamente por eso no es necesario, porque no haré nada por un deber. Al caraj* el deber.—

Leonel estaba sorprendido por la actuación de Vittoria, ella siempre agacha la cabeza y hace lo que se le dice, pero hoy es como si estuviese frente a una mujer distinta. Sofia entró y se acercó al príncipe para pedir disculpas.

— desde el accidente la princesa ha estado un poco confundida, espero sepa entender.—

—¿accidente? ¿Que accidente?— Leonel se puso de pié para caminar hacía Vittoria.

Ella se hizo hacía atrás pero estaba en guardia.

— su esposa casi muere y usted no sabía...como se notan las prioridades...imagino la paso bien en casa de Duque Rizzo.— sonrió ladina.

— estaba en una misión, nadie me informó ¿que tiene que ver el Duque Rizzo?—

— la prioridad no es el Duque, eso lo tengo claro.— Vittoria solo se aleja y camina hasta una silla cerca de la ventana donde toma asiento.

— princesa, creo que se hace ideas equivocadas, los Duques Rizzo son cercanos a mí, pero con la Duquesa, no es como us...—

— lo que yo crea y la excusa que usted dé, me tiene sin cuidado. Pero si no se va de esta habitación, adelante, póngase cómodo, usaré otra.—

Vittoria hizo una reverencia ante Leonel y se apresuro a salir de la habitación en busca de otra, Leonel en verdad no podía creer lo que pasaba, Vittoria estaría completamente cambiada. Vio la caja del regalo que le dejo, pero no el regalo, supone que al menos le ha gustado el regalo. Aunque ahora tendrá que dormir solo; se dejo caer sobre la cama y cerro los ojos, estaba cansado después de la exploración, quizás aunque Vittoria se quedará en la habitación, no habría pasado nada, pero le hubiera gustado poder dormir cerca de ella.

Vittoria por su parte, estaba en la habitación que quedaba al fondo del pasillo, le había gustado porque tenía un balcón con escaleras que daban al patio trasero, salió por ahí y bajo al jardín, puede ver que hay guardias por varios lados, así que no se aleja mucho y se sienta en el pasto para practicar su magia. Junto sus manos y de inmediato se formo una pequeña flama.

— alteza que increíble, ha aprendido en poco tiempo y sin maestros.— Sofia estaba sorprendida de lo rápido que avanza Vittoria.

Desde la habitación Leonel pudo escuchar la voz de Sofia, así que se puso de pié y se asomó por la ventana, observando que Vittoria podía crear una flama en sus manos, sabía que ella tenía el don, pero nunca lo practico y no imaginaba que su don fuese una de las magias más fuertes, el aura del fuego. La flama crece un poco y explota causando que Vittoria ruede por el pasto, ante esto Leonel salta por la ventana y se apresura hacía donde Vittoria ha caído, ella tose un poco.

- Vittoria...— Leonel se acerca y la ayuda a ponerse de pié.— Vittoria eso fue peligroso.

De pié Vittoria sacude su vestido y su cabello que quedo todo lleno de polvo y humo.

— si no es peligroso, no vale la pena.—

Leonel podía ver la sonrisa de Vittoria, estaba emocionada. Jamás en su vida creyó que Vittoria tuviera esa clase de personalidad, quizás siempre la tuvo pero se ocultaba fingiendo ser inocente y sumisa.

— a todo esto ¿que quieres? Ni creas que porque me ayudaste a ponerme de pié iré a la cama contigo.— lo miro de arriba hacía abajo.

Lo cierto es que el rubio tenía lo suyo, se notaba que era un cuerpo dedicado al ejercicio, además era alto y un rostro atractivo. Si lo piensa bien, puede sacarle provecho, pero no por ahora, no quiere hacerlo y que luego acabe embarazada, le dio un escalofrío del solo pensarlo; si en su otra vida era difícil parir y criar un bebé, no se quiere imaginar lo que es parir en esa época y sin anestesia o medicinas.

— no es momento que pienses eso. Sofia llama al médico.—

Sofia obedece de inmediato mientras que Leonel revisa las manos de Vittoria, las cuales estaban rojas pues se habían quemado un poco.

— por eso es necesario un maestro, si querías aprender magia debiste decirme.—

Le coloca un pañuelo en la mano más lastimada para quitar la sangre de la herida.

— ¿en que momento debía decirle? Sería humillante tener que ir por mi esposo a casa de su amante.—

Leonel se sorprende por palabras y antes de poder protestar, Vittoria aparta su mano y se aleja de él subiendo las escaleras, como Sofia ya volvía con el médico la siguen rápidamente.

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