Capítulo 5

Esta noche, Yunan llevó a Dara a su departamento. Ambos se veían incómodos, probablemente porque era la primera vez que vivían bajo el mismo techo con alguien del sexo opuesto.

"Vaya, tu departamento es muy lujoso." Dara miró asombrada el apartamento de Yunan.

Luego, Dara se sentó en el sofá. Recordó la tarea de biología que Yunan aún no había hecho. "Oh, sí, todavía no has hecho la tarea de la página 56. Todos los estudiantes la han hecho, excepto tú."

Yunan suspiró. Ya se imaginaba que sus oídos arderían con las palabras de Dara, especialmente durante el mes que iba a vivir con ella.

Yunan se sentó junto a Dara. "¿Por qué no me das las respuestas? Así puedo copiarlas y terminar rápidamente la tarea de la página 56."

Dara suspiró y le pellizcó la oreja a Yunan. "No creas que porque me estoy quedando en tu apartamento, voy a ceder y darte las respuestas. Como estudiante y profesora, debemos ser profesionales."

"¡Arrrggghhh!" Yunan se quitó la mano de Dara. "¿Puedes dejar de jalarme las orejas? Me da vergüenza que mis compañeros de clase se burlen de mí porque siempre me jalas las orejas", protestó Yunan.

Dara solía pellizcarle las orejas a los estudiantes que no hacían sus deberes o llegaban tarde a clase, porque además de profesora de biología, también era la tutora de Yunan.

"Bueno, ese es el riesgo de no ser obediente. Si fueras obediente, no te castigaría", dijo Dara con indiferencia.

Yunan se tocó las orejas, que estaban rojas y calientes.

"Lo principal es que nunca hagamos sospechar a la gente que vivimos juntos. Nunca debemos ir o volver juntos del colegio, y en el colegio debes llamarme señora", intentó advertirle Dara.

Yunan suspiró. "Vale, vale".

Dara, como mujer, no quería sentirse perjudicada, por lo que debía asegurarse de que nunca ocurriera nada indeseado. "¿Dónde está mi habitación?"

"Solo tengo una habitación". Yunan había elegido un apartamento de una sola habitación porque pensaba que viviría solo.

Dara abrió mucho los ojos. "¿So-solo hay una habitación?"

"Sí, ¿por qué?"

"Entonces, ¿dónde voy a dormir?", preguntó Dara a su vez.

"Donde quieras. En el sofá, en la cocina, en el baño o en mi habitación, si quieres."

Dara no podía dormir en el sofá durante un mes. Suspiró. ¿Por qué tenía que tener tan mala suerte? Pero entonces se dio cuenta de que se había casado con un crío, así que se sintió segura durmiendo en la habitación de Yunan.

Dara metió rápidamente su maleta en la habitación. "De acuerdo, dormiré en la habitación".

Yunan tragó saliva. En realidad, solo había bromeado al ofrecerle a Dara dormir en su habitación. Pensó que Dara elegiría dormir en el sofá. ¿Era posible que Dara realmente lo viera como a un niño?

En realidad, Yunan le había mentido al señor RT. No era tan inocente. Había visto algún que otro vídeo de 19 segundos, de 23 minutos o del vestido azul. Era normal, era un hombre normal. Tenía curiosidad por saber cómo se hacían los niños, aunque acabara teniendo una carrera en solitario en el baño.

Sin embargo, ¿por qué estaba nervioso? La mujer que iba a dormir con él era la más molesta del colegio. Pensó que estaría a salvo durmiendo en la misma cama que esa molesta profesora. Dara no le atraía en absoluto.