El Secreto del corazón del Mar y El origen de todo capitulo11 parte 1

“En las profundidades del océano se esconde un gran secreto. Un gran poder se encuentra en lo más profundo de una cueva”. La cueva estaba llena de hechizos mágicos para impedir la entrada de supuestos ladrones. No era un simple tesoro cualquiera, era el corazón del mar, el poder absoluto del océano.

“Dice la leyenda que una princesa de sangre real podrá desbloquear la puerta secreta y que gobernará los siete mares. Solo la descendiente de la princesa Meredith podrá acceder al corazón del mar”.

“Todos se inclinarán ante ella. Gobernará con sabiduría y siempre pensando en el reino, no en su beneficio propio”.

“El dios Poseidón tuvo dos hijos: Tritón y Bentesicime. Eran unos hermanos con mucho temperamento que siempre estaban compitiendo por quién era más fuerte y apto para gobernar”.

El dios Poseidón era demasiado orgulloso y juró que nunca le daría el poder del mar a una mujer, por lo que no permitiría que naciera una princesa que pusiera en conflicto al reino o a sus hermanos.

Consideraba que un líder debía ser mejor un hombre con fuerza capaz de defender el océano. Su esposa Anfitrite creía que sus hijos eran demasiado imprudentes para gobernar el reino y sabía que su disputa podria terminar en tragedia.

La reina sabía que su esposo nunca querría una hija mujer, por lo que mantuvo en secreto la existencia de ella. El oráculo le dijo que su hija poseía un gran poder, mucho más grande que el propio dios Poseidón y que sus hermanos.

“Pero tenía una trágica profecía para su hija”. “El poder de la joven niña traería la disputa de los hermanos, quienes tenían demasiada ambición por poseer tal poder”.

Para poder defender a su preciada hija, decidió mantenerla escondida, donde ni su esposo o sus hijos podrian encontrarla.

Entonces recordó no muy lejos del palacio habia una cueva,capaz de contener aquel poder tan poderoso como peligroso.

Decidió extraer el poder del corazón de su hija y convertirlo en un collar que se llamaría el Corazón del Océano. Decidió guardarlo en un cofre en lo más profundo de la cueva para que nadie ambicionara su poder. Colocó un fuerte hechizo con una maldición.

Todo aquel de corazón noble podrá entrar ala cueva más,si en su corazón hay maldad o ambición una cruel maldición caerá.

En manos equivocadas, traería la desgracia a quien lo poseyera. Se convertiría en una estatua viviente. Solo alguien con un puro corazón, noble y sin maldad podía ser dueño de tal poder.

Meredith creció y se convirtió en una sirena con una gran belleza y un gran corazón. Su madre le había dado mucho cariño y comprensión. Se mantuvo alejada de la familia real; escondida en su cueva donde poseía muchos libros, que le dieron el conocimiento y la inteligencia, así como la sabiduría.

Su madre trataba de protegerla del mundo pensando que estaba haciendo un bien a su hija. Meredith pasaba su tiempo preguntándose qué había detrás de la cueva.

Ansiaba conocer el mundo que la rodeaba y no solo en sus libros de historia o política.Quería conocer el mundo real.

Los hermanos crecieron y su deseo por poseer el trono de Atlántida se volvía mucho más fuerte, como si no hubiera nada más en la vida por lo que luchar, era su destino.

Eran hermanos gemelos, pero Tritón, aunque era obstinado, era el más sabio y sensato. Bentesicime solo se dejaba cegar por el poder y por ser el mejor. Su ambición cegaba su juicio. Odiaba ser comparado con Tritón, que siempre lo superaba en todo.

Su padre disfrutaba mucho de la hombría de sus hijos. También sabía que Bentesicime nunca sería lo suficientemente bueno para ser rey. Toda su motivación se iba en Tritón, que era su hijo preferido y lo apoyaba por su capacidad de liderazgo.

—¡Estas disputas entre hermanos tienen que terminar! No puedo ver a mis dos hijos enfrentándose uno contra otro.—Dijo Anfitrite mirándole fríamente mostrando su disgusto.

—Solo el más fuerte sería digno de tal poder.Hoy se decidirá el destino del mar. Quien gobernará estas aguas.—dijo Poseidón dirigiéndose su mira a sus hijos.

De las manos del dios Poseidón surgió un tridente que tenía el poder de controlar el mar. Asombrados por el poder del tridente, los hermanos se miraron decididos a que ninguno tendría piedad del otro. Esta pelea sería la última y más importante de su vida.

La reina decidió irse, pero el dios la detuvo, obligándola a mirar el feroz enfrentamiento. La batalla duró años, ninguno se negaba a ceder el poder.

Su padre disfrutaba del acontecimiento, ambos estaban agotados, pero la determinación de Tritón era más fuerte que la ambición de su hermano. Bentesicime daba golpes brutos para lastimar y agotar la fuerza de Tritón, pero él era mucho más astuto y podía ver las intenciones de su hermano y lo esquivaba.

En ese momento vio su punto débil y Bentesicime perdía sus fuerzas. Tritón estaba más decidido que nunca y terminó dando su golpe final, hiriendo gravemente a Bentesicime. “La batalla había terminado. Todos podían ver a su futuro rey”.

“El tridente viajó hacia Tritón en muestra de su valentía y coraje. Lo reconoció como su portador. Orgulloso, Poseidón comenzó a hacer una ovación a los ciudadanos”.

—“Su nuevo rey ha llegado. Inclínanse ante el rey de Atlántida”.—Dijo Poseidón orgulloso del triunfo de su hijo.

La tristeza había inundado el corazón de la ninfa Anfitrite al ver a su hijo malherido. Se inclinó para comprobar su estado.

—Hijo mío, ¿te encuentras bien? Por favor, dime algo —dijo Anfitrite con angustia.

—Estoy bien, madre. No necesito tu compasión.—Respondió Bentesicime frustrado.

— Nunca seré lo suficientemente bueno para mi padre .—Exclamó Bentesicime contenido su enfado.

Descargando su enojo y frustración en su pobre madre que solo se preocupaba por su bienestar.

—Más que orgullosa estoy decepcionada de que mis hijos peleen por una posición. No los crié para que fueran enemigos.—Dijo Anfitrite disgustada al verlo malherido.

Tritón podía ver la decepción de su madre en su rostro y se cuestionaba si su esfuerzo había valido la pena.El rey Tritón tenía un secreto: amaba a una joven maestra llamada Griselda.Era una mujer dedicada a la enseñanza, cariñosa con sus alumnos y admirada por sus estudiantes.

Era tan fuerte su amor que muchos se preguntaban cómo dos clases sociales tan distintas podían amarse o convivir si tenían vidas tan diferentes.

El joven príncipe admiraba mucho la relación de sus padres, por lo que siguió los pasos de su madre y decidió amarla por el resto de su vida sin importar los obstáculos.

Cuando obtuviera la posición de rey, le propondría matrimonio y eliminaría las distinciones sociales para estar con su amada.

Pero era un sueño imposible de realizar. El rey Poseidón se enteró de que veía a su amada. El rey estaba furioso porque ella no tenía sangre real ni mucho menos pertenecía a una clase adinerada o con título de nobleza.

No iba a dejar que su hijo desperdiciara su vida al lado de una poca cosa como una maestra.

Todos sus planes de convertirlo en rey se habrían esfumado. Temía que la joven lo persuadiera para abandonar todo lo que había construido.

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