Capitulo 4

Nos quedamos hablando unos minutos más y yo ya procedo a retirarme quería quitarme esta ropa, ducharme y caer en los brazos de Morfeo ya que en la noche iba a tener bastante jaleo.

Fre - Sra. Alexandra yo ya me voy, en la noche tengo trabajo y donde no llegue soy niña muerta - me hecho a reír y ella me mira.

Sra. Alexandra - tú de aquí no sales así, ¿te has visto en un espejo? - la miro, me miro y pues tengo full sangre en mi ropa, pero levanto mis hombros para no tomarle importancia – no me mires así, hazme el favor y subes a tu habitación - ellos me dieron una habitación, la cual uso muy poco, siempre me repiten que está es mi casa también - te duchas y descansas, no quiero una no cómo respuesta, es una orden.

Fre - si lo dice de esa manera ni modo no tengo otra opción que obedecer - antes de dar la pelea mejor me rindo, ella nunca pierde, hago caso subo a mi habitación y me alistó, caigo en los brazos de mi amado Morfeo felizmente.

Me levanto de golpe y porque escucha un verguero (escandalo) al escuchar la voz del Sr. Leandro sin pensar mucho me amarro el cabello es forma de una cebolla y sin tomarle importancia a cómo estoy vestida (estoy en top y un cachetero de cotolincra), saco mi arma y bajo rápido, pero sigilosamente para saber qué está pasando y si es de atacar saber desde donde hacerlo. Cuando ya me encuentro bajando las escaleras veo al Sr. Leandro peleando con un tipo que no había conocía en todo este tiempo que llevo trabajando para ellos. Me impactó tanto verlo porque es demasiado bello todo un bombo de chocolate, alto, corpulento a mi lado es un gigante, es blanco, los ojos son color miel intenso, cabello medio amarillo, tiene una voz gruesa. Sigo ahí tratando de comprender está pasando, por lo que entiendo, robo una mercancía y creo que le están echándole el milagrito a Sr. Leandro. En un momento determinado un hombre mira con ganas de matar a Sr. Leandro levanta su mano intento apuntarlo y sin pensarlo dos veces le disparó directo a su pistola para que la suelte, en ese momento todos voltean para ver de dónde vino el disparo y de manera inmediata todos los hombres del bombón me apuntan y los nuestros los apunta a ellos, sin embargo, yo muy segura y sin miedo a nada le digo Con toda la rabia que pueda existir, pero con voz tranquila pero firme.

Fre - intentas otra vez en súber tú armar y apuntarle al Sr. Leandro y le próximo tiro te lo meto en medio de cada ceja, entiendo!!! ¿o te lo explico con mazana? mardito idiota. (nosotros los venezolanos no decimos maldito, sino mardito) - me comenzó a hervir la sangre con lo que intento hacer ese idiota.

Idiota 1 - A MI NINGUNA PUTA BARATA ME DISPARA Y ME MUCHO MEJOS ME AMENAZA- grita con tanta fuerza que estaba punto desatar una tercera guerra mundial.