Capítulo 19. Visita inesperada

Elena se despertó creyendo que todo era un hermoso sueño, pero sintió los brazos de Cristian esos brazos que le hacían sentir protegida, se acurrucó nuevamente, pero se dio cuenta de que ya era de noche y se preocupó, olvido la cena con sus padres, en su casa la regla era que todos estuvieran presentes a la hora de la cena, pero no quería despertar a Cristian, pero de pronto él le hablo.

- Ya despertaste mi hermosa Elena?.

- Sí, podemos irnos, mis padres deben estar preocupados jamás falté a la cena.

- Está bien.

De pronto entro Camilo, quien ya estaba aburrido, pues ya había espiado a su hermano y cuñada e incluso les había sacado fotos y enviado a sus padres, ya les había contado todo menos lo que le dijo a Cristian la mamá de Alexadra.

- Ya despertaron, cuñada tú parecías la bella durmiente y mi hermano el feo durmiente.

Elena Sintió mucha vergüenza se puso colorada, pero también le causó gracia lo que dijo Camilo.

Cristian de pronto sintió celos, como Camilo se atrevió a verle a Elena, nadie podía verla durmiendo más que él. Se dio cuenta que no estaba bien que se sintiera así pero el enojo no se le pasaba.

- Vámonos.

Elena se Retiró al sanitario y Cristian ya le esperaba en la puerta de salida con su obsequio, Camilo había exagerado en el ramo de rosas rojas era inmenso y hermoso.

Elena salió y se quedó pasmada, Cristian se veía tan sexi y hermoso y tenía en sus manos un inmenso ramo de rosas, su corazón latió rápidamente, la emoción y alegría inundaban todo su ser.

- Elena esto es para ti, nuevamente felicidades por concluir satisfactoriamente tu carrera y con mención honorífica, eres hermosa tanto por dentro como por fuera, eres inteligente y una excelente profesional.

Elena no pudo más se abalanzó a sus brazos y él hizo que se sentará en sus piernas se abrazaron tan efusivamente, de pronto Cristian sintió que Elena lloraba, se preocupó y la separo.

- Elena querida, dije o hice algo malo, porque lloras?.

- Discúlpame es la emoción jamás nadie me dio una tarde tan maravillosa es el mejor regalo gracias!!!

Camilo quien se encontraba a lado presenciando todo y con las rosas y chocolates, que Cristian casi le lanzó apenas vio que Elena se acercaba, se sintió feliz, ese era amor del bueno, quizá no se daban cuenta, pero ambos habían sido creados para estar juntos y estaba convencido que Elena era la luz que iluminaria la vida y el corazón de Cristian, finalmente habían encontrado la cura para el corazón herido de Cristian, pero ahora necesitaban tiempo para sanar las heridas más profundas.

Cristian cuya debilidad era ver llorar a una mujer y más si está era muy importante en su vida, se sintió culpable y limpió las lágrimas de Elena.

- No tienes nada que agradecer Elena y no Llores porfavor la intensión era hacerte feliz.

- Y lo estoy Cristian, hoy fue un día maravilloso y estas lágrimas son de felicidad.

Elena dejo de llorar, realmente se sentía muy feliz, se levantó de las piernas de Cristian y Camilo le entrego su obsequio, realmente eran unas rosas hermosas.

- Felicidades cuñada.

Cristian cuando vio que la abrazo Camilo, se sintió molesto, que le pasaba no lograba el mismo entenderse.

- Donde vives Elena te llevamos.

Elena dio la dirección y todo el trayecto hablo con Cristian del área de salud, llegaron a Casa de Elena y Cristian antes que bajara de la movilidad nuevamente la abrazo y se despidieron.

Camilo le ayudo con sus regalos.

Al llegar a casa vio a sus padres y hermana espiando de la ventana.

- Hija que hermosas rosas, te las regalo tu novio? es el que bajo a abrirte la puerta?, porque no le invitaste a pasar?.

Su madre le habla atropelladamente y su hermana y papá estaban expectantes.

- Mamá, papa y Rosita buenas noches, disculpen por llegar tan tarde.

- Hija eso es lo de menos, responde lo que te pregunte.

- Está bien mamá, estas rosas y chocolates me regalo Cristian, él que me ayudó a bajar fue su hermano, recuerdan que les comenté que el tubo un accidente y perdió la movilidad de sus piernas y no les invite a pasar porque ya es tarde y tenían prisa. Mamá ayúdame por favor puedes traer dos floreros a mi cuarto.

- Déjame llevarme un par de rosas también a mí, cuarto.

- No Rosita estas no compartiré contigo.

- Pero las otras si las compartiste, además tienes muchas rosas no seas envidiosa

- Si pero estas no Rosita, porque también mañana llevaré unas cuantas al consultorio.

Dicho esto beso a su padre y le dio las buenas noches, cuando logró que su madre y su hermana salieran de su habitación volvió a recordar todo lo sucedido el día de hoy, se sentía muy feliz, Cristian realmente era un ser increíble, con este pensamiento quedo dormida.

Cristian y Camilo llegaron a su casa y sus padres los esperaban, ambos vieron el brillo que tenía en la mirada su hijo, hoy realmente era notorio su cambio se sintieron feliz, querían hablar con él, pero él dijo que se encontraba cansado y se iría a descansar, Lo que Cristian quería era pensar en Elena y recordar todo lo que su mente grabo.

Apenas Cristian se Retiró, iniciaron el interrogatorio a Camilo quien les contó lo que sucedió con lujo de detalles y los 3 integrantes de la familia Montalvo decidieron continuar con el plan cupido hasta lograr

que terminen juntos

Apenas amaneció Elena se levantó alegre e incluso se maquilló más de lo usual, Rosita que no perdía la oportunidad de molestarle le dijo.

- Hermanita, se nota que el amor te pone hermosa y hasta te maquillaste, quieres tenerlo rendido a tus pies no?, bien Elenita debes dejar de ser tan simplona.

Elena no le respondió, dio besos a sus padres y hermana y se fue.

Cristian se levantó feliz, deseaba que pase la hora rápido para poder volver a ver a Elena.

Llegaron Camilo y Cristian media hora antes, golpearon la puerta y al instante abrió Elena.

- Llegaron antes, pero pasen.

Ingresaron y Cristian le pidió a Camilo que lo dejara en la Camilla y se retire.

Comenzaron a hablar de las sesiones de masaje y ejercicios que realizarían, cuando estaba por comenzar, de repente se abrió la puerta e ingreso Rosita.

- Hermanita viene antes que tengas tu sesión...

Elena se puso nerviosa vio a su hermana y sabía lo impertinente que era y lo peor era que Cristián estaba ahí y todas sus mentiras caerían, no le quedó más que pedirle su ayuda.

- Por favor sígueme la corriente, luego te explico.

- Realmente existes, no eres producto de la imaginación de mi hermana, tenía tantas ganas de conocerte cuñado y mis papás igual están desesperados por conocerte, pero tú sí que tienes mala suerte, el día que debíamos conocerte te pasaba de todo y no llegabas y nos dejabas plantados.

Elena estaba roja de la vergüenza a Cristian no le paso desapercibido su nerviosismo no entendía absolutamente nada, pero si esa jovencita le decía cuñado de seguro era por Elena así que decidió seguirle el juego.

- Pues ya me ves cuñadita si soy real.

- Ya lo veo, me presento soy tu cuñada Rosa, tu única cuñada y de verdad nos debes una gran disculpa a mis padres y a mí por las tantas veces que nos dejaste plantados, lo de la titulación de Elena te lo disculpamos por el accidente que tuviste y que realmente como familia lo lamentamos mucho.

Elena quería en ese mismo momento cavar un oyó y enterrarse en él.

- Un gusto cuñadita, mi nombre es Cristian Montalvo y soy también tu único y definitivo cuñado porque deseo ser el que acompañe a tu hermana por toda la vida.

Elena se quedó estupefacta, quería que todo lo que había dicho Cristian fuera verdad y no parte de un juego.

- A y en lo que respecta a tus padres por favor pídeles que me disculpen y prometo reivindicarme pronto,

- Ya sé por qué mi hermana se enamoró de ti :cuñadito y a todo esto, interrumpí algo?, no es ético que se vayan toqueteando en su trabajo, imaginen que podía ser otro quien entrará y no yo.

Elena estaba de todos los colores del arcoíris, como podía su hermanita hablar de esa forma.

A Cristián le pareció divertido todo lo que estaba sucediendo, incluso sus gestos y lo Roja que se ponía Elena.

- La verdad cuñadita, si llegabas antes sí, hubieses interrumpido el beso apasionado que nos dábamos, pero ahora no, porque Elena además de mi novia, es mi Doctora, es ella quien me está curando emocional y físicamente.

- Pues la verdad ya había oído de tu pasión que se asemeja a un Volcán en erupción y....

Elena estaba más colorada, le ardían hasta los oídos, para evitar que su hermanita siga hablando la interrumpió.

- Basta Rosita, supongo que hay algo que te motivo a venir a buscarme dime que es?

- A sí, olvide las llaves de la casa y mama dice que demorará en llegar, podrías prestarme las tuyas.

- Está bien te doy las mías, pero Rosita no puedes entrar a cualquier lugar sin golpear antes la puerta eso es una falta de educación.

Rosa puso su cara de regañada y a Cristian le causó gracias además que se le ocurrió aprovechar el momento, como Elena estaba cerca la tomó de la cintura y le dijo.

- Amor no seas tan dura con mi cuñadita, aún es joven e impulsiva, pero de seguro ya aprendió la lección verdad?.

- Hooo cuñadito te ganaste mi corazón de ahora en adelante cuentas conmigo para lo que sea.

- Toma las llaves y ve a casa Rosita nos vemos más un rato y ve con cuidado.

Rosita se despidió de ambos y se fue.

- Ahora me explicarás de donde me conoce tu hermanita?

- Está bien, pero no quiero que me tomes a mal por favor.

- Claro que no lo haré.

Elena estaba nerviosa y temía que la tomara como una mujer mentirosa, impulsiva y sin escrúpulos, pero debía contarle toda la verdad no tenía otra opción, sabía que en cualquier momento sus padres la obligarían a llevar a Cristian a su casa.

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