Capítulo 18. La primera cita.

Camilo se encontraba escondido en los arbustos, había oído todo lo que él le dijo a Alexandra y todo lo que le dijo la mamá de Alexandra, sentía pena por su hermano porque él vio como se desvivía por ella, no podía ni imaginar el dolor y decepción que sentía en estos momentos, quería acercarse y abrazarlo, pero vio que cuando la mamá de Alexandra lo dejó él comenzó a llorar jamás lo había visto así, quizá era mejor dejarlo que llore y así bote todo el dolor que sentía.

Sobre lo que oyó de la mamá de Alexandra no le contaría a sus padres eso no le correspondía.

Aún se encontraba escondido cuando de pronto lo oyó decir.

- No logro entender por qué no me dijiste lo que sentías? Creí que antes que pareja éramos amigos y ambos nos teníamos confianza, en que falle o que no te di?, me dolió perderte y saber que ya nunca más te vería, pero ahora duele más saber que te había perdido hace mucho, duele saber que no me amabas y que quizá nunca lo hiciste y que lo más probable es que solo hayas estado conmigo por costumbre y luego obligación. Me siento culpable Alexandra porque te orille o presione a que estés conmigo y te force a sentir algo que estabas lejos de hacerlo y lo peor que renuncies al amor; perdóname por no haber logrado hacerte feliz y por haberte arrebatado el amor de las manos. Te amé tanto y aún siento que te amo que no puedo juzgarte y sé que no debo porque yo fui el idiota que no se dio cuenta de que tus sentimientos hacia mí habían cambiado o quizá fui tan mezquino que no quise darme cuenta de que ya no me amabas.

Perdóname amor por solo pensar en lo que yo quería y no detenerme a pensar en lo que tú querías, perdóname por dar por hecho las cosas, quizá si me hubiese dado cuenta de que ya no sentías nada por mí ahora estarías viva y ante todo feliz.

Camilo no podía entender la nobleza de su hermano, cualquiera en su lugar estaría vociferando contra la traidora, pero él pese a todo aún pedía disculpas.

Camilo pretendía seguir agazapado en los arbustos, pero le llego un mensaje y el sonido sobresalto a Cristian, así que salió rápido e hizo que se acercaba a paso lento y atento al celular, vio el mensaje de su madre que decía " La respuesta de Elena es positiva, comienza el plan cupido, tú misión no alejarte de tu hermano y observar y escuchar absolutamente todo, activa tu plan espía y nos vemos en la casa", sonrió, su madre le divertía y si seguían así su madre empezaría a hablar en claves, pero valía la pena, después de todo su hermano merecía alcanzar la felicidad y ser amado.

Cristian se limpió rápido las lágrimas y se puso las gafas.

- Demoraste mucho, donde andabas.

- Supuse hermanito que como es la primera vez que vienes te tomarías tu tiempo y además ya es las 11:15 y no debemos llegar tarde a tus sesiones.

Salieron del cementerio, Cristian aún se encontraba decepcionado y dolido, de hecho quería retornar a su casa, pero también quería ver a Elena.

Llegaron al consultorio y tocaron dos veces, al instante les abrió Elena, el corazón de Cristian dio un brinco, de pronto se sentía nervioso, Elena por su parte igual se sentía nerviosa y ansiosa y al verlo sintió que se ponía más nerviosa.

- Buenos días, pasen.

Camilo se dio cuenta de que no había la Dra. Costas por lo que le pregunto.

- ¿Hoy no estará la Doctora Costas?

- No y de hecho no estará por lo menos unas dos semanas y si no tiene inconveniente Señor Cristian Montalvo, seré yo quien le realice las sesiones.

Mientras hablaban, Camilo ya le había puesto en la Camilla a Cristian, quien le dijo casi como un susurro.

- Camilo vete y regresas en una hora.

- No tengo ningún inconveniente de hecho demostró ser usted una excelente profesional y confío en usted.

Eso fue lo último que camilo logró oír.

- Gracias Señor Cristian.

- Por favor Elena tutéame, ya sabes que no estoy tan Viejo solo soy tu mayor por tres años.

- Tres años son tres años cuando yo nací usted ya hablaba y hasta corría.

Elena dijo la última palabra sonriendo, ella misma no entendía como se atrevió a bromear con Cristian porque de pronto le salió lo graciosa?

Cristian al verla se dio cuenta que bromeaba y al verla sonreír le dio ganas de tomarla, agarrarla de su cintura y estampar un beso en esos labios hermosos que invitaban a ser besados, pero no podía ser atrevido no quería asustarla, así que opto por sonreír.

Elena se desarmó, como este hombre podía ser tan endiabladamente sexi, si lo seguía viendo se lanzaría a sus brazos.

- Quedemos en que nos tutearemos está bien?

- De acuerdo, ahora comencemos tu sesión.

Apenas le toco Elena, Cristian sintió esa corriente eléctrica que había sentido la primera vez, no lograba explicarse que era esa sensación, noto el temblor en sus manos, observo cada gesto, memorizo cada parte de su rostro, realmente Elena era hermosa, no tenía puesto mucho maquillaje de hecho casi nada, pero su belleza resaltaba, no podía dejar de mirarla.

Elena se sentía nerviosa sentía que él no dejaba de observarla, quería descifrar que significaba ese brillo en sus ojos, pero se dio cuenta de que era una cobarde pues no podía sostener la mirada de Cristian.

Ya faltaba poco para concluir la sesión, de pronto a Cristian le inundó un temor, temor a ya no verla, temor a alejarse de ella, que era todo esto?, pero debía actuar y decidió decirle

- Ayer no te vi y le pregunté a la Dra. Costas y me dijo que era tu acto de Titulación, Felicidades ya eres una flamante Dra. fisioterapeuta y muy competente, puedo darte un abrazo Elena.

- Gracias y claro que si.

Los dos se fundieron en un abrazo, sus corazones se aceleraron , su respiración se entrecortó, el tiempo se paralizó.

Elena Sintió la calidez de sus brazos que le presionaban como si temiera que se escapara, sintió su perfume tan varonil, sintió tanta paz, en el fondo de su corazón deseaba que el tiempo no pasara y quedarse ahí entre sus brazos.

Cristian sintió ingresar por sus fosas el aroma delicado a flores, de pronto sintió la gran necesidad de tenerla así entre sus brazos por siempre, que era esta felicidad que emergía desde su interior, como era posible que con un solo abrazo Elena logrará hacerle sentir tanta felicidad, de pronto volvió a sentir temor de dejarla, temor a perderla, temor a ser rechazado, por eso casi en un susurro casi suplicando le dijo.

- Elena por favor acepta que hoy almorcemos juntos.

Elena creyó que estaba soñando, pero sintió que él la abrazaba más fuerte.

- Acepto, Cristian almorzar contigo.

Se mantuvieron un rato más abrazados, su mente les decía que ya sé separaran, pero sus cuerpos y sus corazones los traicionaban, finalmente de mala gana se separaron.

- Tendrás que esperarme un momento hasta que pongo todo su lugar por favor.

- Tranquila te esperaré todo el tiempo que me lo pidas y será que puedo robarte toda la tarde?.

Elena quien se encontraba de espaldas se giró y choco con esa mirada profunda, melancólica, pero que ahora tenía ese brillo tenue con la que había soñado, de pronto quiso lanzarse a sus brazos sentir nuevamente todos esos sentimientos y sensaciones que no hace mucho había sentido, quería decirle que si de ella dependía le hubiese pedido que la robara para toda la vida.

- Claro, no tengo apuro de llegar a casa, además debo aprovechar porque cuando consiga trabajo no podré disponer de mucho tiempo.

Cristian sonrió, pero temía no verla más, algo debía hacer para poder verla todos los días, por lo pronto le escribiría a Camilo para pedirle que venga al consultorio, que pida comida a ser llevada a la pequeña casa que tenían a una hora de la ciudad y que también solicite lleven un gran ramo de rosas y chocolates, necesitaba que todo este perfecto pues había invitado a almorzar a Elena.

Camilo apenas recibió el mensaje llamo a sus padres para comentarles los planes de Cristian, sus padres estaban felices que todo esté saliendo tan bien y ambos personalmente serían los que llevarían todo y salieron casi corriendo de su casa.

Camilo llegó al consultorio, ingreso sin golpear la puerta ayudo a Cristian y volvió a salir para coordinar todo con sus padres.

Cristian observaba a Elena, le gustaba verla, finalmente termino y salieron del consultorio afuera ya los esperaba Camilo.

A Elena le invadía la curiosidad por saber donde irían y le pregunto?

- Puedo preguntarte donde vamos.

- Tienes miedo que te secuestre?, pues pese a que deseo hacerlo, no soy un hombre que le guste ir en contra de la ley, y me gusta hacer las cosas correctamente, no seas curiosa querida si te digo arruinaría la sorpresa y mi regalo por tu titulación.

Elena Sintió que su corazón quería salirse de su pecho, se sentía tan feliz , le gusto que le dijera "querida"

- Está bien no insistiré.

Llegaron y Elena estaba encantada con el lugar, era una casa hermosa y acogedora.

Cristian no dejaba de mirarla, le encantaba verla feliz.

Camilo los dejo y se pretextó que debía hacer algo y volvería a recogerlos al finalizar la tarde, pero era mentira pues su padre le pidió que se quedara y observe absolutamente todo, porque si el no hubiese aceptado corrían el riesgo que su madre se quedara, pues casi cargando el Dr. Montalvo sacó de ahí a su esposa.

- Almorzamos?

- Si almorcemos

Ingresaron a una sala donde ya estaba la comida servida, todo se veía exquisito, En estos dos años Cristián comía poco había perdido el apetito, pero al ver a Elena comer y saborear los alimentos, de pronto le dio mucho apetito y comió más de lo usual.

Se retiraron a la sala a tomar un helado y se pusieron a hablar, hablaron tan amenamente por una hora que ya sabían ambos bastante sobre sus familias y ambos coincidían en muchas cosas sus padres médicos, dos hermanos menores carismáticos, alegres y medio locos y ellos más serios.

- Como ambos amamos ver películas vemos una?

- Sí, comedia por favor.

Ambos se encontraban sentados en los sillones, Elena con indicaciones de Cristian puso la película, pero de pronto Elena quedó dormida, Cristian la observo realmente era hermosa, le transmitía mucha paz, el debía recuperarse y volver a caminar, quería conquistar a Elena y temía perderla o peor aún que ella lo rechazara por su estado fisico, de pronto Elena se apoyo en su hombro y el la abrazo, que bien se sentía estar así con ella y así ambos quedaron dormidos.

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