Capítulo 11. Mi corazón no está muerto como creí.

Venía todo distraída viendo unos papeles y con esos audífonos puestos, si los sigue utilizado quedará sorda, me acerque en mi silla de ruedas y me puse en su camino.

Estaba caminando distraída viendo unos documentos que no me fije que alguien estaba en mi camino solo sentí un golpe y me tambaleé.

- Hay!!!- cerré mis ojos, no sé ni porque lo hice, pero era que los mantenga cerrados, porque cuando los abrí, ahí estaba yo sentada en las piernas de mi falso novio, porque le digo así, estaba sentada en las piernas de Cristian Montalvo.

- Vaya encima de sorda creo que también está ciega.

- Ni lo uno, ni lo otro Señor solo estaba distraída con unos papeles.- Estaba Roja como un tomate, lo sentía porque mi cara ardía.

- No me digas Señor, no creo verme tan Viejo, además me Animaría a decirte que te debo llevar con unos 3 o 4 años exagerando.

- Con 3 años para ser exactos - porque dije eso en voz Alta, algo me está pasando estoy Roja, mi corazón se está acelerando y empiezo a tartamudear - lo lo vi vi en su historial - siento su perfume tan varonil y su respiración tan cerca que casi me susurra.

- Así que tienes 24 años, no es justo que tú si sepas mi nombre y yo no el tuyo - Se encuentra tan nerviosa, comienza a temblar, está Roja y ese tono en sus mejillas le sienta tan bien, siento su aroma a flores, veo sus labios carnosos color carmín, que me está pasando tengo de pronto unos deseos locos de besarla.

- Mi nombre es Elena - de pronto nuestras miradas se encontraron, tiene los ojos más hermosos, esos ojos que me enamoraron en mis sueños, son tan obscuros pero ahora veo una pequeña Luz, que me está pasando, de pronto oigo a alguien decir.

- Debían decirme que querían estar solos y los dejaba o acaso quieren que los saque a los dos sentados?, si es así, no hay problema cuñada que tengo bastante fuerza en los brazos.

- No, no, no es lo que piensas, yo yo solamente tropecé - de un brinco me levante de las piernas de Cristian estaba tan apenada que no lograba gesticular bien las palabras - me voy hasta luego - quería huir, pero Camilo me agarra del brazo y me dice.

- No cuñada no puedes huir así, lo viste a mi hermano en paños menores, tocaste partes de su cuerpo que te puedo asegurar que quizá nadie lo hizo, te sientas en sus piernas y si no llegaba hasta casi te aprovechas de él, tienes que asumir las consecuencias de tus actos y hacerte cargo de él no lo puedes deshonrar de esa manera.

Que está diciendo este niño Tonto - No realmente estás malinterpretando la situación, Mira te explico.....

- Camilo ya suéltala - aguante apenas la Riza que me provocó todo lo que dijo mi hermano y más aún cuando vi los gestos de asombro que hacía Elena y lo Roja que se iba poniendo cada rato, pero me enojo que él la estuviera agarrando de su brazo como se atrevía, no quería que ni él ni nadie la tocara, que me está pasando.

- Cálmate hermano, no te pongas celoso, no puedo dejar que te deshonre, además para eso estoy a cargo de ti, recuerda que soy tu niñero y me debes respeto.

- Jajajajaja, me voy hasta luego.

Por Dios que sonrisa más hermosa, en otras circunstancias le hubiera reñido a Camilo, pero su Riza era tan contagiosa que termine como un Bobo sonriendo.

- Planeta Tierra llamando a Cristian, vuelva a su órbita que la cara de Bobo le hace ver más feo.

Recién me di cuenta de que seguía riendo como un idiota.

- Llévame a casa estoy cansado y te agradecería no comentes a nuestros padres lo de hoy por favor.

- No te preocupes no les diré absolutamente nada - de hecho ni pensaba hacerlo porque quien olvido el short fui yo y también fui culpable de que la Doctora hubiera tenido que vestirlo si mis padres se enteran mañana mismo estaré como indigente en la calle, pero eso Cristian no debe saber así más adelante le pediré favores a cambio de guardarle el secreto.

Llegamos a casa no sé que me pasa cada momento que recuerdo los gestos y esa sonrisa hermosa de Elena me quedo sonriendo como un idiota. Entramos a la sala y ahí está mi madre.

- Como te fue cariño, estás bien, te sentiste cómoda con la Doctora.

- Más que cómodo yo diría - era Camilo tan impertinente como siempre, tuve que pellizcarlo para que dejara de hablar, mi madre nos miró confundida a ambos.

- Estuvo bien la sesión, estoy cansado mamá iré a descansar, Camilo por favor llévame a mi cuarto.

- Descansa hijo, me alegra que te haya ido bien.

Ya en mi cuarto pregunté a Camilo.

- Hablaste con el director del hospital?

- Si, me dijo que te cambiara tus sesiones de 12: 00 a 13:00 todo por papa, porque dice que la Doctora Costas prácticamente arriesgaría su hora de almuerzo.

- Pero le preguntaste de su ayudante, de Elena.

- Claro que no, ni sabía que su nombre era Elena y que le iba a preguntar? ¿O que quieres que le pregunte?

- Si ella estará...... olvídalo, vete que quiero descansar.

Elena, hasta su nombre es hermoso, tiene 24 años, sé nota por su actitud que aún es inocente, jamás vi que una mujer se ponga Roja a cada momento, es tan tierna porque usará ropa tan ancha? Aún debe estar estudiando por eso se fue rápido, será que vuelve al turno de la tarde también?, mañana averiguaré.

Hace mucho nadie llamo mi atencion como lo hizo Elena, porque siento estás ganas de verla? será que mi corazón no está muerto como creí?

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