Capítulo 3. Recuerdo Doloroso

Fue el primer día de clases, el paso por mi casa y nos fuimos a clases, el cómo siempre en menos de una hora ya era el más popular de la clase y yo bueno yo seguía siendo yo, nada sociable, pero era la novia del popular.

Hicimos un buen grupo de amigos, bueno él hizo un grupo grande de amigos, yo trataba de acoplarme a ellos, pero eso de ser sociable nunca fue lo mío, el tiempo fue pasando y las fiestas en casas o salir a discotecas se fueron haciendo presentes cada fin de semana.

Yo fui la primera vez, la primera fiesta, pero no me agrado, empezaron a beber descontroladamente y yo solo quería estar en mi casa, en mi cama con un libro o solo viendo una película, le pedí a Rolando si podíamos retirarnos, vi en su rostro molestia y me dijo que aún era temprano y si podíamos quedarnos un rato más, fueron las horas más largas él ya estaba ebrio y se portaba muy atrevidamente incluso me saco una marca en el cuello, me enoje y le dije que si él no me llevaba a casa podía irme sola, el muy molesto tomó su chamarra y salimos, no me hablo hasta que llegamos a casa, me dio un beso corto y se marchó.

Entre a casa y mis padres aún no habían llegado de la fiesta que tenían y mi hermana se encontraba en la sala viendo tele y me dijo - cuando tenga tu edad ni loca llego a esta hora son las 10:30 a esta hora las fiestas comienzan- me causó gracia su comentario ella apenas y tenía 13 años era una niña.

Entre a mi cuarto me bañé y vi la marca de mi cuello, no se iba a perder fácilmente, tendría que usar bufandas si no mis padres lo tomarían a mal ya el lunes hablaría con Rolando para decirle que algo así no debía volver a pasar.

Llego el lunes y acordamos que como yo no me sentía cómoda yendo a esos lugares él iría y que me quedaría en casa y nos veríamos de lunes a viernes en la carrera, ahora me doy cuenta de lo estúpida que fui, quizá yo fui quien le lanzó a los brazos de Ana mi supuesta amiga mi única amiga , la que lo cuidaba que no cometiera errores.

Llego el 23 de julio ya eran dos años que estaba con el amor de mi vida y era mi cumpleaños, les pedí a mis padres que me hicieran una pequeña fiesta en casa, era el momento de decirles que tenía novio y ellos lo conocieran y yo poder salir los fines de semana con el, cómo hacían creo los novios normales, ese día mi supuesta amiga me dijo que saliéramos a bailar a una disco le dije que era miércoles y al día siguiente teníamos clases temprano, pero ella y Rolando me convencieron, nunca use escote, pero decidí usar una blusa que resaltaba mis atributos y además decidí maquillarme en eso demore y llegué una hora después de lo previsto.

Entre a la discoteca y en la puerta del baño estaba Ana mi supuesta amiga con Rolando, el amor de mi vida besándose, me acerque le tome de la mano él se separó me vio y simplemente me dijo - creí que no vendrías - el dolor era tan intenso en mi pecho que no salía ni una palabra de mi boca.

Se acercó en eso Tatiana una compañera que sentía que me odiaba y dijo - al fin lo ves con tus ojos estos cada vez se pierden y vuelven felizmente realizados - esperaba una explicación de Rolando, pero no dijo nada y solo sonrió, no soporte más salí de ese lugar y las lágrimas no paraban de salir, el dolor en mi pecho no me permitía respirar, esto era un mal sueño como pudieron hacerse la burla de mí, reírse en mi cara, con todos presenciando su infidelidad y el lunes vernos a los dos como los grandes enamorados, los imaginaba a todos riéndose a mis espaldas y yo la idiota creyéndoles mis amigos, realizando los trabajos grupales sola, como fui tan estúpida.

Llegue a casa destrozada, más bien nadie me vio invente que me encontraba mal y cancele mi fiesta de cumpleaños y no asistí a la universidad, necesitaba asimilar todo esto.

En el fondo de mi corazón esperaba una llamada, un mensaje o que Rolando toque mi puerta y me dé una explicación de lo sucedido, hasta esperaba que me diga algo estúpido y nada creíble y yo para evitar este intenso dolor en mi pecho le creería y hasta lo disculparía, pero nunca vino ni me llego el tan deseado mensaje.

Mis padres se preocuparon porque esos días no comí y como siempre fui reservada, decidí no contarles nada y el lunes ir a clases, lo peor sería verlo a él y a Ana juntos, pero los ignoraría terminaría las clases y volvería a casa.

El lunes llegué entre al aula y todo cuchicheaban y se reían yo estaba sola nadie de ese grupo de amigos que creí que también era mío se acercó y finalmente llego lo que temía entraron ellos tomados de la mano y Rolando ni volteo a verme, ahí me di cuenta de que él nunca me amo, ya sé por qué dicen que la que primero ama es la que más sufre.

Así paso una semana donde nadie me hablaba y el dolor era intenso cada día que los veía pasar juntos, así que decidí ya no volver a la universidad.

Llegué a casa y les dije a mis padres que me equivoque de carrera que Derecho no era lo mío y si podía cambiar de carrera, mis padres como jamás les di motivos de enojo aceptaron, pero con la condición de que apenas salga convocatoria para alguna carrera que me guste postule y me prepare.

Para no perder el tiempo entre a clases de inglés para ser sincera para no undirme en el dolor que sentía, ese dolor intenso que oprimía mi pecho, que calaba hasta lo más profundo de mi ser y cada día moría un poco más.

Un día llego mi padre y me dijo que salio convocatoria para la carrera de Fiosioterapia, no quería defraudarlos más, ni tampoco seguir llorando todas las noches recordando los estúpida e ilusa que fui, decidí comenzar una nueva carrera lejos de los que creí sentían algo de simpatía por mi.

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