Diez

Anna ¿ Puedo pasar?- escuchó a Angelo en su puerta a la mañana siguiente.

- Pasa.

- ¿ Quieres hablar en italiano?

- No, estoy bien así.

- ¿ Porqué no dijiste que nos entendías? Me avergüenza todas las veces que hablamos de tí en tu presencia.

- Eso no importa, se muchas cosas en esta vida que la gente da por sentado que no tengo porqué saber.

- ¿Cuantos idiomas hablas?

- Ocho perfectamente y tres más que puedo entender una conversación.      ¿ Me estás interrogando?

- No, no pienses eso. Es que cada vez me asombras más.

- Bien.

- ¿Puedes perdonarlo?

- ¿ Ahora hablas por él?

- No, él ni siquiera sabe que estoy aquí,  pero te contaré algo para que lo entiendas. - hizo una pausa en la conversación- Él te vio por primera vez una noche en " Caldo ".

- ¿ En la discoteca? Solo he estado una vez allí.

- Esa vez él te vio, y desde el primer momento lo volviste loco, dijo que no parecías real y cuando se acercó a tí,  lo hizo todo mal, y tú le pegaste.

Anna levantó su mano derecha despacio y se tocó los labios recordando.

- Será porque a ninguna mujer le gusta que su primer beso se lo robe un desconocido,  en el pasillo del baño de una discoteca.

- ¿ Me estás diciendo que el primer hombre que te besó fue Enzo? ¿ Y el chico con que estabas no era tu pareja?

- Es mi hermano, ese día era su cumpleaños, pero te prohíbo que le digas a Enzo,  quiero que siga pensando que es mi novio.

- Eres mala, pero bueno, él se lo merece por tonto, desde ese día no hizo otra cosa que buscarte y ahora que te encontró sigue haciendo todo mal, así le enseñaron y así lo hace. Su padre los educó para que no amaran a una mujer,  ese amor le costó la vida a su hermano y él no quiere parecer débil por amar.

- Gracias por contarme Angelo, en un rato hablaré con él.

- No lo machaques mucho.

- No te prometo nada.- le sonrió.

Angelo salió de la habitación y Anna estuvo un poco más acostada, mirando al techo, pensando en lo que él le había contado. Se levantó y se dio un baño, y esta vez no se puso la ropa acostumbrada, se puso un vestido de verano que le regaló Angelo y salió descalza a la habitación de Enzo. Entró sin tocar, lo vio todavía acostado con los ojos cerrados y se sentó a su lado en la cama.

- ¿ Que haces aquí Anna?- le dijo sin abrir los ojos, ese olor  para él no tenía confusión.

- Vine a cumplirte un deseo.

- ¿Que deseo ?¿ Ahora eres el hada de los deseos?- se sentó  para estar a la altura de ella y mirar esos ojos que lo volvían loco.

- El de tenerme debajo de tí,  en tu cama.

- Vete Anna. - le dijo apretando la mandíbula.

- ¿Seguro?- él no contestó y cuando ella fue a levantarse la tomó de la mano.

- No, no estoy seguro- y le tomo la boca con un beso desenfrenado y lleno de deseo, y ese beso bajó para encontrar sus pechos.

- Espera Enzo,  quiero decirte algo. - él la miró con desespero- Yo no puedo ofrecerte un encuentro ardiente, yo no sé como hacer eso.

- Me asustaste hermosa, pensé que me ibas a decir que parara- le dijo abrazándola y hablando a su oído- No te preocupes,  me gustas así, no importa que no sepas que hacer , de esas puedo tener una distinta cada noche si quiero, ahora solo importa que eres tú. ¿ Puedo?- preguntó señalando los tirantes de su vestido y ella asintió,  se los bajó dejando su torso desnudo y la cara de ella se tiñó de rojo- No te avergüences,  eres perfecta, ven acuéstate.

Ella se acostó y él se puso sobre ella, tenía necesidad de poseerla, ya no podía esperar más, no era algo brusco pero tampoco era  romántico,  terminó de quitarle el vestido y después se quitó el pantalón de su pijama, buscó un preservativo en su mesa de noche y cuando se lo colocó escucharon un toque en su puerta.

- Enzo,  voy a necesitar que bajes. - era Angelo.

- ¿Es urgente?- dijo sin despegar los ojos de ella.

- No, pero te necesito.

- Bajo dentro de un rato.

Y ella lo sintió entrar en su cuerpo sin aviso provocando un dolor agudo.

- Lo siento pequeña,  no sé otra manera de hacer esto.- se disculpó susurrando en su oído.

Él comenzó a entrar y salir de ella mientras besaba todo lo que alcanzaba su boca, y lo que primero era un dolor se fue convirtiendo en la mejor de las sensaciones mientras su vientre se llenaba de un cosquilleo que la hacía gemir de forma incontrolable hasta que ya no pudo más y se escuchó gritando.

- Enzo, a Dhia, is dóigh liom go bhfuil mé ag dul i dteagmháil leis an spéir, níos mó, níos mó a thabhairt dom ( Enzo Dios, creo que voy a tocar el cielo, más,  dame más).

- Anna,  no se en que idioma hablas pero me pone súper caliente, sigue vamos.

- a Dhia, a Dhia Enzo. ( Dios,  Dios Enzo)- y comenzó con los movimientos convulsos que la arrastraron a un orgasmo sin comparación,  su primer orgasmo,  el que le había dado el primer hombre que la había besado y que la acompañaba en la espiral sin frenos que había provocado este momento juntos.

- Anna,  cielos, esto ha sido lo mejor que he sentido en mi vida- le dijo con el pecho agitado y la respiración todavía sin control recostado sobre ella- ¿ En que idioma hablabas?

- Eso no es importante, lo importante es lo bien que me sentí,  gracias.

- No me des las gracias,  no era un favor. Ahora quisiera quedarme contigo pero si no bajo, subirá Angelo a ver que me pasa, quédate aquí y duerme un poco.

- No puedo, tengo que ir donde Nico.

- No, quédate,  mandaré alguien para que se encargue de Nico,  descansa,  ahora me voy a bañar para bajar, me gustó mucho estar contigo- le dio un beso y se levantó de la cama, y en lo que él se bañaba ella se durmió,  así que no lo vio irse.

Desde aquella mañana había pasado una semana ya, y no había sabido nada de Enzo ni de Angelo,  cuando despertó aquel día supo que habían salido por un problema y desde entonces ella no había recibido ni una noticia de ellos.

Ya estaba anocheciendo cuando se escucharon varios autos entrar a la propiedad, ella corrió a la puerta pues sabía que solo ellos llegarían a esa hora y lo que esperó fuera un encuentro fogoso, se convirtió en un cubo de agua fría cuando vio a la rusa de aquella noche bajar del brazo de Enzo. Regresó a la cocina y se quedó esperando que entraran.

- Hola Anna- la saludó  enfadado Angelo.

- Hola¿ Estas bien?

- Si, voy a bañarme, si quieres sube conmigo,  así dejas espacio a los demás.

- Sí,  ya me iba de todas formas.

- Hola Anna. - la saludo él conteniendo las ganas de besarla.

- Hola Enzo,  hay comida en el horno, es toda tuya.- y subió detrás de Angelo.

- Ten paciencia, ya te dije que le enseñaron todo mal, y él está haciéndolo al pie de la letra.- escuchó a Angelo decir mientras subían las escaleras.

- No te preocupes, ya me iré cuando yo entienda.

- Él no va a dejar que te vayas y lo sabes bien.

- ¿ Quieres apostar que me voy y no me encuentran?

Más populares

Comments

Elide Rubio

Elide Rubio

ay que cosas

2024-03-04

5

Adoración del Carmen Martinez sonni

Adoración del Carmen Martinez sonni

tannnn inteligente y le da su virginidad a un desgraciado 😡

2024-02-06

5

vilma solis medel

vilma solis medel

cómo tan tonta con todo lo inteligente que es y se entrega a la primera no me gustó su proceder me decepcionó

2024-01-14

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play