La condición de nuestra relación.

Comienza un nuevo día para la acostumbrada rutina de Will.

Al despertar se voltea y ve a su lado a su esposa Alyss abrazada con Wilder su pequeño hijo; decide levantarse; pasa al baño para alistarse e ir al trabajo.

Por lo general Alyss se levanta para hacer el desayuno mientras él se ducha, pero esta vez no es así, ya que ha sido una noche muy dura para ella y su hijo.

Transcurrido el tiempo, sin hacer ruido Will sale de la habitación para ir a la cocina y prepararse por lo menos el café.

Al entrar observa lo desordenada que está y mientras alista la cafetera concientiza un poco en lo agotada que debería estar Alyss.

Suena el teléfono de la casa y Will camina hacia la sala para atenderlo:

—Buenos días.

Ruth La madre de Alyss al ser atendida, con cálida calma le dice:

—Buenos días Will ¿Cómo están? ¿Cómo amanecen todos?

Will con actitud seca le responde:

— Bien Ruth. Alyss aun duerme porque Wilder pasó mala noche.

Ruth siente un susto en su corazón, se agita y le dice:

— ¡¿Que tiene mi nieto?! ¡Déjame hablar con Alyss!

Will por su reacción trata de calmarla y le dice:

—Estuvo con fiebre toda la noche y no paraba de llorar, pero ya están reposando; no te alteres que no ha pasado nada más, Alyss debe llevarlo al médico en el transcurso del día.

Ruth algo aliviada, pero inconforme por la respuesta de Will le comenta:

—Me voy a preparar para ir acompañarla porque tú debes salir a tu trabajo y necesitarán ayuda. ¡Supongo!

Will siente algo de incomodidad por lo irónico de su comentario y le dice:

— ¡Sí, llame más tarde para que descansen lo necesario!

Con mucha impaciencia Ruth al culminar su llamada.

« ¿Cómo es posible que Will no tome la iniciativa para los cuidados de su familia? », reflexionó Ruth.

Por otro lado «Supongo», piensa Will mientras finaliza la llamada.

Will se lleva las manos a la cabeza y decide ignorarla, pero no podía evitar pensar, «siempre se involucra en los asuntos de mi familia, supone porque sabe que después de salir no me obligo a llegar a tiempo ni para la cena»

Y mientras tanto; en la habitación Alyss se despierta abrazada a Wilder y se percata que aún no tenga fiebre, pues su noche fue muy dura; lo acobija bien y se levanta con mucho cuidado al baño.

Asume que ya Will se ha ido a su trabajo y mientras se mira al espejo piensa: «Un día más para buscarle sentido a esta vacía relación».

De pronto Will entra a la habitación y ve que su esposa se ha levantado, entonces se acerca a Wilder le da un ligero abrazo para no despertarlo y rápidamente toma las cosas que le hacen falta para salir, pero ella sorprendida al sentirlo en la habitación le pregunta:

— ¡¿Tu todavía aquí?! ¡Te hacía en tu oficina!

Will tratando de conservar la calma le responde:

—Me distraje haciendo el café.

Alyss le dice:

—Me quede dormida, me tocó lidiar sola con Wilder.

Will para no entrar en detalles le dice:

—Tu madre llamó y quedó en venir, voy de salida.

Alyss se incomoda por eso y le dice:

— No es necesario Will, lo lógico es que seas tú ¿No?

Will se acerca a Alyss para despedirse y al tratar de darle un beso lo evade; ella siente que su relación ya no es la misma.

Su reacción lo incomoda y le dice:

— ¡Siempre con lo mismo Alyss!

Por alguna razón siente que Will ya no es sincero en la relación porque sus actitudes le parecen confusas, le comenta:

— Llevas prisa y casi nunca estás en casa, tampoco los fines de semana. Según tú el trabajo lo exige; cuando permaneces en casa estás como en alerta y evasivo conmigo, y ¿te despides con un beso?

Will se altera y le dice:

— ¡No me extraña tu actitud!

Alyss le recuerda:

—Te observo salir con mucho ánimo, elegante y oloroso.

Will le dice:

—Alyss te recuerdo que no te cuidaste. ¡Muy temprano te embarazaste! ¡La condición de nuestra relación era no tener hijos los primeros años y tú le fallaste a ese acuerdo, entonces tu lugar está en casa!

Alyss le dice:

— ¡Acepta Will que eres padre! ¡Disfruta tu hijo!

Will trata de no perder la paciencia y cuando Alyss le obliga a enfrentar el tema, le dice:

—Alyss acepté casarme contigo porque crecimos el uno para el otro; por lo menos, así lo creímos, acepta que nuestra relación es joven. ¿Qué necesidad tenías de embarazarte? ¡Me casé muy joven!

Alyss ya alterada, le responde:

— ¡Yo también me casé joven y vivo para ti y para nuestro hijo!

Will la observa y queda en silencio; no sabe que responder.

Su rostro refleja impotencia, le dice:

—Amo a mi hijo, lo que no amo es tenerlo tan pronto y lucho con eso.

Will se da la vuelta y deja la habitación de forma violenta golpeando todo a su paso.

En el camino hacia su trabajo piensa que su comportamiento debería ser el mismo todos los días para no levantar sospechas; toma su teléfono para llamar a Brenda una mujer que lo hipnotizó con amor; pero , no contesta.

Durante el recorrido va recordando el momento del acuerdo; la condición de la relación con Alyss.

Will se encuentra con Alyss en la boda de su primo Joseph y Kelly la hermana de Alyss. Joseph se acerca emocionado y les dice:

— ¡Hermano sabía que no me fallarías!

Kelly también se acerca, los abraza y les dice:

—¡Que emoción , ahora viene la boda de ustedes!

Mientras todos comparten el momento; Will queda por un instante en silencio, observa al alrededor; discretamente se acerca a Alyss y le dice:

—Pronto será nuestra boda; ya sabes cariño por un tiempo sin hijos; disfrutemos nuestros primeros años.

El semáforo en rojo lo dispersa de sus pensamientos; observa su reloj y decide continuar su trayecto, recuperar la calma y llegar a tiempo.

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