"FELICES 18"

Los días fueron pasando y se acercó el día de cumpleaños de Luisa, la niña estaba feliz porque por fin cumpliría dieciocho años.

William estaba en la casa de Luisa después de traerla del club, en la media noche la niña cumpliría años y él quería sorprenderla.

"¿Viste mi baile hoy?" Preguntó la pelirroja comiendo vegetales.

"Sí, alcance a ver el final" Respondió el empresario muy serio, había mentido, pues este habia estado observando las escenas desde hacía un tiempo y había visto como los hombres se acercaban al mesero Camilo para apartar privados con la niña.

"¿Te ocurre algo bombón?" Preguntó coqueta Luisa.

El hombre que se había quedado pensando en las escenas, fue interrumpido por la dulce voz de Luisa y respondió "Después te digo lo que ocurre" Respondió el hombre mirando su móvil.

"¿Te escribió Sara otra vez?" Preguntó la pelirroja.

"Quiere que la acompañe a un evento mañana" Dijo el hombre buscado una reacción de la pequeña.

"Dile que la puedo acompañar, pero no respondo de mis actos" Rió la perversa Luisa.

"Es solo una buena amiga" Dijo el grandote.

"¿Me dejarías tener amigos?" Preguntó la mujer.

"Si ¿Por qué no?" Dijo William mirando fijamente a la niña.

"Perfecto ¿Aunque hayan tenido sexo conmigo? Lamió la punta de los dedos el pequeño demonio.

William no esperó que la niña se atreviera a jugar con el de esa manera "Luisa si tienes sexo con alguien, siendo MI novia, ya conoces las consecuencias 'Soldado avisado, no muere en guerra'"

La pelirroja rió hasta decir no más, ese hombre decía que no se enamorara, pero él la celaba como si la amara, ¿Como no quererlo? Pensó la mujer.

"Solo quiero tener sexo con alguien, es el empresario más importante de la historia ¿Lo conoces?"

El castaño sonrió, pasó del enojo a la alegría en tan solamente un instante, cuando miró su reloj eran las doce de la noche.

"Lu, en mi maletín hay algo para ti" Ordenó el castaño.

"¿Para mí?" Dijo una sonriente Luisa.

La chica subió a la habitación donde se encontraba el maletín del empresario, la pequeña mujer lo abrió desesperadamente y halló una envoltura, Luisa recordó que era su cumpleaños número 18.

La pelirroja se emocionó, parecía uno de esos regalos que recibía cuando era una pequeña, su madre acostumbraba a dejarle obsequios en la cama al igual que su padrastro.

Luisa al recordarlo apretó fuertemente el obsequio, unas lágrimas amenazaron con salir y tuvo ganas de salir corriendo a cualquier bar y perderse como antes lo hacía.

El hombre la observaba desde la puerta, notó que estaba sorprendida y a la vez un sentimiento de tristeza rodeó la habitación.

William se acercó y la abrazó por detrás, metió el rostro en el cuello de la jovencita y dijo: "Feliz cumpleaños, pequeño demonio"

El apodo la hizo reír, y el sentimiento que amenazaba con apoderarse de ella se esparció.

La niña tocó los brazos del castaño con fuerza e inclino mucho más el cuello hacia un lado para darle acceso a su novio, este depositó varios besos húmedos ocasionando innumerables risas y excitación.

"Ábrelo, creo que te gustará" Dijo William separándose un poco.

La mujer suspiró y abrió el obsequio, cuando vio el aparato sus ojos brillaron y dijo "Puta madre"

William quien estaba acostumbrado a sus expresiones rio y negó con la cabeza.

"Es un Lombartec 14 Pro Max es el mejor del mercado 2023, el único, con nuevo procesador A16 Bionic, chip ultra potente y el más rápido que el de Apple, y con una cámara triple de 48 MP, con sensor más grande y funcionalidad de última generación" La chica hablaba con mucho conocimiento.

"Vaya, parece que alguien ha estado interesado en mis inventos" Mencionó el empresario.

La mujer se volteó y saltó a los brazos de William envolviendo al hombre con sus piernas por la cintura.

"Gracias, gracias, gracias es el mejor celular del mundo como su dueño" La chica le daba picos mientras agradecía.

"No creas que diré: 'Esto es mucho para mí, no podré aceptarlo' Jamás lo diré, no soy hipócrita, si me gusta lo tomaré sin pensarlo" Dijo la hermosa pelirroja.

"No esperaba eso, conozco tus intereses" Dijo el hombre con una media sonrisa.

"Tienes razón, el dinero es importante, pero no te hace feliz, en cambio... Hay personas que pueden cambiarte la vida" Dijo Luisa y William la besó.

La pareja continuó con caricias y besos que aumentaron la temperatura de sus cuerpos, el empresario la tiró en la cama y quitó su camisa.

Luisa admiró el cuerpo de su hombre, era musculoso, grande y ancho de hombros, William se acercó como un felino a su presa y ella no lo detendría, iba a disfrutar de su mejor regalo de cumpleaños.

William quería sentirla cerca, sentir su olor, su calor y sintió que algo cambió dentro de él, ya no estaba dispuesto a posponer esta unión, quería perderse en ella.

La chica se desvistió y el castaño la observó mientas él hacía lo mismo, Luisa se acostó en el centro de la cama esperando que su príncipe la tomara.

El grandote antes de ir donde ella, contempló su hermosura, era como una diosa con sus cabellos rojos sobre la cama, sus pechos, sus caderas eran perfectos, tenía un cuerpo maravilloso y era solo para él.

William no soportó más y fue encima de la mujer que se tocaba sin pudor, ella abrió las piernas para recibirlo, esto provocó que el deseo del castaño aumentara aún más, no entendía que le ocurría, nunca había sentido tantas ganas de poseer a una mujer, solo pensaba en adentrarse y disfrutar de su interior.

William besó la parte interna de los muslos de la niña, quería jugar con ella, pero el deseo se apoderaba de él y quería introducirse inmediatamente en ella.

"Hazlo Will, habrá tiempo para jugar, te quiero sentir" Dijo la pelirroja.

El hombre no supo en qué momento Luisa leyó su mente, sin pensarlo, tomó un preservativo de su maleta, se lo puso y fue con ella.

El hombre se introdujo provocando un gruñir, empezó con movimientos suaves, mientras besó y tocó de manera posesiva a Luisa.

Luisa estaba demasiado excitada, deseaba a ese hombre desde el primer día que lo conoció, nunca había permitido besos en sus encuentros sexuales, pero con William era distinto, la mujer disfrutaba de sus besos y movimientos, se sintió llegar en un susurro dijo "Me correré para ti bombón"

El hombre que disfrutaba del interior suave y húmedo de la mujer al escucharla decir de manera tan sensual que se llegaría para él, aumento el ritmo y se corrió después que la niña alcanzó el clímax.

Las respiraciones agitadas resonaban entre sí, el hombre se recostó en el pecho de la pelirroja, aspirando su dulce aroma.

Cuando sus respiraciones se tornaron normales el hombre se acomodó y atrajo a su pequeño demonio hacia él.

"Tu verga es la más grande que he visto y sentido" Se sinceró la mujer.

William soltó una carcajada, nunca esperó que la bella pelirroja le dijera tal cosa.

"Lu, eres hermosa, en todo el sentido de la palabra, felices 18" Dijo el hombre.

La mujer se asustó, se separó y se levantó dejando ver una vez más su desnudez, su cabellera caía como cascada y se veía realmente bella "¿Lo sabes?"

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