EN BLANCO

LAVINIA

Llego al lugar donde venden el perro, ~buenas tardes en que puedo

ayudarle~ me pregunta una mujer joven en uniforme de gato, ~buenas tardes,

vengo por el perro de este anuncio~ le digo mostrándole la foto que le tome al

anuncio, ella me ve con una gran sonrisa, ~ha, claro, por supuesto, acompáñeme,

se lo mostrare~ la sigo en silencio, llegamos a otra sala, donde un hombre de

unos 36 años cuida la puerta, ella saluda al hombre y asiente con la cabeza, él

nos concede el paso, ~caballero, este es el perro del anuncio, tiene un valor

de 2 millones de dólares, tiene todas…~ levanto la mano interrumpiéndola,

observo al cachorro, es todo gordo y no me produce nada, jum, que farsa, miro a

la vendedora ~decía en el anuncio que este perro podía despertar los

sentimientos en cualquier persona, me pregunto si su efecto es inmediato, o cuanto

se demora~ si el efecto se tarda, me lo llevo, la vendedora no sabe que

responder, eso ya es una mala señal, doy media vuelta, cuando el señor de la puerta,

que todo este tiempo había estado pendiente de nosotros, interviene diciendo

que el efecto es tardío, que se forma con el paso del tiempo~ cuanto tiempo

exactamente~ le pregunto, necesito todos los detalles, para poder probarlo, ~ más

o menos unas semana, quizás un mes~ responde, sé que está nervioso, pero no

entiendo por qué, doy media vuelta, cojo al perro de su ¿cuna?, en fin me lo

llevo ~tiene lector de tarjeta~ le pregunto al hombre, ~ sí, claro, por aquí por

favor~ lo sigo mientras observo al cachorro, jum, es muy pequeño, tendré que

cuidar de el hasta que sea más grande, si de aquí a un mes no surte efecto, lo

regalo a algún niño, ellos siempre quieren todo, después de pagar y firmar unos

papeles, me dirijo a la tienda que está ahí mismo para comprar las cosas

~buenas tardes joven, quiero todo lo que necesite este perro~ se lo muestro, como

no sé qué necesita un animal, lo dejo a criterio del vendedor, el asiente rápidamente

y empieza a coger muchas cosas, parece un bebe, talco, pañales, hasta comida llevo,

no sé qué hacer con él, ni se para que sirven todas estas cosas, ~son 500 dólares

señor~ paso la tarjeta por el lector y le pregunto~ sabes cuidar perros, más específicamente

a este~ podría contratarlo por unos días, ~sí señor, pero no podría cuidarlo ya

que tengo que trabajar~ dice el joven un tanto nervioso, ~cuanto ganas aquí~ si

de dinero se trata podría pagarle bien para que cuide a este animal, necesito

que este bien todo este mes, ~ 60 dólares por día, señor~ jum ~ya veo, si te

pago 100 mil dólares por una semana, aceptarías cuidar al perro~ tengo que

terminar de pagar el favor de Ostin y cuando termine, puedo cuidar al animal y

ver si hace efecto en mí, mientras tanto necesito a este joven, con solo verlo

a los ojos sé que es un buen humano y como este hay pocos, ~sí, claro que sí, dígame

donde es yo llego puntual~ dice entusiasmado, ~claro, necesito que vivas con el

perro en mi departamento, por una semana, estoy trabajando, entonces serias tú

y el perro por ese tiempo, tiene que estar bien cuidado, si veo que haces bien

tu trabajo, te compensare, dame tu número, en la noche pasare a recogerte,

empiezas mañana~ su corazón late muy rápido, le brillan los ojos parece que va

a llorar, creo que no le gusto el pago, le iba a decir que le daba el doble

para que aceptara, pero de repente me abraza llorando, ~gracias señor, lo cuidare

como si fuera mi vida, no se arrepentirá, mire este es mi número, empacare

algunas cosas y lo estaré esperando, muchas gracias~ lo vuelvo a decir, los

humanos son extraños.

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