PREOCUPACION

VLADIMIR

Han pasado 5 días, desde que llego Kendall, hace tres días lo mande

a conseguir información a la mansión Donatello, admito que estoy nervioso, me

preocupa que le pase algo, ya perdí un mate y ese dolor es horrible, no quiero pasar

por eso de nuevo, estoy en la sala tomándome un vaso de whisky, ya debería haber

llegado, pero nada, empiezo a sudar frio, me tiembla levemente la mano que

sostiene el trago, ~alfa ya llego Kendall~ me informa un guardia de la manada

por el link, ~y donde esta~ ~se bajó del auto pero está hablando por teléfono,

no sabría decir como de que por que no tiene ninguna expresión y habla de forma

moderada de un ¿colchón?, no le entiendo a la perfección ya que hablo bien el

italiano,~ ~bueno~ suelto un suspiro, bueno al menos está bien, en lo que

pienso entra Kendall con una carpeta negra en la mano ~jefe, aquí tiene la información

que me pidió~ me tiende la carpeta, la tomo y la reviso, no  puede  ser  posible, está toda, TODA la información

de la organización Donatello, rutas, talleres, bodegas, todo.

LAVINIA

Estuve tres días de infiltrada en la mansión Donatello, me hice

pasar por la hija mayor de la familia, fue muy sencillo y aburrido.

Le entrego la información a mi jefe y le pregunto si puede darme un

día libre, quiero comprar un departamento y un perro, voy a explorar esta ciudad

para poder irme cuando venía para acá vi un anuncio de un perro muy grande, el

anuncio decía que el perro puede hacer feliz a cualquier persona, entonces voy

a probar al animal, de pronto sea diferente a los otros perros y pueda activar

algo en mí, al parecer Vladimir no escucho mi pregunta por qué esta como asombrado

viendo la carpeta, carraspeo la garganta y vuelvo a preguntar, ~para que

quieres el día libre~ me pregunta ~voy a comprar un apartamento y un perro,

necesito hacerlo hoy, de pronto se acaban los perros especiales que necesito~

le digo seria, de verdad me gustaría sentir algo, por muy pequeño que sea, si

se agota el perro especial no sé qué hacer.

VLADIMIR

Lo miro fijamente, se va a quedar en la ciudad, eso es bueno, pero

un perro especial, serán esos que son de apoyo… ~¿cómo que un perro especial?~

le pregunto, el suspira y me ve, nuevamente sin ningún sentimiento reflejado,

sigue siendo como ver a un muerto, m da un escalofrío ~jefe, el perro puede

hacer algo que otros no, por eso es especial, y quiero uno antes de que se

acaben~ eso me dejo peor que antes, que podría tener ese pulgoso que el resto

no, pienso por un momento y caigo en cuenta, de pronto sea un cambia forma, lo

miro con sospecha, no se ~solo si cuando compre el perro lo trae, me gustaría ver

en que es especial~ tengo que asegurarme ~claro, mañana estaré aquí a las 7 de

la mañana~ dice y se marcha, así, sin más, otra vez… cada vez siento un

pinchazo más fuerte por su desprecio.

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