11: El verdadero Thomas

Leya se tranquilizó cuando el doctor salió de la habitación de Edgar y bajó con una sonrisa.

—¿El tiene algo?¿Se va a poner bien?—dijo intentando no soportar más la curiosidad —.

—Tranquila. Es normal que pase eso por la ansiedad. El cuerpo de Edgar le avisó de un peligro, no es cosa sencilla sobretodo del tipo de ansiedad que progresa él. El ahora está en buenas condiciones.

—¿Puedo verlo?

—Claro, adelante.

Leya subió las escaleras mientras él doctor hablaba con sus padres.

— Veo una mejora en él, ya que me preguntó cómo estaba después de que no hablara con nadie,¿Es debido a la chica?

—Leya ha sido de gran ayuda con Edgar, lentamente a dejado de lesionarse y y empieza a haber algo de vida en el -afirmo el señor Foster-.

...

Leya tocó la puerta. Se sentía música clásica adentro.

—Pasa.

Leya observó que Edgar estaba sentado en la cama, con la mirada hacía el suelo, pensativo.

—Edgar...

—¿Hoy no empezabas a trabajar querida esposa?

Leya se ruborizó al escucharlo.

Ella se sentó en la cama al lado de él.

—Prefiero no ir.

—Espero que no sea por mi culpa.— dijo Edgar suspirando—.

Ella tocó la mano de Edgar que estaba en la cama.

—Edgar... ¿Qué pasó?

Edgar recordó el momento en que vió a Thomas en la puerta. Respiró hondo y observó a Leya que mantenía una mirada de curiosidad.

—No fue nada... Solo ... se me ocurrió salir a dar un paseo pero me mareé y terminé así.

Volvió a bajar su mirada.

—Entiendo- dijo Leya - Si quieres salimos al patio juntos y...

—No. Quería hacerlo para acompañarte... a la verdulería.. —quitó la mano que Leya tocaba— ¿ Me dejas sólo porfavor? Quiero estar sólo.

Leya bajó la mirada sin decirle nada y se levantó dirigiéndose hacia la puerta. Lo observó por última vez antes de cerrar.

Edgar enseguida se echó para atrás en la cama y se preguntó porque no le había dicho toda la verdad.

_____________

Thomas había llegado a su trabajo y pensaba profundamente.

¿Qué hacia Leya con Edgar? ¿Era su enfermera? ¿Un familiar? ¿Su novia?

Sentía una gran atracción hacia ella y no podía sacarla de la cabeza desde que la conoció.

Por otra parte le gustaba la idea de qué fuera algo importante para Edgar, así volvería a hacerle lo mismo que le hizo cuando hundió su empresa y le robó a su novia.

Alex seguía llamándole para haber que plan más había por hacer. Aún podía tener al idiota en la palma de su mano después de que le pagara la deuda que tenía con los Adams.

Aunque era difícil mantenerlo lejos de las drogas, le estaba sirviendo utilizarlo a su antojo para qué el imperio de Edgar Foster nunca se relevará al mundo. “Adiós a Edgar ” pensó, está vez va saber de lo que es capaz.

— Será mejor qué empiece otra vez a crear de vuelta algo para enamorar a Leya y hundir hasta al fondo a Edgar Foster. Seguiré con mi venganza y veremos quién llevará al infierno a quien. —sonrió—.

Una voz de mujer le respondió suavemente que hizo que Thomas la observara aturdido.

— Quizás yo pueda ayudarte.

Thomas se fijó en la mujer elegante con lentes y pañuelo en el cabello.

—Miranda...-dijo hipnotizado-.

Ella se quitó los lentes de sol sonriendo mientras sus ojos verdes aparecían alegres.

—Que gusto volver a verte Thomas.

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