Todavía se escucha la suave lluvia. Kalet observa la fogata sin mirarme. Yo puedo ver la tristeza en su rostro al recordar el pasado. Estamos en silencio hasta que escucho su voz.
—Para mí, mi padre es la persona que más odio. Es la persona que más me ha hecho daño. Jamás he llenado sus expectativas. Para él, nunca he sido alguien a la altura de su apellido. Jamás recibí una muestra de afecto de él. Para él, solo fui un obstáculo que no le permitió cumplir su propósito y por eso nos culpó a mi madre y a mí. Yo solo escucho cada palabra que dice. Siento el impulso de tomar su mano.
—Los culpo a ustedes. Porque no es capaz de ver sus errores, sus insatisfacciones contigo. Solo es el reflejo de las de él mismo — él me mira y tomá mi mano.
—Jamás lo ha visto así — mirándome.
—Antes de que yo naciera, había dos grandes familias. Las familias de la mafia eran socias, dominaban a todos. Todos los que escuchaban nuestros apellidos temblaban. La familia Arenas con dos hijos y la familia Greco de Italia, pero enamorada de esta ciudad, con dos hermosas hijas. Ahí donde todo comenzó, mi padre se enamoró de la mayor de las hijas, heredera de todo. Mi padre entró borracho después de una fiesta, forzó a la menor de las hijas de la familia Greco a estar con él. Mi abuelo se enteró de lo que había hecho, entonces para que los negocios de la familia no se vieran afectados, mi abuelo lo obligó a casarse con Helena y mi tío se casó con la mayor. Mi padre enfureció ese día. Pero no tuvo opción, se casó con mi madre, convirtiéndose en la víctima de sus maltratos y abusos. Su verdadero plan era casarse con la mayor que era la heredera de todo y así convertirse en el nuevo líder. Pero todos los planes cambiaron. Él sigue siendo la sombra de mi tío. Cada vez que algo salía mal en los negocios, nosotras pagábamos por ello. Para mi madre fue un infierno. Tuvo que aguantarse a mi padre, los golpes, ser abusada por él. Cada vez que quisiera, la golpeaba sin importarle si estaba embarazada o no.
Mi madre Helena era hermosa, con una sonrisa que mató mi padre cada día. Siento tanta rabia y odio por ese hombre al que llamó padre.
Aprieto su mano para que sepa que estoy dispuesta a escucharlo, siento su dolor, esa tristeza que lleva en su alma.
"Mi madre era inteligente, buena para los negocios . Pero algo salió mal en los negocios. La culparon de algo que sé que no hizo, la culparon de traición y en este negocio se paga con la muerte", me dice.
Cuando tenía cinco años, mi padre vino borracho con varias mujeres. Yo solo esperaba a mi madre para que me leyera una historia y me ayudara a dormir, pero esa noche no llegó. Solo mi padre, tomado y con varias mujeres, me vio en las escaleras sentado. Fue tambaleándose hacia mí y me tomó del brazo. Siento su olor a alcohol y una risa patética.
"Espera a mamá", me dice. "Ella no volverá, ella está muerta", suelta mi brazo haciéndome caer cinco escalones abajo. No podía llorar porque si lo hacía, me golpeaba. Llorar para mi padre era para débiles.
Era un niño de cinco años que había perdido a mi madre, pero no podía llorar. Mi padre me dejó tirado en el suelo con mi codo y rodilla sangrando y mi mundo hecho pedazos porque la única persona que me quería, que me daba amor, ya no volvería. Sus ojos están rojos, una parte de él quiere llorar, pero en su mundo, llorar es sinónimo de debilidad. Lo tomo por sus mejillas.
—"Llorar no es como tu padre dice, no es para débiles. Llorar es la forma de gritar en un mundo de silencioso sufrimiento. Llorar nos hace liberarnos. Llorar es símbolo de que estamos vivos. A veces debemos permitirnos ser débiles para fortalecernos. Llora, saca tu dolor, Kalet"—, le digo.
Solo nos ilumina la fogata, pero puedo ver lo destruido que está por dentro. A pesar de que las lágrimas amenazan con caer, él se niega a hacerlo. Se niega a soltar ese dolor que lleva dentro, su rabia, su frustración, su dolor, su amargura, su resentimiento con ese hombre que lo llama padre. Una parte de mí quiere abrazarlo fuerte y lo hago sin pensarlo. Lo abrazo, acarició su espalda y él se aferra a mí.
Recordar mi pasado es doloroso, está lleno de dolores y amargura, sufrimiento. Llorar para mí nunca estuvo permitido, la única persona que me ha visto llorar es Ismael. Pero ella es como si quebrara mis escudos, me hace sentir su calidez, lo genuina que es, la tristeza de sus ojos al contarle algo de mi historia. Siento que mis ojos arden, siento dolor. Nunca he podido llorar por mi madre, pero al sentir ese abrazo siento que puedo llorar, las lágrimas salen sin poder atajarlas. Pero cada lágrima que sale me siento con menos peso, sus brazos son un paraíso que rompe mis muros. No saben cuánto te extraño, madre. Con ella me permito ser débil.
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Updated 51 Episodes
Comments
Nomi Ukara
su padre es peor que la basura 😱
2025-02-19
2
Tatiana Moreno Sierra
pobre era solo un niño de 5 años
2024-10-16
2
Lourdes Mendez
pobre lo que le toco vivir a un niño de 5 años en verdad que triste 😥 😔 😞 😢 😕
2024-08-03
5