Después de llegar en el jet, espero a mis hombres. Subo al auto y me parece raro que Ismael no haya venido a buscarme. Hasta que siento que llegamos, mis hombres suben mi pequeño equipaje. Yo miro hacia su ventana, pero no la veo. Siento que mi corazón se acelera. Entro y todos mis hombres se inclinan ante mi.
Llego y voy al cuarto de Álec. Antes de abrir, escucho música y risas del niño. Abro la puerta con cuidado. La veo más hermosa que nunca, a ella bailando con el niño. Solo quiero verlos, jamás me cansaría de esa imagen. Veo la mirada del niño.
—Papá Kalet— viene corriendo hacía mí, me abraza y me besa.
—Hola campeón— tengo al niño como un koala en mis brazos y nuestra mirada se encuentra. Siento como se pone nerviosa.
—Ve a bañarte campeón para que cenes— él sonríe, se baja corriendo, toma por la mano a Alexa, hace que Alexa camine hacia mí, nos hace tomarnos de la mano y lo veo salir hacia el baño.
No sé qué decirle, siento que mi maldito corazón se va a explotar. Ella separa nuestras manos incómodamente.
—Voy a ver si está la cena— pasa por mi lado, pero yo la tomo por la mano.
—Podemos hablar— ella me mira sin ninguna expresión.
—¿Y conoces esas palabras?—dice ella
—Por favor— sin soltar su mano.
La tomó y saco de la habitación de Álec y la llevo a su habitación. Al entrar, suelta mi mano bruscamente. La observo ponerse de espalda.
—Lo siento— la veo voltearse con su mirada llena de rabia.
—¿Dime por qué lo sientes?, ¿por quererme comprar?, ¿por secuestrarme o por violarme?, dime, ¿por qué? La verdad ya no sé— sus ojos están llenos de rabia, pero trata de contener sus lágrimas.
Siento que cada palabra es una daga afilada en mi pecho que duele en lo más profundo de mi alma.
—Por todo, sé que no tengo perdón por lo que te hice. Contigo pasé todos los límites— yo la veo caminar más cerca de mí y una mirada fría.
—Déjame ir— veo su rostro lleno de frialdad.
Trato de acercarme a ella, pero ella se aleja.
—Te daré todo lo que pidas, pero no puedo dejarte ir.
— Pero eso es lo único que quiero, mi libertad y estar lejos de alguien como tú, frío y despiadado —.
Él camina hacia mí y me abraza fuerte, como si no quisiera que me fuera de su lado. Yo forcejeo hasta que logro empujarlo. Veo una expresión que jamás había visto, el arrepentimiento.
— Golpéame, haz lo que quieras conmigo si eso sacia tu odio hacia mí — tratando de tomar mi mano.
— Ya el daño está hecho, hagas lo que hagas, no podrás cambiar lo que pasó, solo déjame ir —.
— No puedo, quiero que seas mía y de nadie más, no puedo dejarte ir, estoy adicto a ti, a tu cuerpo, a tu olor, a tus besos —.
— Solo me quieres para que sea tu esclava, tu juguete, mientras te aburres. No tienes nada que brindarme que solo dinero, lujos — la frialdad de sus ojos negros es indescriptible.
— Dime qué quieres y te lo daré, solo quédate conmigo —.
— Lo que yo quiero, tú no puedes dármelo, mi libertad y amor, y dudo que tú conozcas esos significados —.
— Solo dame una oportunidad — tomándola de la mano, ella hace todo para liberarse de mí, veo sus lágrimas que la estoy lastimando su mano, la suelto.
— Eso es lo único que sabes hacer, un animal como tú, lastimar — cada palabra hace sentir un gran dolor, pero también hace sentir más humano, no el satán que todos temen. No quiero que hable más, veo su dolor y su rabia hacia mí, sé que lo merezco, pero quiero que se quede conmigo, no importa si me odia, ella es mía, no la dejaré ir, ella es como una droga para mí.
Me acerco a ella, la tomó por el cuello y la beso, ella se resiste al principio, siento un dolor en mi labio inferior, ella me ha mordido, siento sabor a sangre en nuestro beso, pero no quiero soltarla, quiero esos labios, su cuerpo y su boca, ella es mía. Veo que ha dejado de resistirse, nos besamos con tanta intensidad que la llevo hasta la cama, sin dejarla de besar, mis manos recorren su cuerpo, meto las manos en su vestido verde, rozando su intimidad, está mojada, aunque ella me odia por lo que le hice, su cuerpo me desea, sus besos me demuestran todo lo contrario, estoy tan perdido en ella, esta mujer me vuelve loco, nos besamos con tanto deseo que quiero hacerla mía. Pero esperaré a que esté lista, pero disfrutaré de cada beso y roce de su cuerpo. Estamos tan perdidos en ese beso lleno de placer y lujuria que nos hizo salir de ese momento, los disparos que venían desde afuera. Me separo bruscamente, escuchando el sonido de muchos disparos. Me asomó por la ventana y veo a mis hombres enfrentándose a hombres que tratan de entrar a mi propiedad. Suena una gran explosión, voy donde está Alex, la veo sin saber qué hacer.
"Espera aquí", saco mi arma. Le quito el seguro.
"No salgas, todo estará bien", me voy pero me devuelvo, tomándola desprevenida, robándole un beso. Me voy con mi arma y me encuentro a la señora Rita en las escaleras con su arma.
"Proteja a Álec", ella afirma con su cabeza. Me uno a mis hombres para bloquear la entrada. Estos hombres están bien armados, con armas de alto impacto. Veo hombres caer de ambos lados. Empiezo a disparar, caminando entre ellos, tomando dos armas y disparando a todos los hombres del bando contrario. Nadie se mete con Satán y vive para contarlo.
Yo me encuentro en mi habitación. Solo se escuchan los disparos, explosiones y estruendos. Solo pienso en Álec, que debe estar solito y asustado. Salgo de mi habitación y corro hasta la habitación de Álec, empezando a llamarlo.
"Álec, Álec", entro al baño. No lo veo. Siento miedo. Miro bajo su cama, no está.
"¿Dónde está mi pequeño?", miro el armario, lo abro y lo veo abrazando sus rodillas, llorando asustado.
"Mi amor, soy yo", me abraza.
"Seño bonita", lo cargo.
"Todo está bien, mi amor", hasta que voy a salir de la habitación. Soy apuntada con un arma en mi cabeza, quedando paralizada. Solo abrazo a Álec, retrocedo hacia atrás.
"Por favor, no le hagas daño", el hombre se ríe. Yo pongo a Álec con cuidado en el suelo y susurro: "Cierra los ojos". Él lo hace.
Mirando a mi alrededor, veo una lámpara. La tomó y la golpeo fuertemente, dejando al hombre caer su arma. Me lanzo sobre ella y me volteo, tomo el arma y le disparo varias veces, cerrando mis ojos hasta que lo escucho caer. Me levanto, tomo al niño y salgo con mi arma, hasta que alguien entra apuntando su arma y yo apunto igual, pero es la señora Rita.
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Updated 51 Episodes
Comments
Nomi Ukara
es un mundo difícil 😓💕
2025-02-17
2
Tatiana Moreno Sierra
pobre con un trauma de violacion a hora con un muerto pobre
2024-10-16
2
Lourdes Mendez
aprendió rápido ni que decir es la indicada
2024-08-03
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