Han pasado dos días desde lo que pasó. Sigo encerrada he aprendido que cada dos horas los hombres rotan. He pasado el tiempo jugando con Álec. Ese niño es un amor. Extraño que ninguno de los hombres me hable o me mire. No puedo salir de la casa, pero puedo ir a cualquier lugar de ella.
¿Me pregunto cómo estará Yesi? Lo peor es que han pasado dos días que no he visto a ese hombre, pero no dejo de pensar en él, ni en lo que pasó. Me siento perdida. Por un lado, sé que es una mala persona, es la peor persona que he conocido, pero por otro, siento cosas, una atracción que me envuelve hacia él.
En otro lugar de Los Ángeles...
Se encuentra una joven muy preocupada en la estación de policía.
—Por favor, señor policía, mi mejor amiga está desaparecida.
—¿Qué le hace pensar que su amiga está desaparecida? —mirándola fijamente al hombre mayor sentado en el escritorio.
—Ella es una chica responsable, hermosa, trabajadora. Siempre hablamos o comemos juntas todos los días. Sé que algo malo le pasó, un hombre la tiene. Además, ella el día domingo me llamó muy asustada, diciendo que saliera de la casa, solo volviera cuando ella me contactará. Yo volví, ella no ha ido señor. Yo sé que mi amiga la secuestraron, por favor ayúdeme. Ella es mi hermana, además no tiene novio, fui al trabajo, no ha ido, y no saben nada de ella. Su celular no suena y aparece desactivado. Puse sus fotos en redes sociales para ver si alguien la ha visto, he puesto carteles, por favor señor ayúdeme. —empieza a llorar.
—Ya niña, te ayudaremos. Te haré muchas preguntas para poder encontrarla. Espérame aquí. —El hombre se para dejando a Yesi muy preocupada pero con un mal presentimiento latente en su pecho...
Alexa
Decidí bajar a seguir conociendo este lugar. Salgo afuera, el sol está fuerte. He tratado de usar un teléfono, pero no me dejaron. Uno de los hombres me lo quitó sin mediar palabra conmigo. Camino hasta un hermoso jardín, trato de relajarme y no pensar en él. Álec está en el colegio. Empiezo a escuchar disparos, sigo el sonido hasta llegar a un espacio abierto, lleno de blanco y muchas armas. Varios hombres practicando. Hasta que observo a un hombre con gafas y audífonos.
Me parece conocido, se me viene una imagen a la cabeza. Él fue el que sacó a bailar a Yésica esa noche. Lo miró, es bastante guapo, justo el tipo de Yésica: un cuerpo bien trabajado, un brazo lleno de tatuajes, su cabello castaño claro y unos ojos miel. Alto de estatura, me observa, pone el arma y los audífonos en la mesa. Me sonríe.
— Soy Ismael — me da su mano un poco coqueto.
— Soy Alexa — él me sonríe.
— Así que eres Alexa, el dolor de cabeza de Kalet — yo lo miro sin entender. Él sonríe — ¿Quieres aprender? — yo quedo viéndolo.
— ¿Puedo? — él sonríe.
— Claro, pero con una condición — yo lo miró fijamente.
— Dame el número de la rubia.
— ¿Hablas de Yésica? Si, déjame ver qué tanto puedes enseñarme y pensaré en dártelo — él sonríe.
— Está bien, ¿pero tiene novio?
— No, ella no tiene. Pero ella se merece un buen hombre.
— ¿Estás insinuando que no lo soy?
— Tú lo has dicho, yo no.
— Me agrada — ven — me hace una seña — ponte esto para proteger tus oídos y tus ojos. Toma el arma, familiarízate con ella — me da indicaciones sobre el arma, me dice que por seguridad un arma esté cargada o no, siempre se debe manejar como si lo estuviera. Me hace revisar el cargador y la cámara del arma para ver si hay una bala en ella. Pongo el cargador, me enseña a quitarle y ponerle el seguro y me enseña la posición para disparar. Empiezo a disparar, al principio estaba nerviosa, pero cuando disparé por primera vez, me llené de emoción. Aprendo rápido, tengo muy buena puntería o suerte de principiantes.
Luego de un rato practicando, conocí un poco a Ismael.
— ¿Cómo terminaste trabajando en esto? — él me mira y suspira.
— Todos dicen que en esta vida tenemos opciones para elegir, pero Kalet y a mí nos tocó sin quererlo.
— ¿Cómo así? — él pone el arma en su puesto y me pasa una silla.
Él me mira, sé lo que pasó con Kalet y tú, sé que para ti él es una mala persona y lo es. No porque sea mi amigo lo voy a adornar, pero se necesita alguien como tú en su vida. Alguien que lo enseñe a amar, él nunca tuvo eso, por eso actúa como es.
—¿Por qué me dice esto? — Sé que está planeando escapar, te he visto. Eres inteligente, meticulosa, pero sé que sientes algo por él. Le tienes miedo, pero sientes una atracción que no puedes negar. A él le pasa lo mismo.
Yo solo lo miro, siento que él puede ver a través de mí.
—Tranquila, no diré nada.
¿Dime por qué ustedes no tuvieron elección?
—Porque nacimos en este mundo. Kalet y yo somos amigos desde pequeños — él mira lejos como recordando.
—Yo cuando conocí a Kalet tenía cinco años y yo seis.
Yo era el hijo del jardinero y de la cocinera de la familia Arenas. Empezamos a vivir en esa casa. Hasta que conocí a Kalet, era un niño solitario jugando en el jardín. Era un niño callado, pero me dejó jugar con él, me prestaba sus juguetes, dormíamos juntos, nos volvimos inseparables. Pero su padre era malo con él, desde pequeño Kalet aguantaba las palizas que su padre le daba, al igual que a su difunta madre.
Una noche nos emboscaron, su padre no estaba en casa, entraron varios tipos armados, mataron a todos los hombres de seguridad, mataron a mis padres. Tenía nueve años, recuerdo que en medio de las balas salí corriendo, busqué a Kalet hasta que vi que lo apuntaban con un arma, cogí el arma de uno de los hombres muertos y le disparé, maté a mi primer hombre. En ese instante aparecieron hombres armados y nos salvaron. Todo quedó destruido por la lluvia de balas, mis padres tendidos y llenos de sangre. (En ese instante veo la tristeza en sus ojos miel al recordar a sus padres muertos, conozco ese sentimiento).
El padre de Kalet se hizo cargo de mí. Nos envió a un campamento por varios años donde fuimos entrenados para convertirnos en esto. Kalet es mi hermano, yo daría mi vida por él.
Solo siento que odio a ese maldito viejo, en la forma en que trata a su hijo es despreciable. Yo le iba a hacer una pregunta a Ismael cuando suena su teléfono.
—Si quieres, mañana practicamos de nuevo, si Kalet no se pone celoso — yo lo miro seriamente, tengo que resolver un problema — chao.
Lo veo irse, pero se devuelve. Y no intentes escapar, él te encontrará — me señala con su dedo, se ríe y se va. Yo quedo más confundida que antes y pensando que necesito un psiquiatra. Porque este hombre me está volviendo loca, no sale de mi mente...
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Updated 51 Episodes
Comments
Nomi Ukara
la vida es así 💕
2025-02-17
1
Tatiana Moreno Sierra
aveces no tenemos salida de algun problema solo sabemos jusgar
sin saber
2024-10-16
2
Lourdes Mendez
ni hablar como estarás qué hasta Ismael noto que sientes algo x el
2024-08-03
4