CAP 8 Sin nada que perder.

Abro mis ojos lentamente, observó un hombre parado en la ventana, con jean y camiseta negra y sus brazos , tatuados , cuando veo un monto de imágenes que pasan en mi mente, recuerdo que es el hombre que me ha destruido y me ha hecho daño, siento rabia, quiero matarlo no siento miedo. Ya no me queda nada, él me robó y pisoteó mi dignidad.

Me levantó lo miró sin ninguna expresión, olvidando todo el dolor de mi cuerpo.

Lo veo a él alejarse de la ventana. Recuerdo que la memoria con las fotos está en mi collar, la tomó, lo abro y le lanzó la memoria.

—Hay tiene lo que querías , ahora puedes matarme o todavía no te has terminado de divertirte conmigo—Me

siento llena de enojo. Lo veo reírse

— Que tal si digo que aún tú y yo no hemos terminado —lo veo acercarse a mí, me mira como si fuera un psicópata de lo peor.

—Dejame ir — él está tan cerca de mi que siento su respiración .

—No puedo dejarte ir, si te dejo ir, para mañana estarás en una morgue— lo miro fijamente sin apartar mi vista de él.

—Prefiero mil veces estar muerta que seguir viendo tu cara, maldito infeliz— diciendo entre dientes por la rabia. Ya no tengo nada que perder.

Lo observo reírse, saca su arma quita, el seguro, siento que mi corazón se acelera, me la entrega y la posiciona apuntando a su corazón apretando su cuerpo con el arma que está en mi mano.

—Si puedes dispararme, te dejaré ir. Pero si no te tocará quedarte aquí hacer todo lo que yo te diga — con su rostro sin expresión.

Yo estoy en shock es la primera vez que tengo un arma en mis manos. Juro que un parte de mí quiere matar al desgraciado. Pero la parte de la razón sé que aunque le dispare no saldré de ahí con vida, cuándo sus hombres aparezcan.

Nos encontrábamos uno frente al otro. Yo con el arma en mi mano y él sin apartarse, sin ninguna pizca de miedo en su mirada. Él da un paso atrás.

—Sabía que no podrías — mis manos tiemblan un poco cuando por fin pensé morir dignamente matando al hombres que me violó.

Alguien entra al cuarto, corriendo

—Papá Kalet — al escuchar esas palabras de un niño de cinco años que se acerca felizmente, al hombre que apuntó con el arma, lanzándose a los brazos de él , felizmente, yo solo escondo el arma poniendo mi mano atrás de mi espalda, hasta que esos ojos cafés posan en mí.

—Maestra bonita— feliz bajándose de los brazo de ese hombre,

Yo sabía esa voz me resultaba familiar él es unos de mi alumno, es uno de los niños dulces de mi clase pero solitario.

—¿Alec que haces aquí ?— El sonríe me abraza ese instante, ese hombre tomá el arma que tengo escondida en mi espalda, yo abrazo al niño y él

Me sonríe.

—seño bonita te casarás con papá Kalet y serás mi mamá? La mirada de ese hombre con la mía se encuentran creo que está igual de desconcertado que yo.

Yo no sé qué responder y jamás pensé ese animal tuviera un hijo .

El niño me queda mirando.

—¿Maestra bonita que le pasó?, con carita triste yo lo abrazo le doy beso en la frente. Lo miró dulcemente acarició su carita con esos ojos brillantes que derriten cualquier corazón.

—Un hombre malo me atacó—

Mirando a ese hombre fríamente.

—Entonces si está aquí mi papá Kalet te salvo del hombre malo, como una princesas— Yo lo miro como le digo a un niño que el hombre malo es su papá yo pensando en adentro mi.

No sé qué responder.

—Porque mejor nos vamos y comernos un helado y dejamos a maestra bonita que descanse— diciendo ese hombre mirando fijamente.

—Quiero un helado, pero yo me lo quiero comer con mi maestra bonita—

—Ella está muy cansada mi campeón, mañana cuando ella descanse —le doy mi mano al niño, pero sigue viéndola a ella, lo veo despedir de ella y le da un beso en su frente .

salimos del cuarto de alexa

—¿Dónde está tu Nana?—

—No la regañes yo quería verte, tenía días que no te veías — yo me agacho para estar a su altura.

—Perdóname campeo estaba ocupado—

—Te perdonó, pero quiero que mi maestra bonita sea mi mamá —

Ahora recuerdo que desde que iniciaron las clases quiere que conozca a su maestra, porque dice que es dulce, linda y lo escucha. Pero jamás pensé que fuera ella, que pequeño es el mundo, bajamos las escaleras veo Ismael esperándome veo Alec correr donde Ismael feliz.

—Tío Isma —dice el niño

—Estás grande y muy fuerte — sonriendo abrazando al niño.

—Ve con Nana y luego te alcanzó para el helado —. El niño va a buscar a su Nana, yo quedo con Ismael, veo su rostro ponerse serio

—Tengo la información esta noche después de media noche moverán nuestro cargamento en camiones de alimento para ser sacado del país hasta los rusos.

—Yo lo miro prepara a los hombre y armas está noche le mostraré por qué nunca debieron meterse con satán, nadie roba lo que es mío.

Y dobla seguridad de la casa tendremos, muchas represalias de los rusos.

—Si ya está todo listo, ya planeamos todo para recuperar el cargamento, tenemos los planos de la bodega y nuestros hombres atentos a los hombres de los rusos.—

—Gran trabajo —dándole una palmada en el hombro. Ismael me mira

—¿Y la chica? —Yo suspiro

— pues me odia— Le digo

—¿pero ella te gusta?— Pregunta Ismael.

—Hay algo en ella , que me hace desearla tanto, pero me odia y me tiene miedo, pero esos ojos negros. No me los puedo sacar de mi mente—

—¡Hay hermano !— dice Ismael

—La vaina está complicada —agrega él.

—Pero bien complicada resultó ser maestra Alec—,Ismael se sorprende

—la que pidió que te casaras con su maestra para fuera su madre —

—Esa misma y lo peor es que también es la chica del baño—

—Vaya ,vaya el destino se empeña en unirlos —riéndose

—Sabes hermano la que no puedo sacarme de la cabeza es a la rubia que andaba con ella esa noche — dice Ismael.