Deseo posesivo

**Emily**

Mi hermano llegó del trabajo como de costumbre, muy temprano para estar con Isabella, y ahora que nació lo tanto esperado, trata de estar en casa el mayor tiempo posible.

Ahora estoy camino a la habitación para ver Aiden, Isabella me dijo que lo estaba alimentando, es un glotón, llora cuando quiere que lo alimenten y esta ya es una de tantas.

—¿Estás celoso de tu hijo? —escucho la voz de Isabella desde la puerta, estoy entrando y esto es lo primero que escucho, ¿Que le pasa a este demente?.

—Pero está chupando lo que es mío, yo soy el único que puede pegarse ahí, no me parece —se queja mi hermano, parece un niño pelando por los pechos de Isabella, ¿Comparando un bebé con él? Bastante patético.

—Llegué —hablo entrando por la puerta para que dejen de hablar sobre esas cosas tan íntimas, a Mason debería darle vergüenza pelear por los pechos de Isabella.

—Oh, lo estoy alimentando ahora —me avisa Isabella.

—Solo vine a echarle un vistazo, pero por lo que veo, alguien está molesto —miro de reojo a Mason que está sentado al lado de Isabella mirando sus pechos como un pervertido, pero es que no tiene vergüenza.

—No quiere que Aiden se alimente, que pretencioso —señala Isabella mirándolo con desconcierto, pero con una pizca de burla por lo infantil que puede ser mi hermano.

—Si, eso escuché, no quiere compartir tus pechos con su hijo —me sentí avergonzada al decir eso delante de ellos.

—Es eso exactamente ¿No crees que eres un dramático? —le dice ella a Mason que sigue sin resignarse.

—No me parece, ahora estoy enojado —dice él, tengo ganas de caerle a golpes, parece un niño con celos infantiles.

—¿Es enserio Mason? —cuestiona Isabella, Mason le lanza una mirada amenazante mientras el pequeño ya se queda dormido mientras se alimentaba calmadamente y su padre pelea por su puesto.

—Por favor Emily, llama a Jelena, Aiden se quedó dormido —pide Isabella.

Salgo de la habitación y me apoyo en la barandilla de las escaleras y la llamo, debe de estar en la cocina.

—¿Me necesita señora? —pregunta Jelena a Isabella cuando atiende al llamado.

—Por favor, lleva a Aiden a la cuna, se quedó dormido—señala Isabella y le entrega el bebé dormido a Jelena, la cual miró a Mason de una manera extraña, este frunció el ceño y apartó la mirada, esta mujer no me cuadra.

—Como ordene señora —culmina la niñera y hace lo que Isabella le pide, mientras, Mason queda insatisfecho, me mata su cara de póker.

—¿Sigues enojado? —articula ella mirándolo con los brazos cruzados.

—No si me consientes —condiciona Mason, por Dios, de un movimiento rápido ya estaba encima de ella en la cama ¿¡Por qué hace eso en frente de mi!?.

—Que enfermo eres, recuerda que no puedes hacerle nada —finalizo saliendo de la habitación, ese bastardo hace sus cosas donde quiere y cuando quiere sin importar si hay espectadores o no, y acabo de ser uno de esos.

Salgo de esa íntima burbuja maldiciendo lo que acabo de ver y escuchar ¿Peleando por los pechos de Isabella? ¡Por Dios es su hijo! Ni siquiera el pequeño se salva de lo tóxico que es su padre.

Me paso para el área donde conviven los guardaespaldas para buscar a Peter y a Jack, necesito diversión y ellos aparte de Daniel y Javier, me lo pueden dar, somos afortunados de que los Athonyson tengan a ese tipo de cuidadores con ellos, son únicos y muy locos.

Entro a la habitación donde duerme Peter y Jack, pero los encuentro jugando videojuegos con Samuel, este idiota no se ha ido todavía, entonces eso quiere decir que Lauren está con Maicol, ellos siempre se van juntos.

Me quedo en la puerta sin decir nada, mi teléfono suena y veo en la pantalla que es mi llamada esperada, salgo de la habitación cuando deslizo el dedo en la pantalla iluminada dejando la idea de la diversión para otra ocasión.

📱¿Bueno?

📱Soy yo, preciosa

📱Alan, ¿Como estás?

📱Ahora bien porque escucho tu voz, no me habías llamado y no me resistí, me has tenido sufriendo.

📱Lo siento, hoy estaba en medio de un picnic, no volverá a pasar, aunque...no veo la razón para llamarte

📱Auch, eso dolió, por lo menos para saber que te importo tan solo un poquito

📱Bien, te llamaré cuando pueda ¿Feliz ahora?

📱No es suficiente, quiero verte

📱¿Verme? ¿Cuando? Podemos hacerlo en la universidad.

📱Pero tengo que esperar hasta el lunes, mañana es domingo, ¿Que tal mañana por la noche en el club de siempre?

📱Ummm, bien, entonces mañana por la noche nos vemos.

📱¿Enserio?

📱Si, enserio

📱 Entonces no vengas tan hermosa, luego tengo que alejar a los que quieren soplar mi bistec

📱Muy gracioso, pero haré lo mejor que pueda, aunque los esfuerzos serán en vano

📱Muy confiada, me gusta

📱 Entonces...nos vemos mañana, me envías la hora por mensaje y estaré ahí

📱De acuerdo preciosa, sueña conmigo esta noche

Colgué el teléfono casi llegando a mi habitación, en el pasillo no había nadie para que me escuchara, mi padre estaba en el estudio con mi madre, Isabella con el demente de mi hermano, y el otro que llegó malhumorado de su viaje también está en su habitación, por cierto, ha estado muy raro desde que llegó. Y Lauren no sé adónde anda con Maicol, pero que se baje de esa nube porque si mal no estoy, Lauren también se ve con un chico, y no sé si ya son novios, la pillé en la última fiesta a la que fuimos, estaba cumpliendo años una amiga y a la escurridiza de Lauren, la vi con otro chico, tenían mucha confianza.

Y por último, Samuel estaba en la habitación de los guardaespaldas.

Tomé la perilla de la puerta y la abrí, al momento de hacerlo alguien pone la mano en mi boca cuando estaba de espaldas y me adentra a la fuerza dentro de mí habitación y me tira a la cama.

¡Era Samuel! Ese loco otra vez quiere molestarme.

Lo veo que cierra la puerta y le pone seguro ¿Pero que le pasa? No estoy de humor para que me haga nuevamente lo mismo de hoy en el jardín, espero y no haya escuchado la conversación, y aunque lo haya hecho no debe de importarme, si le dice a mis padres no tengo problema, puedo traer a Alan a la casa y presentarlo oficialmente, aunque... aún no somos novios.

—¿Que crees que haces? Sal de habitación—le digo, pero como que entendió que le dije lánzate encima de mí y sujeta mis muñecas sobre la cama, porque es justamente lo que acaba de hacer.

—¿Así que hablas de la universidad con Alan? Mentirosa —cuestiona, y su rostro no parece tener expresión alguna, se supone que lo dejé jugando videojuegos cuando yo salí de la habitación.

—¿Escuchaste mi conversación? Eres un entrometido, y si quieres decirle a mis padres, puedes hacerlo, me darás la oportunidad que necesito para hacernos novios y traerlo a casa —planteo con satisfacción, si cree que puede estropear mis planes, está equivocado.

—¿Novio? —pronuncia con una sonrisa sádica —eso nunca pasará.

—¿Por qué estás tan seguro?

—Porque no lo voy a permitir —declara, le lanzo una mirada asesina y trato de forcejear para que me suelte, me tiene apresada contra la cama y otra vez me resulta incómodo.

—Esto no tiene nada que ver contigo, déjame en paz, seré su novia quieras o no, la verdad no entiendo en qué te tiene que afectar, es mi vida y antes de que tu llegaras de entrometido, hacía y hago con ella lo que se me de la gana.

Samuel se quedó en silencio mirándome fijo a los ojos, sus ojos grises se encontraron con los míos, pero ya me estaba empezando a asustar porque esa misma mirada la tenía hoy en el jardín cuando se atrevió a sacarme a la fuerza la información.

—Déjame ir Samuel, me estás lastimando ¿Acaso estás loco? —me quejo cuando siento que su agarre se hacen más fuertes en mis muñecas.

—Quédate quieta o te irá peor —sentencia, no entiendo que mosca le picó a este chico, desde hoy ha estado pasando los límites, primero me tira al pasto y se sube encima de mí amenazando con levantarme la blusa sino de le decía con quién hablaba, ahora irrumpe en mi habitación y me tiene en la misma posición y otra vez por el mismo tema, no entiendo nada, las otras veces solo me molestaba sin tener acercamiento o contacto físico porque sabe que me cae tan pesado como un bulto de plomo, pero ahora está actuando raro.

—Samuel, sal de mi habitación o le gritaré a mi padre —lo amenazo, ¡Pero no le dije que se acercara a mi cara!.

—Abejita, no estás en la posición de hacer eso, sería muy estúpido de tu parte, hazlo y verás de lo que soy capaz —responde en susurro a mi oído, me dió escalofríos cuando sentí su respiración en mi cuello.

—¿Que quieres? Dime y vete de aquí —indago, el roza su mejilla contra la mía y me mira a los ojos, trago en seco porque esto se está tornando más incómodo, está demasiado cerca, tanto que siento que respira en mis labios.

—No creo que puedas darme lo que quiero, abejita —confiesa ¡acariciando mi mejilla! Deja de hacer eso, juro que me las pagarás Samuel.

—Si no puedo darte lo que quieres, entonces no entiendo por qué pierdes tu tiempo, encuéntralo en otro lado y déjame en paz —escupo desviando mi mirada para no verlo, me irrita.

—Pero lo que quiero lo tienes tú, no lo puedo encontrar en nadie más.

—Deja de jugar conmigo y ve al punto, solo dime qué quieres, y si yo lo tengo pues tómalo y lárgate, si dices que tengo algo que quieres es porque puedo dártelo, termina con esto rápido.

—¿Segura que quieres que lo tome? Si me voy tomando lo que deseo poseer, puedes quedar con traumas, piensa antes de hablar.

—¿A qué te refieres? No sé qué es lo que quieres y solo sigo tu juego de palabras, ya me estás cansando.

—Cansada te voy de a dejar sinó dejas de hablar, creo que probaré un poco de lo que deseo poseer antes de tomarlo, pero estoy seguro que si lo tomo, no será solo por hoy, sinó que terminará siendo mío hasta que deje de respirar.

—Suéltame y toma lo que quieres, tengo que tomar un baño —declaro tratando de soltarme de su agarre, pero no me deja ir, ¿Que es lo que pasa con él?.

—¿Adonde crees que vas, abejita? No he terminado contigo —me dice tomando mi rostro con una mano apretando mis mejillas.

—¿Que haces? Suéltame —trato de alejar mi rostro de su agarre, esta situación ya me tiene frustrada.

—Quédate quieta —susurra a mi oído después de liberar mi cara, y quedo inmóvil cuando siento su respiración en mi cuello.

Mi cuerpo se estremece cuando siento la humedad de sus labios rozar mi piel ¡¿Que está pasando?!.

—Samuel, esto es gracioso, deja de hacer eso —le pido cerrando los ojos haciendo una mueca de dolor cuando hace presión en el agarre de sus manos, es increíble que con una sola mano tengo apresada mis dos muñecas sobre la cama y pueda tener tanta fuerza.

—Hueles delicioso.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***