PLAYA

¿eres masoquista? Ese hombre es un insoportable, a pesar de su maravilloso aspecto. ¿Desde cuándo te resulta atractiva la arrogancia? ¿te estás volviendo loca?

El la llevó a conocer el lugar, de la parte de atrás había un gran jardín que da con la playa, ella le sugierio no hacerlo en el jardín si no a orillas de la playa, Mara estaba emocionada no solo por la magnífica boda que podía organizar allí, sino también por la pequeña muestra que él

le había dado de su aprobación.

Ella se regañaba por sus pensamientos, ¡Cálmate Mara! Se trata de un trabajo, no de una aventura, por espectacular que sea el lugar y por cautivador que sea el cliente, ella se propuso ser profesional con su trabajo; ya no iba a caer más en su juego, ella quería un hombre que la quisiera y la respetara y ese no era Adrían Ripoll.

La hora de la cena llego, ambos cometieron en completo silencio, después de eso cada uno se fue a su cuarto a descansar

El no podía dormir pensando 💭 en el beso con Mara, no podia creer que estaba cayendo en su propio juego, cuando logró hacerlo eran las tres de la mañana.

A las seis de la mañana despertó, durmio las horas que estaba a costumbrado, aunque quizo dormir más pero no lo logro.

Después de desayunar ya tenían todo listo para mostrarle a leidis como quedaría quedaría la decoración y el lugar donde se haría.

Cuando leidis llegó Mara le explicaba cada detalle, Adrian solo observa lo emocionada que estaba Mara, parecía que ella era la que se iba a casar, leidis se contagio de la emoción de Mara y aceptaba todo lo que ella decía; todo iba a ser al gusto de Mara.

Adrían al ver a las dos mujeres emocionadas sonrió, pero después reaccionó y se arrepintió de haber contratado a Mara, pero ya no podía hacer nada, tenía que seguir.

Su hermana corrió y lo abrazó dándole las gracias por encargarse de todo y más por Mara que era de mucha ayuda para ella.

LEIDIS: gracias hermano, no sabes lo feliz que soy.

El miró a Mara con rabia, ella lo reto con la mirada y le dijo a su hermana:

ADRIÁN: no tienes nada que agradecer, sabes que te quiero mucho.

Leidis le dijo a Mara para ir un rato a bañarse en la playa, Adrian le dijo a Mara que no con la mirada, pero ella lo desafío y le dijo a leidis:

MARA: Claro que si, quiero broncearme.

Leidis camino y tomó de la mano a Mara, pero Adrian le dijo a Mara que le iba a decir algo, leidis le dijo que hablara con el y ella la esperaba para cambiarse, cuando se el se acercó a Mara diciendo:

ADRIÁN: ¡déjate de juegos conmigo! no te traje aquí para que te hicieras amiga de mi hermana, ¡te prohíbo que le sigas el juego! porque mejor no me ayudas a separarla del novio.

MARA: usted a mi no me prohíbe nada, yo me hago amiga de su hermana, de la perra y de la zorra si me da la gana, y cuanto a separarlos..... ¿será que me le meto a su cuñado en la cama? ¿usted que dice?.

ADRIÁN: Mara deja esos pensamientos ridículos, ¡ni se te ocurra hacer eso! no sabes de lo que soy capaz.

El le dieron celos de tan solo imaginar a Mara con el tendero, la quería para el y no iba a permitir que ella se acerque de esa forma a Naldo su cuñado, mejor lo deja que se case con su hermana.

MARA: ¿porque no? ¡yo puedo hacerlo! Y usted quiere separarlos, es buena idea ¿no?

ADRIÁN: te dije que no, y para la playa no vas! además no tienes con que bañarte.

MARA: eres un hipócrita con tu hermana, ¡organizando la boda y al mismo tiempo buscando para separarla de su novio! ¿cuál es el querer que dices tenerle?

Date la oportunidad de conocer bien a tu cuñado, deja a tu hermana ser feliz, nadie manda en el corazón, ahora tu no sabes si el tiene proyectos por cumplir; acuérdate que no todos nacemos en cuna de oro, y nos toca duro.

El analizaba cada palabra que salías de la boca de Mara, y por primera vez sintió que estaba siendo egoísta con su hermana y merecía cada insulto de Mara, decidió darle la oportunidad a su cuñado , iba a apoyar a su hermana.

ADRIAN: ¡bueno! si quieres te presto el cinturón y me pegas, ¡MAMÁ!

ellos no se habían dado cuenta que se estaban tuteando, ya no se hablaban con formalidades y discutían como si fueran parejas.

MARA: hay ya! no seas dramático, mejor me voy a la playa a distraerme un poco.

ADRIÁN: ¡ya te dije que no tienes con que bañarte!

MARA: ¡no importa! me baño como Dios me trajo al mundo, quiero saber que se siente bañarse así.

ADRÍAN: ¡ni se te ocurra Mara! te pueden ver.

MARA: ¡que vean! no me importa, con ver no van a comer.

ADRIÁN: ¡a sí! porque no vas conmigo entonces y nos bañamos los dos, yo puedo ver y también quiero comer.

El se acercó a ella y la tomó de la cintura pegandola a él.

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