Emma

Sentada junto a la enorme ventana de su habitación, Emma se encontraba absorto leyendo un libro y bebía una taza de café negro sin azúcar.

Debía alimentar su mente, si quería conquistar el corazón de su esposo... Lorenzo es un hombre muy especial en todos los sentidos.

No solo es un hombre el cual no le interesa establecer una relación más allá de lo ordinario con Emma.

Mientras, Emma lee, su mente regresaba al pasado. Exactamente, al día en que Lorenzo acepto casarse con ella...

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Era un domingo por la mañana, Emma terminó de arreglarse muy hermosa para salir a ver a Lawrence a Charlotte a la mansión de Lorenzo...

Al terminar de arreglarse, Emma bajó las escaleras para desayunar y después ir a la mansión Shop.

Al entrar al enorme y lujoso comedor de la Familia Wlod, Emma se acercó a su padre, besando su mejilla inmediatamente, enseguida, tomó asiento, al lado de su padre para comenzar a comer la comida.

Después del desayuno; Emma salió del brazo de su padre, al entrar a la sala de estar, Emma soltó la bomba.

Esa mañana, Emma estaba dispuesta a decirle a su padre que deseaba convertirse en la nueva esposa de su ex cuñado.

_ Padre debes saber algo, y espero que me puedas apoyar..._ Comenzó a decir Emma, suavemente.

Ernesto estaba dispuesto ayudar y a apoyar incondicionalmente, a Emma, era su única hija... Y la nueva emperatriz de su organización.

_ Emma, puedes contar conmigo para lo que deseas, al ser mi única hija, tienes todo mi apoyó... _ Mencionó Ernesto con sinceridad...

Emma se sintió inmensamente feliz al escuchar las palabras de su padre, se acercó a Ernesto, con una mirada demasiada triste.

_ Papá, debes ayudarme a convencer a Lorenzo de que se case conmigo..._ La voz de Emma si no tan miserable, en el momento en que se lo pidió a su padre...

Ernesto dio un paso hacia atrás alejándose de Emma; su rostro llenó de desconcertado, era demasiado claro.

_¡¿Qué?!...

Ernesto, no podía creer, qué Emma le estuviera pidiendo eso tan descarado...

__ ¡Te has vuelto ¿Loca?... ¡Cómo puedes intentar casarte con el hombre que fue esposo de tu hermana menos!..._ Gritó Ernesto con furia.

Ernesto se encontraba furioso, no podía creer que su única hija pretendiera casarse con el viudo de su hermana Charlotte.

Emma se dejó caer sobre el sillón detrás de ella, enseguida dejó caer sus lágrimas con desesperación.

_ "Sé que lo que estoy pidiendo es una locura...

_ Pero comprende, papá, amo demasiado a Lawrence y a la pequeña Charlotte... Que no me puedo imaginar que alguien más pueda dañarlos.

_ ¿Te imaginas, si Lorenzo se vuelve a casar con otra mujer?.. ¡Ella, no va a amar a los hijos de mi hermana cómo yo los amo!...

Al terminar de escuchar las palabras de Emma, Ernesto se dejó caer sobre el sillón. El hombre sentía mucho arrepentimiento por la manera en que trato a su hija, y por haberla orillado a escapar.

En el momento que todos acusaron a Charlotte, él le dio la espalda. Creyendo ciegamente en todo lo que se dijo de ella.

_ "Charlotte"

_ "Mi amada e inocente hija"... _ Susurró Ernesto, mientras dejaba caer unas cuantas lágrimas por sus ojos.

Emma puso los ojos en blanco, no podía creer que todos estuvieran arrepentidos de la manera en que trataron a Charlotte, sino se hubiera descubierto todo, todos continuarían odiando intensamente a Charlotte.

Emma se levantó del sillón, y se arrodilló frente a su padre. Fingiendo estar destrozada al igual que él. Sus manos se abrazaron con dolor y frustración a los pies de Ernesto.

_ "Ahora me entiendes. No podemos dejar que otra mujer ajena a Charlotte, se haga cargo de los niños que llevan nuestra sangre"... _ Emma lo dijo de una manera en que Ernesto no se pudo negar.

Bajó su mirada, colocando sus dos manos encima de la cabeza de Emma. Enseguida, Emma comenzó a llorar amargamente.

Emma se había enamorado demasiado de Lorenzo, cómo para permitir que otra mujer se casara con él, y que todos sus esfuerzos por eliminar a Charlotte no valieran la pena.

_ "Nadie mejor que tú, para que te hagas cargo de la educación de los hijos de mi amada Charlotte"... _ Murmuró Ernesto besando la cabeza de Emma.

Emma se sintió extremadamente feliz al terminar de escuchar la respuesta de su padre...

A los días, se llevó a cabo una boda muy discreta. Solamente las personas más allegadas a la familia conocían del matrimonio de Emma y Lorenzo Slop.

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Durante los tres años qué Emma lleva casada con Lorenzo. Él continuaba portándose demasiado frío con Emma.

Lorenzo no se ha atrevido a pasar la pequeña línea del deseo con ella. No importaba que tan bella y seductora fuera Emma, ante los ojos de Lorenzo ella era cómo un invitado más dentro de la mansión Shop.

No importa los miles de veces que Emma, intentaba seducir, él no sentía ni un poco de deseo por la mujer que era la hermana de Charlotte.

Solo son esposos de nombre, ya que a las dos familias les conviene... Al ver muerto Charlotte, la mujer más cercana a ella debía tomar su lugar por el bien de la organización y por el bien de sus hijos.

Emma fue muy inteligente al descubrir los puntos frágiles de todos... Solamente así logró convertirse en la esposa de Lorenzo con la ayuda de sus padres.

Todos estos años, Lorenzo la trataba como a una extraña o más bien, únicamente la trataba como la hermana mayor de su exmujer.

Eso, hacía que Emma se sintiera frustrada. Emma deseaba estar en la cama de Lorenzo y darme un hijo, para desplazar a los hijos de Charlotte, los dos niños eran la adoración no solo de Lorenzo sino que también de sus padres.

Emma odiaba cada día más a los dos niños, ya que no importaba todo lo que hiciera para intentar ganarse su cariño, simplemente, ellos no se cansan de rechazarla.

Emma llevaba varios días que no salía de su habitación, nada más lee libros y toma alguna taza de café... Deseaba ser lo más parecida a lo que era Charlotte en el pasado.

Charlotte enamoró locamente a Lorenzo, por su e inteligente, eso es lo mismo que Emma deseaba hacer. Emma deseaba convertirse en Charlotte, y dominar lentamente cada sentido de Lorenzo.

A pesar de ser hija de un narcotraficante muy importante, cómo lo era Ernesto Wlod. No ha podido enamorar a Lorenzo... Él continuaba enamorado del recuerdo de Charlotte.

_ Pronto terminaré de borrar el recuerdo de Charlotte de las mentes de todos... _ Pensó Emma, mientras leía una frase de un escritor famoso.

Emma colocó su mirada encima de las hermosas rosas de colores que se encontraba dispersas por todo el jardín... Durante años había intentado terminar con todas ella, ya que eran las favoritas de su hermana menos.

Sin embargo, no importaba que les echara para terminar con ellas, las rosas siempre estaban tan hermosas cómo el primer día que fueron plantadas.

Emma volvió a bajar la mirada y colocar toda su atención en el libro... De pronto se escuchó llamar a la puerta.

Eso hizo molestar mucha a Emma, qué aunque notara por fuera, sus ojos hablaban más que mil palabras...

__ "Pasa, sin hacer ruido"..._ Ordenó Emma con una voz muy dulce...

La sirvienta abrió la puerta sin hacer ningún ruido, caminó hasta donde Emma se encontraba sentada.

Al llegar a ella, la empleada bajo la cabeza, para invitar mirar a Emma a los ojos... Todos ahí conocían el carácter difícil que Emma tenía.

Aunque por fuera tuviera la apariencia de un Ángel, por dentro era el mismo demonio…

Nadie se atrevía a decir o hacer algo que la molestará ... Emma no solo era la esposa de Lorenzo, sino que también era la única hija de un hombre qué no tenía piedad por nadie.

La sirvienta se quedó parada al lado de Emma sin decir ni una sola palabra, era tanto el miedo que le tenía que solo podía temblar de pánico.

Al no escuchar ni una sola palabra de la mujer a su lado, Emma puso los ojos en blanco. Odiaba que las personas fueran tan incompetentes.

_ "Habla, no creo que únicamente hayas venido a hacerme perder mi tiempo".

_ Señora Shop... A ... A... llegado la... La nueva niñera de los niños ... _ La sirvienta tartamudeo tanto que poco se le logró entender...

Las piernas de la chica, no dejaban de temblar... Por mucho tiempo, intento tranquilizarse, sin embargo, era imposible... Ya que su miedo al estar parada frente a Emma era demasiado fuerte.

Emma no se tomó ni la molestia de voltear a ver a la sirvienta ni una sola vez... Era alguien tan insignificante que no valía la pena...

_ Que se vista con el uniforme de sirviera y que comience hacer su trabajo ahora mismo ... No soporto tener cerca a esos mocosos... _ Dijo Emma en un susurró...

La empleada se dio la vuelta, para llevar a cabo la orden de Emma... Al salir se apresuró a ir a la habitación de la nueva institutriz de los hijos de Lorenzo Shop..

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