Capítulo 14

-¿Quién era ese tipo? -Samiel preguntó aún con el cerebro lleno de mariposas.

-Mi padre.

-Eso tiene sentido, se parece a ti -Barachiel sonrió ante la afirmación de Samiel y eso era hermoso-. Pero el es desagradable y tu...tú eres muy agradable.

-¡Mi amor! -Mara apareció-. ¿Como estas? -grito desde lejos.

-Nos vemos -el alfa se marchó.

-Hola ¿Como estas?

-Bien, pero quiero volver.

-Si, eres más obediente que tus hermanos, pero tibia corre peligro en ese sitio ¿Por quieres volver?.

-Mamá...

-De acuerdo, de acuerdo.

-Yo no se porque me siento así -puso el rostro contra su madre, el sentimiento que experimentaba era casi dolor físico sobre todo al pensar en esos 2,aun podía sentir los labios firmes de Barachiel al igual que la dulce boca de Syg.

-Oh mi amor -ella lo consoló-. No se que esta pasando y no quería herirte al sacarte de ese sitio, solo estoy preocupada por ti.

-Estoy bien -debería estar asustado por lo que había pasado pero cuando salió de casa se mentalizo en el hecho de que estos eran extraterrestres y no era lo mismo que los humanos.

-Me doy cuenta, así que ve si eso quieres -ella no lo entendía, ese sitio era peligroso, pero lo menos que quería era ver a uno de sus hijos así de abatido y consumido por la tristeza de ser sacado de un lugar así, además confiaba en que los había educado bien.

-Si, no pienses que no quiero estar contigo, pero me gusta allí y yo...

-No me debes explicaciones, pero por favor mantente a salvo.

-Si -uso una puerta y después de ser autorizado rápidamente estuvo en casa del capitán, no quería ver a ese idiota de Zugo y pues Mike...Mike era su hermano y no podía solo sacarlo de su vida.

-Volviste -Miguel se sorprendió al verlo.

-Si, aún tengo tiempo antes de ir a casa y mi madre me dejó quedarme aquí -contó-. ¿Como era Syg antes? ¿Lo conociste?.

-Lo vi un par de veces y era la cosita más bonita, obediente, inofensiva y sumisa que existía.

-¿Qué crees que le paso? -Samiel preguntó a lo que Miguel desvío la mirada, era claro que lo que sea que supiera no iba a decirle.

-Es mejor que no sepas -Miguel sabía algo de los hechos porque Kayb y su bebé habían estado allí.

-Parece que es así ¿Puedo verlo?.

-Supongo que si ¿Puedes llegar solo o necesitas ayuda?.

-Este lugar esuy grande.

-Lo es, solo el castillo mide más de 1500 metros de largo por unos 800 de ancho y recuerda que un kilómetro tiene mil metros así que si, está lugar es muy grande -hablo intentando cambiar de tema.

-Si, así que necesito ayuda.

-Si, el te llevará -uno de los guardias de Cix fue enviado en su compañía, Samiel estaba nervioso pero de todas maneras empujó la puerta cuando los guardias lo dejaron pasar, las pupilas del humano se dilataron ante la imagen de Barachiel abrazando a Syg. Este había vuelto con Syg puesto que ahora que ambos habían tenido contacto cercano con el la necesidad por el había crecido en cantidad desmesurada.

-Lo siento, no quise interrumpir -se sentía tan estupido por lo que salió y corrió de allí hasta que de alguna manera llegó a la oficina de Andre dónde vómito de lo nervioso que estaba.

-¿Qué está pasando? -el hombre lo miró asustado.

-Yo..yo..yo..yo no debi volver.

-¿Qué pasó? -preguntó de nuevo y para entonces había tenido que abrazar a Samiel ya que este temblaba puesto que estaba teniendo un ataque de pánico.

-No lo sé, no se porque me siento así, mi por quien así que nisiquiera se lo que siento.

-Esta bien -lo abrazo.

-Samiel -Barachiel se presentó-. ¿Podrías estar lejos del doctor por favor?.

-Hola -el humano se limpio las manos en los pantalones, la manos le sudaban de lo nervioso avergonzado y mortificado-. No fue mi intención interrumpir y juro que no le diré a nadie.

-Ven -le tendio la mano, hay algo que tenemos que decirte.

-Lo que sea no voy a meterme -seguro era una disculpa por haber estado jugando con el-. Lo siento...

-Ven -repitió a lo que Samiel tomó su mano, lo jaló suavemente hacia el y se lo llevó.

-¿Porqué no usas eso de desaparecer y me llevas? -Samiel se sentía en piloto automático y aunque Andre no lo había querido dejar salir el se había marchado.

-Mi hermano me prestó esa habilidad, no es algo que cualquiera pueda hacer y no se me permite para nadie más que yo -lo llevo de la mano y en silencio después de eso y cuando entraron a la habitación Samiel sentía que su cuerpo vibraba tan alto que en cualquier momento se desintegraria.

-¡No te fuiste! -Syg lo miró, parecía aliviado.

-No...pero lo haré porque debo volver a casa.

-Samiel -Syg se acercó-. Perdón, no fue nuestra intención mentirte.

-Entiendo -algo muy amargo crecía en la boca del estómago de Samiel que en realidad no entendía y decidió decir lo que sentía-. No, en realidad no entiendo ¿Porque hicieron eso?.

-Samiel... -Barachiel intento tocarlo pero este no se lo permitió y ese era su segundo destinado que lo hacía sentir rechazado.

-¡¡No!! ¡No me toques! ¿A que estaban jugando? -Samiel sentía dolor-. ¿Porqué jugaron conmigo de esa manera?.

-No lo hicimos -Syg se acercó pero de nuevo Samiel no lo dejó ya que estaba cegado por lo que creía y se negaba a escuchar. Se negaba porque tenía miedo de lo que le dirían, temia ver en sus rostros burla o peor aún pena. Por su parte Syg tuvo que sentir lo que su rechazo le hacía a Barachiel y no era bonito.

-Me quiero ir -el solo pensamiento de lo que le dirían dolía y lo confundía mucho-. Lo siento, por favor dejen que me vaya.

-Tienes que escuchar -Barachiel dijo.

-No...yo no debería sentirme así por esto.

-Solo danos un poco de tiempo y entenderás por qué te sientes así.

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