Capítulo 5

-Lo sentimos, no puedes entrar -uno indicó.

-No estar en esta área -el otro dijo

-No era mi intención, estoy perdido -Samiel sentía pena de decirlo pero necesitaba orientación.

-De acuerdo, no podemos movernos de aquí pero dinos ¿Como te lla... -un grito aterrador y destemplado vino del interior de la habitación.

-¡¿Qué está pasando?! -Samiel empujó al soldado intentando pasar.

-No es de tu incumbencia por favor indica tu nombre -le cerraron el paso.

-Samiel...-quejidos dolorosos seguían saliendo del interior.

-Oye preguntale...-uno de los soldados se había alejado para informar y cuando volteó para que su compañero le diera más información de Samiel este se colo a la habitación, el lugar estaba oscuro y era asfixiante.

-¿Hola? -Samiel dio un par de pasos provocando que Syg se quedara completamente inmóvil en la esquina donde estaba ¿Que hacía aquí? Se asustó aún más.

-Samiel tienes que salir de aquí -el capitán Bill encendió la luz, los guardias lo habían llamado al no saber que hacer puesto que tenían prohibido entrar a esa habitación.

-Pero...-vio a Syg en un rincón, este tembló aún más y se tapó el rostro todo lo que pudo, Samiel se acercó poniéndose de rodillas frente a él-. ¿Estas bien? -no parecía que hubiera nadie más en el lugar pero lo que había oído sonaba doloroso.

-Samiel...-el capitán no iba a gritar puesto que Andre había especificado que lo hicieran cerca de Syg.

-Lo siento pero...¿Estas bien? -volvió a preguntar, el ligero olor que de Samiel desprendía se clavó en la nariz de syg que cerró los ojos al sentir que su cerebro estaba tan ocupado disfrutandolo que su dolor pareció disminuir-. Perdón por molestar, no puedo evitar preocuparme y...

-Estoy bien...¿Como estas tu? -se arrepentía de retenerlo pero al mismo tiempo no quería que se fuera.

-¡Oh! -la voz del chico era tan dulce-. Estoy bien, estoy visitando a Miguel con mis hermanos.

-Yo...-¿Qué más podía decir para que no se fuera? Se desespero al ver que Samiel se ponía de pie y aunque no quería que se fuera se negó a retenerlo.

-Vamos Sam -el capitán señaló la puerta-. Lo siento, te juro que su intención no era molestar pero los humanos solo no podemos dejar las cosas en paz -se disculpó sin obtener respuesta.

-Me llamo Samiel y me dicen Sam, puedes llamarme Sam -la alegre voz pareció iluminar el lugar.

-Me llamo Syg... -respondió sin atreverse a mirar.

-Nos vemos después Syg -se despidió-.¿Que le pasa? -preguntó al capitán.

-Eso es privado, pero al parecer le agradas porque no habla con nadie con tanta facilidad -contó.

-¿Como luce?.

-No estoy seguro, no es muy sociable y nunca logramos que salga de allí.

-Vaya -Samiel se sentó en una mesa en la que ya estaban sus hermanos.

-Y dijiste que los problemáticos eran estos -Miguel dijo señalando a los otros 2.

-Es que me perdí...-la comida pasó rápidamente con todos charlando, los hermanos de Samiel se comportaba ya que estaban asustados de la voz del gran cegador y eso que la mayoría no sabía nada de lo que realmente era ese tipo, ¿Quién era ese chico? Se preguntó cerrando los ojos terminando de comer. Otro que también tenía los ojos cerrados era Syg, por primera vez en más de 5 años desde que todo esto comenzó todo su ser se sentia contento. Era un sentimiento extraño del que ya no se acordaba pero se se tía bien, no pudo evitar que sus lágrimas volvieran a salir al recordar lo bien que olía y lo bien que se veía porque el lo había visto en el reflejo del piso y vaya que el humano era hermoso. El deseo por verlo de nuevo aunque fuera de lejos lo hizo incluso ponerse de pie pero él nerviosismo no le permitía salir de ese lugar ¿Y si creía que lo estaba siguiendo? No, no, no debo. Dijo que esta visita lo que significa que va a irse y es probable que no lo veas de nuevo su voz interior dijo.

-De todas maneras, no es como si yo fuera tan importante como para merecer verlo otra vez -dijo en voz alta.

-¿A quien quieres ver? -Andre entró y junto a él estaba Samiel.

-Yo...-Syg se paro lo mas firme que pudo, este era uno de sus destinados y parecía que todo su ser quería agradarlo menos su cerebro que continuaba diciendo que nol9 merecía y el sabía que no lo merecia pero eso no significaba que no lo anhelara.

-Lo siento -Andre reviso su bolsa-. Olvidé mis anteojos, Sam espera aquí ya vuelvo -se marchó.

-Andre es amigo de la familia y... -medio se explico-. Yo...-se si o las manos-. Lo siento mucho, no debo entrar a tu habitación.

-Esta bien...-Syg no era estupido y sintió lo mucho que Samiel olía a su médico-. Fue...fue agradable charlar contigo -el no iba a llorar, no...no iba a hacerlo si de todas maneras no podía ofrecerle nada a su compañero, lloró...

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